Es momento de balances, y si bien el vino es siempre a largo plazo, todos los involucrados necesitan sacar conclusiones al finalizar el año, ya sea para confirmar o para corregir el rumbo, más allá de lo que depare la cosecha venidera. Es decir, es mejor hacer los balances vínicos cada cinco o diez años, ya que hay decisiones que trascienden con creces la anualidad.
No obstante, un año es tiempo suficiente para saber cómo irán las cosas. El vino, como quizás muchas otras industrias, tiene siempre muchos frentes abiertos. Empezando por la cosecha, porque como cualquier producto agrícola, depende de las condiciones climáticas para determinar cantidad y calidad.
Por suerte, durante los últimos años, la gran mayoría trabaja en los viñedos mirando más allá, y es por eso que muchas de las inclemencias del tiempo se pueden prever, y así minimizar su impacto negativo. Las lluvias, por ejemplo, o el aumento de las temperaturas medias. Salvo el granizo, que se puede mitigar con tela antigranizo, todo lo demás se puede controlar de alguna manera.
Esto es lo que ha permitido ir mejorando la calidad paulatinamente y sostenerla. Porque el vino nace en el viñedo, y es ahí donde se dirime el partido de la calidad. Luego, en la bodega, según los hacedores, solo deben intentar “estropear” esa calidad natural, lo menos posible.
Una vez garantizada la calidad, desde la viña y la bodega, viene lo segundo más difícil; las ventas. Y el 2024 se dio lo presagiado por el presidente, porque no hubo plata. O, mejor dicho, no hubo la suficiente para mantener los niveles de venta en el mercado interno del 2023.
La mayoría de las bodegas sufrieron retracciones de entre el 10 y el 40% de sus ventas. Lo mismo sucedía en el mercado externo, aunque en los últimos meses del año comenzó una leve reactivación. Igualmente, esta caída no solo respondió al tema económico sino también a una cuestión de tendencias. Porque, así como cambian las generaciones, cambian los hábitos, aunque los clásicos perduren; y el vino sea uno de ellos. Claro que, como industria, sufre como cualquier otra.
En el mundo hoy el consumo de vino está bajando, aunque cada vez hay más vinos de mejor calidad. Las bodegas van a tener que adaptarse a “las nuevas reglas de juego”. Al parecer, las bodegas chicas y medianas que apostaron desde siempre a partidas limitadas apoyadas en la calidad, van a perdurar.
Mientras que las bodegas masivas van a tener que moverse rápido para adaptarse, ya sea con productos alternativos a base de vinos, como los vermuts, o nuevos formatos; siempre apostando a la calidad. Y muchos oferentes van a desaparecer, y el mercado solo se va a ajustar. Una simple pero contundente explicación de esto. En 2023, el hashtag “fitness” tuvo 524 millones de posteos, mientras que el de vino, “solo” 74 millones. Esto quiere decir que a las nuevas generaciones les importa más estar mejor que pasarla bien.
En medio de todo esto, pasó un año más, cargado de novedades, con muchos lanzamientos, incluyendo varios vinos de alta gama y acciones de impacto global. También, se realizaron eventos que quedarán para la historia. El enoturismo se consagró a manos de un crecimiento sostenido, de aperturas resonantes y reconocimientos internacionales. Es por ello que el escenario que deja el 2024 puede ser una bisagra en la historia del vino argentino, si es que la bebida nacional puede capitalizar todo el potencial que tiene.
Las claves de éxito para el vino en 2025
En un marco económico más estable y sin inflación, el enoturismo promete volver a ser la vedette de la industria, más allá que el cambio ya no sea tan favorable para los turistas extranjeros. Esa es una de las conclusiones que dejaron las 4tas Jornadas Nacionales del Turismo del Vino. Porque el enoturista ya casi representa el 10% de los turistas, con un crecimiento sostenido del 5% interanual. El 30% de ellos se hospedan en hoteles de 4 y 5 estrellas, con una estadía promedio de 10 días aproximadamente. Además, el 80% vienen por vacaciones y ocio. Pero lo más importante, es que el turista del vino gasta más que un turista promedio en dólares; 1346 vs 980.
Ya hay 230 bodegas abiertas al turismo que, en un 42% proviene del extranjero, siendo en su mayoría brasileños (51,4%). Pero lo que mejor explica estos indicadores son los hechos. Por ejemplo, Bodega Trapiche, que ha sido distinguida con el premio de oro en la categoría de Experiencias Innovadoras en la gala de Best of Mendoza’s Wine Tourism por Estación 83. Una experiencia inspirada en su alianza con el reconocido club de fútbol Inter Miami CF.
A esto se le suma el gran reconocimiento a la parrilla Don Julio como uno de los diez mejores restaurantes del mundo, entre otros lauros cosechados recientemente, que la coloca en la cima del país y de la región. Y esto no solo eleva a la carne argentina a otro nivel, sino también a los vinos que las acompañan.
Otras de las actividades que crecieron alrededor del vino son los eventos “after” y de música electrónica en viñedos y bodegas, incrementando la cantidad de potenciales consumidores que visitaron Mendoza por la música y quedaron impactados por sus vinos.
Por su parte, en Buenos Aires se juntaron por primera vez en la historia, Michel Rolland y Paul Hobbs, dos de los flying winemakers más importantes del mundo y que tanto hicieron por el vino argentino en los últimos 40 años. Ante más de 300 personas en el Faena Art Center contaron anécdotas, guiaron una masterclass y compartieron una cena por pasos maridada con sus vinos.
Pero también hubo eventos que promovieron en todo el país el consumo del buen vino, como por ejemplo Chachingo Wine Fair, la feria de vinos más federal (Mendoza, CABA, Bariloche, Rosario, Córdoba y Mar del Plata), a la que suelen asistir más de 40 hacedores. Creada por Fernando Gabrielli y el enólogo Alejandro Vigil, quién además este año inauguró un nuevo emprendimiento enogastronómico. Estancia Vigil abrió sus puertas en Cardales, en el km 62 de la RN 9.
Por último, en este balance del vino 2024 cabe destacar el auge de productos complementarios al vino que, en muchos casos, están producidos por las mismas bodegas, como los vermuts y los gins. Dos bebidas que dominan las barras y no compiten con el vino directamente por ser protagonistas de otros momentos de consumo. Además, en el primero de los casos, la base es vino, significando así un gran aprovechamiento de excedentes. Todo esto no hace más que ilusionar a los protagonistas de la industria del vino (bodegueros, enólogos, retail y profesionales) con un gran 2025.
10 vinos que reflejan cómo fue el 2024
Como no se pueden listar todos los vinos lanzados a lo largo del año, contemplando etiquetas nuevas y la llegada de las nuevas cosechas de vinos existentes, Infobae realizó una selección de 10 vinos representativos en sus categorías que se destacaron a lo largo del año, causando un impacto positivo en el mercado.
Espumosos para todos
La calidad y diversidad de este tipo de vinos ya esta tan fuera de discusión, a tal punto que ya hay vinos que hacen “no extrañar” al Champagne. Pero lo más interesante es ver como esta categoría logró desestacionalizarse y ser protagonista de varios momentos, más allá de la mesa, a lo largo del año. Claro que la bodega líder tiene mucho que ver en esto, y con su nuevo lanzamiento logró un aporte muy importante para acercar los vinos espumosos a todos los amantes del vino.
La bodega presentó Chandon Délice Rosé, un espumoso fresco, dulce con notas a frutas rojas que viene a ampliar la familia de Délice, respondiendo a las tendencias globales del consumo de vinos rosados, que año tras año siguen en constante crecimiento.
A 12 años del lanzamiento de Chandon Délice, el espumoso que revolucionó la categoría al ser el primer espumante dulce para ser disfrutado con hielo, en vaso y con un toque de sabor, Chandon sigue marcando su liderazgo nuevamente al combinar lo mejor de este espumoso con la frescura y elegancia de los vinos rosados. Combina uvas Chardonnay, Pinot Noir y Malbec, provenientes de las reconocidas regiones de Luján de Cuyo y Valle de Uco, en Mendoza. Además, se enriquece con un licor de expedición innovador, elaborado a partir de vinos tardíos de Sauvignon Blanc y Semillón.
Para un consumo responsable
Hay varias tendencias que demuestran que hay una gran cantidad de consumidores que ponen especial cuidado en su salud y el cuidado del medio ambiente. Acompañando esta corriente, Susana Balbo presentó este año, en el marco del Día Mundial del Consumo Responsable de Bebidas Alcohólicas, que se celebró el 16 de septiembre, su Crios Sustentia Chardonnay 2023, un nuevo vino bajo en alcohol (9%).
“Como bodega que persigue constantemente la innovación, creemos que es importante ofrecer productos que den respuestas a consumidores que se interesan más por el cuidado de la salud y son más conscientes de su alimentación”, explicó Ana Lovaglio Balbo, Directora de Marketing de la bodega. Esta línea es el reflejo de la voluntad de la bodega de construir un futuro sostenible implementando prácticas, certificaciones e innovaciones que evidencian la convicción de la bodega acerca de la necesidad de desarrollar una vitivinicultura responsable, ecológica y viable.
Destacable relación calidad-precio
Si bien el precio no forma parte intrínseca del vino, sigue siendo el atributo más importante para el consumidor promedio a la hora de elegir un vino. Claro, en un contexto inflacionario suena lógico que preocupe más el costo que el origen del vino, el tipo de uva, el estilo o quién hizo el vino.
Y si bien hay que destacar que las mejores cualitativas empiezan por la punta de la pirámide (los mejores vinos) y luego derraman hacia todas las líneas, hay de todo en las góndolas. Por eso, es destacable lo que hace la familia Furlán, de la mano de Abel Furlán, enólogo y maestro de enólogos, con sus vinos del Valle de Uco. Y especialmente con su flamante lanzamiento, el Abel Furlán Crianza Cabernet Sauvignon 2023 ($7000). Un tinto de aromas especiados, bien del varietal, con buena fluidez. De paladar franco y amable, con taninos incipientes. Un muy buen vino y de excelente relación precio-calidad.
Rosados todo el año
Otra de las categorías que se viene afianzando es la de vinos rosados, a fuerza de vinos pensados y elaborados desde la viña. Cosechados en el momento justo para dar, ante todo, gracia y frescura.
Y la diversidad no se detuvo este año, tanto en los segmentos más accesibles como en los de alto precio, donde el diseño de las botellas también juega un papel fundamental. Es que el vino rosado, por hacerse “rápido” nunca va a llegar a ser un gran vino. No está para eso, sino para dar la bienvenida, ser informal y entretenido.
Y entretenidos estuvieron los creadores de uno de los vinos más originales que vio nacer el 2024; el Pielilópez. Es el resultado de la unión entre las Bodegas López y Pielihueso, dos familias con una visión similar sobre el vino y su elaboración. Una idea de crear un vino en conjunto que surgió como una propuesta divertida y utópica, y luego se transformó en un plan concreto. Un rosado natural y tradicional. Un vino con el estilo natural y despojado de Pielihueso, criado en un tonel antiguamente restaurado, emblemático del estilo López. Así, Pielilópez es un vino que excede las categorías y los códigos tradicionales. Es un símbolo de que la unión entre estilos opuestos es posible y que buscar los puntos en común por sobre las diferencias es un camino no solo existente, sino también muy divertido de transitar.
Vinos y futbol, maridaje global
El Malbec “rosa” dedicado al Inter Miami CF de Lionel Messi, empezó siendo una idea que parecía imposible y terminó siendo realidad. Trapiche logró ser el vino oficial del reconocido equipo donde juega el astro argentino. En esta historia se unieron el fútbol, una pasión de multitudes, y el vino, una de las bebidas más nobles y globales. Y tanto el deporte como esta bebida, son grandes representantes de la Argentina, más con el Malbec y el campeonato del mundo, obtenido de la mano del mejor jugador del mundo.
Por eso, cada vez que se habla del Malbec argentino y de su auge se hace alusión a Lio Messi, intentando posicionar una analogía tan entendible como impactante alrededor del mundo, sin dudar cuál de las dos partes llega más lejos. Esta movida, que se puede caratular como una jugada maestra del vino argentino, por más que se trate de una sola bodega, se gestó el mismo día que trascendió la noticia de la llegada de Lio al equipo rosa de Miami. Y así, lo que parecía una locura primero y luego empezó a tomar forma de sueño, terminó convirtiéndose en realidad.
Boom de los vinos guardados
Para muchos, el vino está vivo dentro de la botella. En realidad, el vino sigue evolucionando en la estiba, gracias a la microoxigenación a través del corcho. Y esto hace que vaya cambiando, los blancos van ganando en volumen, mientras los taninos de los tintos se suavizan (polimerizan), todo de manera natural.
Y los sabores complejos comienzan a aparecer, siempre y cuando la guarda sea en condiciones aptas. Y si bien no se puede decir que la guarda mejora al vino, sí se puede afirmar que lo cambia, lo “acomoda”, más allá del significado del paso del tiempo. Es por ello que muchos consumidores comenzaron a descorchar sus vinos guardados más seguido, y muchas bodegas empezaron a fomentar el descorche de sus vinos con más años y, en algunos casos, a lanzar al mercado cosechas antiguas.
Como Luigi Bosca que presentó un Malbec embotellado en 1912, que formaba parte de la colección privada de la familia Arizu. Este, su vino más antiguo, fue elaborado en la primera etapa de la bodega, fundada en 1901, cuando Leoncio Arizu llegó de Navarra (España) y plantó las primeras vides.
El Pinot Noir se viene con todo
Más allá de ser la uva protagonista del vino más caro del mundo, es una de las cepas más codiciadas del ámbito local. Porque puede dar tintos (más allá de espumosos) elegantes y longevos, aunque es una variedad muy difícil de llevar en la viña, y luego muy delicada para tratar en la bodega. Pero los resultados pueden ser sorprendentes.
Es por ello que hay algunos avezados que apuestan a lograr grandes vinos con Pinot Noir, tanto en Patagonia; donde es una de las uvas emblemáticas; como en Mendoza. Y justamente de parcelas seleccionadas llegaron los Cornelie de Bodegas Salentein, una nueva línea de vinos de alta gama dedicada al Pinot Noir, creada en honor a Cornelie Parlevliet-Pon, matriarca de una de las familias empresariales más influyentes de los Países Bajos.
Se sabe que la bodega se ha dedicado a cultivar, elaborar y comprender la uva Pinot Noir en las alturas del Valle de Uco, desde sus inicios, hace 25 años. Estos tres nuevos Pinot Noir, revelan la máxima expresión de la variedad en San Pablo, y destaca el carácter distintivo de los reconocidos clones Dijon 115, 667 y 777.
Cada botella de Cornelie ofrece una visión pura y auténtica de las fascinantes personalidades que estos renombrados clones de Pinot Noir, originarios de Borgoña, alcanzan en San Pablo. Cada vino Cornelie Pinot Noir refleja la individualidad de un clon específico de Dijon, cultivado en parcelas únicas situadas a 1,300 metros sobre el nivel del mar, en la Indicación Geográfica (IG) San Pablo.
Después del Malbec, más Malbec
Por suerte, sigue siendo la variedad que más sorprende a los conocedores y la más pedida por los consumidores. Es que sigue siendo la protagonista de los mejores y más diversos vinos nacionales. No por casualidad, la superficie plantada ya está por llegar a 50.000 hectáreas, diez veces más que en Francia; origen y segundo productor. Esto también explica que lidere las exportaciones y que la gran mayoría de las novedades vínicas argentinas sean a base de Malbec.
Como todos los años, Terrazas de los Andes presentó la nueva cosecha (2021) de sus vinos de parcela, todos Malbec de alta gama, provenientes de viñedos a distintas alturas. Los Cerezos a 1070 msnm en Las Compuertas (Luján de Cuyo), con plantas de Malbec de 1929. Los Castaños a 1100 msnm en Paraje Altamira (Valle de Uco).
Licán a 1200 msnm en Los Chacayes (Valle de Uco). Y, la novedad más importante, es que este año hay uno que pasa a denominarse Extremo, haciendo alusión a las condiciones que se dan en El Espinillo en Gualtallary (Valle de Uco) a 1650 msnm, siendo la finca productiva más alta de la zona. Ubicada enteramente en el abanico aluvional del río Las Tunas, El Espinillo presenta suelos franco arenosos, con presencia de rocas de tamaño mediano a pequeño recubiertas de calcáreo.
Esta finca se caracteriza por tener temperaturas promedio extremadamente bajas con marcadas variaciones debido a la pronunciada pendiente del terreno. Esta parcela fue elegida por su capacidad de representar nuestra variedad más emblemática logrando una gran frescura, y una expresión aromática y varietal única.
Más vinos top
Una de las pruebas contundentes de lo bien que le fue este año al vino argentino en materia cualitativa es la aparición de nuevas etiquetas de muy alta gama.
Cabe destacar que hay un límite cuantitativo en la calidad de un vino argentino, se puede decir que rondaría los $50.000.-. Y de ahí en más, el valor de un vino se refiere a otras cosas; significado, prestigio, historia, exclusividad, partida limitada, etc. Esto significa que, si un vino vale lo que vale, es porque hay alguien que lo compra a ese precio. Y lo bueno que existan cada vez más vinos de lujo, es que todo el trabajo que hay detrás de ellos, luego derrama en los demás vinos, beneficiando a todos.
Por eso, lejos de envidiar por no poder comprarlos, hay que agradecer que sigan apareciendo, ya que además son un síntoma de evolución. Como el flamante vino de Kaiken, la bodega de origen chileno con más de 20 años en el país, que presentó su nuevo vino ícono: Boulder, donde la roca cobra vida. Un vino que pensó y elaboró personalmente Aurelio Montes, con todas las adversidades de un terreno único.
Es un blend de Malbec, Cabernet Franc y Petit Verdot que nace desde la finca Los Chacayes, a más de 1250 msnm con suelos compuestos por un conjunto de rocas tan grandes que fue prácticamente imposible extraerlas. La idea de Boulder fue rendirle homenaje a esta finca excepcional de Kaiken y elaborar un vino de montaña que cautive.
Cabernet Sauvignon por siempre
Es la uva protagonista del vino más elaborado en el mundo, empezando por los afamados Grand Cru Classé de Burdeos que, desde 1855, no hacen más que sumar prestigio a esta variedad. Es por ello que en muchos otros países el Cabernet Sauvignon es el responsable de los mejores vinos, como por ejemplo en Estados Unidos con sus exponentes de Napa Valley, o en Chile con sus grandes vinos del Alto Maipo, entre otros. ¿Y la Argentina? No es la excepción.
Lo que le pasó al Cabernet Sauvignon aquí fue que ha quedado eclipsado por el Malbec. Y, recién ahora, muchas bodegas vuelven a prestarle la debida atención y a volcar todo lo aprendido durante estos años con el Malbec, aprovechando, en muchos casos, la experiencia que ya tenían con esta variedad. Como Catena Zapata que no dudó en sacar un vino a la par de su reconocido mundialmente Malbec Argentino; el vino que cuenta una historia en su etiqueta.
Así es Birth of Cabernet 2021, un Cabernet Sauvignon de Paraje El Cepillo, con un 10% de Cabernet Franc, elaborado por el enólogo Alejandro Vigil, con una crianza de entre 12 y 24 meses en barriles de roble francés de 1, 2 y 3 usos.
Y esta flamante etiqueta, es una alegoría de las variedades de uva como animales que ofrece una interpretación inusual de la historia. El zorro, Cabernet Franc, tiene atributos del Cardenal Richelieu, el primer amante famoso de dicha uva. La sirena, mitad mujer y mitad pájaro, representa al Sauvignon Blanc en todo su salvaje esplendor. A la derecha, su hijo, Cabernet Sauvignon, es representado como un viajero del mundo, que se aventura desde los Pirineos franceses hasta la pirámide de Catena Zapata, al pie de la cordillera de los Andes, en Argentina.