El sector médico es uno de los que más riesgo de contagio corre cuando atiende a un paciente con COVID-19, la enfermedad que ya alcanzó a más de 11 millones de personas en todo el mundo y que en el país afectó a más de 80.000 argentinos.
Frente a esta pandemia, las soluciones médicas innovadoras son una necesidad constante, desde el evitar contagio hasta lograr un tratamiento eficaz o vacuna contra el virus. Y una de ellas es el desarrollo por parte de investigadores argentinos de una versión adaptada de un dispositivo médico conocido como Aerosol Box, que actúa como barrera protectora para el médico/enfermero que se encuentra tratando a un paciente afectado por COVID-19.
De la iniciativa, participan científicos, docentes, estudiantes y becarios del grupo de investigación “Aerogenerador Social” de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref), en conjunto con la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y un grupo de médicos.
La Aerosol Box fue creada recientemente por el doctor Lai Hsien-yung, anestesiólogo de Taiwán, con el objetivo de brindar protección adicional a los trabajadores médicos en unidades de cuidados críticos.
“La caja o cámara recibe ese nombre porque protege de las gotas de aerosol generadas al realizar procedimientos médicos. La misma se utiliza cuando se practica ‘una intubación oro-traqueal a los pacientes’ y se realizan procedimientos en la vía aérea con riesgo de aerosolización, como una endoscopía, un ecocardiograma transesofágico (estudios que producen generación de gotas respiratorias infectadas)”, explicó a Infobae la doctora María Celeste Carrero, médica cardióloga e integrante del equipo médico del grupo de investigación, que explicó que la idea surgió del grupo ‘Ayudanos a Protegernos', que integra con otros profesionales en pos de colaborar con herramientas útiles contra el COVID-19.
“Luego de investigar alguno de los últimos desarrollos científicos y técnicos en el mundo contra esta enfermedad, nos acercamos a la gente de CNEA, que saben mucho de materiales diversos y de Untref para desarrollar esta caja que protegiera a los profesionales de la salud de potenciales contagios”, precisó la especialista.
Según explicó Carrero, la Aerosol Box es un dispositivo con bajo costo de fabricación que consiste en un cubo transparente hecho de acrílico o policarbonato que cubre la cabeza del paciente durante la intubación endotraqueal, un procedimiento necesario para pacientes gravemente infectados con COVID-19 que sufren insuficiencia respiratoria. Dicho cubo tiene dos agujeros en un lado a través del cual los médicos pueden insertar sus manos para realizar el procedimiento mientras están protegidos de las gotas respiratorias del paciente.
“La Aerosol Box original de Taiwán es de acrílico y ese material resulta caro en nuestro medio (llega a costar hasta 6 veces más), además de que puede romperse tras su uso repetido. Es por eso que desde el equipo de investigación interdisciplinario se creó la “Aerosol Box 2.0” con un diseño de menor costo, con armazón y nylon cristal de fácil descontaminación y más versátil que permite no solamente la intubación oro-traqueal, como la versión taiwanesa, sino también la realización de estudios como endoscopía o ecocardiograma transesofágico”, precisó la especialista, que resaltó la excelente colaboración tanto de CNEA como de Untref para no solamente desarrollar el producto, sino expandirlo y ampliar su funcionalidad hacia otras técnicas médicas útiles y muy solicitadas.
Y concluyó: “Hemos entregado 3 prototipos en hospitales y ahora estamos haciendo los pasos necesarios de validación para la aprobación en la ANMAT, a fin de que estableza los estándares de calidad. Nuestro mayor deseo es que pueda llegar a todos los puntos del país y del mundo donde se necesite”.
El ingeniero Julio Sola, coordinador de las carreras de Ingeniería Ambiental y Licenciatura en Higiene y Seguridad del Trabajo comentó que “para todos los dispositivos se realizan los ensayos requeridos por la ANMAT, para demostrar la seguridad y eficacia del producto médico desarrollado, para su aprobación de uso en los centros de salud de la Argentina”.
El prototipo creado por los especialistas de la Untref y la CNEA, que está bajo la aprobación de la ANMAT, posee un diseño simple, fácilmente adaptable al tamaño de la camilla requerida, que permite ser armado en pocos minutos a partir de su ensamble modular con nodos impresos en 3D con materiales biodegradables como el PLA. Puede ser sanitizada en forma simple mediante los métodos convencionales, además de ser muy liviana al combinar perfiles de aluminio y nylon cristal. “Tenemos la posibilidad de enviarla desarmada al interior del país o donde se necesite y que se arme muy rápido y fácilmente”, aseguraron los investigadores.
Cabe destacar que el equipo de investigación, dirigido por el doctor Lucio Ponzoni docente de la Untref, también desarrolló un modelo nacional de Válvula Venturi de flujo variable para el uso en máscaras de oxígeno, así como de un videolaringoscopio que permite manejar en modo avanzado la vía aérea del paciente al realizarle asistencia respiratoria mecánica. Ambos dispositivos también fueron fabricados mediante tecnologías de impresión 3D con materiales biodegradables.
El equipo de trabajo interdisciplinario está formado por: Equipo técnico: Dr. Lucio Ponzoni (UNTREF/CNEA); Ing. Julio Sola (UNTREF); Dra. María Petraglia (UNTREF); Mg. Carolina Anessi (CNEA); Ing. Paola Bustamante (CNEA); Tec. Daniel Anello (CNEA); Becaria/Alumna Andrea Villanueva (UNTREF); Alumno Guillermo Bacci (UNTREF); Becaria/Alumna Paula Nicoletti (UNTREF); Alumna Rocío Muñoz (UNTREF). Y el Equipo Médico: Dra. Celeste Carrero- ICSI /Sanat. Las Lomas; Dr. Enrique Franzini -Sanat. Las Lomas; Dra. Gabriela Francos- Hosp. Fernández; Dr. Sebastián Peralta -Sanat. Güemes.
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