Por Gabi López
Históricamente la humanidad solía tomar los elementos de la naturaleza y transformarlos en algo nuevo. En la actualidad esto cambió, ya que se agregó una nueva etapa al ciclo: hoy la naturaleza toma elementos del hombre y los transforma una vez más. Así los plásticos están escritos en el registro fósil y los residuos industriales se transforman en nuevas sustancias. Es la era del Antropoceno, una nueva era geológica donde lo hecho por el hombre se interpone en la naturaleza borrando los límites entre lo natural y lo artificial.
Desde nuestro laboratorio de tendencias del diseño estudiamos e investigamos esta temática, y analizamos los casos más interesantes de las semanas del diseño del mundo en 2018.
Mutant Matter
Exhibida en el Spazio O del distrito milanés de Isola, Mutant Matter fue una de las muestras más provocadoras de la semana del diseño de Milán. Experimental design collective Dutch Invertuals colaboró con FranklinTill para esta exposición, donde se investigaron nuevos conceptos radicales de diseño y materialidad, para el futuro de la industria del diseño. Al reunir a dos de las organizaciones más dinámicas y con visión de futuro en el diseño global contemporáneo, la exposición propone no solo una nueva colección, sino formas completamente nuevas de pensar sobre lo que significa "hacer"en el mundo moderno.
En lo concreto, 10 diseñadores presentaron su visión sobre cómo la evolución y la mutación de materiales se puede manipular para lograr un futuro más habitable. Los trabajos incluyeron nuevos materiales y la reutilización de viejos, experimentos con objetos reciclados y con desechos. La diseñadora Shahar Livne representó "Lithoplast" un nuevo material creado por ella a partir de plástico y los desechos de la minería, Onno Adriaanse combinó lo orgánico y geométrico en una mesa para explorar qué es lo que sucede cuando diferentes materiales interactúan y mutan unos sobre otros, y la diseñadora Xandra van der Eijk presentó una colección llamada"Future Remnants" en donde explora la influencia humana en el desarrollo evolutivo de la formación de minerales.
Anima collection
El diseñador japonés Kosuke Araki explora sobre una nueva materialidad orgánica para proyectar colecciones de vajilla. Así, presenta "The Anima collection", donde los mismos desechos de comida se transforman en contenedores para comer, buscando revalorizar y resignificar la basura. Cuando comenzó a trabajar con desechos de alimentos por primera vez creo "Food Waste Ware" (2013), un proyecto que documentaba la situación de los residuos alimentarios locales en varios mercados de alimentos y tiendas de alimentos en Londres, así como su cocina y la fabricación de vajillas. ¿Cuál es su técnica? Carbonizar los residuos hasta llevarlos a un estado de polvo para luego usarlo en el diseño de sus proyectos. Por eso el color negro de sus piezas.
Kosuke compiló estos documentos en un folleto con instrucciones sobre cómo convertir los desperdicios de comida en artículos de mesa. El folleto de investigación y el molde utilizado para formar la vajilla se diseñaron como si fueran un libro de recetas real y un verdadero utensilio de cocina para hacer que los espectadores descubran lo que cada uno podría hacer como individuos.
Eileen Fisher
La diseñadora Eileen Fisher busca con su trabajo reducir la huella ambiental, para esto presentó durante la semana del diseño de Milán, en Ventura Centrale "DesignWork", un nuevo concepto para conservar el valor de los textiles y las prendas de vestir ya utilizadas.
Después de cada temporada, tiramos lo viejo y pasamos a lo que viene. ¿A dónde va esta montaña de ropa usada y sin vender? Aproximadamente el 85% se convierte en basura en un vertedero, incluidos muchos de los artículos donados a obras de caridad. Junto con Carolina Bedoya, exploró formas de convertir montones de ropa vieja y restos en textiles nuevos. En primer lugar, crearon un sistema para limpiar, ordenar e inventariar las bolsas de ropa y el material sobrante que se encontraba en nuestro almacén, una tarea realmente desalentadora. Luego vino la parte divertida, experimentar con diferentes telas, mezclarlas y unirlas para crear diseños únicos.
Estas ideas siguen la corriente de diseño sustentable y responsable, que plantea diseñar para satisfacer necesidades antes que para satisfacer deseos. Pensar y crear productos que puedan resolver problemas humanos a gran escala y contribuir al bienestar social.
Es que las repercusiones de nuestra cultura de consumo descartable no son solo devastadoras para el medio ambiente, sino que ponen en riesgo la continuidad de la vida humana sobre el planeta. Es así que la responsabilidad de diseñadores y arquitectos por el impacto de sus creaciones toma mucha relevancia.
Como resultado, cada vez más profesionales, sobre todo las nuevas generaciones, redefinen o reorientan su trabajo para mejorar la eficiencia de los procesos y materiales que utilizan y minimizar el impacto de los mismos sobre el ambiente. El diseño y la ciencia trabajan cada vez más a la par para cerrar el círculo de consumo, dejando de lado el circuito de "tomar, usar, tirar" y pensando en un futuro sin desperdicios en el que podamos mitigar todo impacto de la actividad humana.
Instagram: Gabi López
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