Qué son las manzanas negras del Tíbet, cuáles son sus beneficios y qué sabor tienen

En el mundo de las frutas, las manzanas son sinónimo de familiaridad. Sin embargo, existe una variedad tan poco común que parece salida de un cuento de hadas. Imagínese mordiendo una manzana negra, de piel aterciopelada y oscuro tono púrpura, que contrasta con una pulpa blanca y crujiente. Su origen se encuentra en un rincón remoto de los montes del Tíbet, donde las condiciones extremas de altitud y clima dan vida a uno de los frutos más exclusivos del planeta: las manzanas Black Diamond.

Conocidas también como “manzanas Obsidiana”, estas frutas son un símbolo de lujo y sofisticación en China, donde se venden en elegantes cajas de regalo y a precios que pueden superar los 20 dólares por unidad. Su rareza y apariencia única las han convertido en una pieza codiciada por quienes buscan experiencias gastronómicas fuera de lo común. Pero, ¿qué las hace tan especiales?

Las manzanas Black Diamond pertenecen a la familia de las Hua Niu, conocidas en occidente como Chinese Red Delicious. Se cultivan exclusivamente en Nyingchi, una pequeña ciudad situada en las montañas del Tíbet, a más de 3.100 metros sobre el nivel del mar. El secreto de su piel oscura radica en la exposición constante a luz ultravioleta intensa durante el día y en las frías temperaturas nocturnas, condiciones que estimulan la formación de pigmentos oscuros en su cáscara.

Aunque su exterior pueda parecer misterioso, el interior revela una pulpa blanca y jugosa, comparable a la de otras manzanas convencionales. Su apariencia exótica es solo una de las razones por las que este fruto ha despertado tanto interés a nivel mundial.

El sabor de estas manzanas es dulce y ligeramente ácido, lo que las hace perfectas para quienes disfrutan de un equilibrio de sabores. Aunque algunos expertos mencionan que su gusto no se diferencia drásticamente de otras variedades premium como la Honeycrisp o la Fuji, su textura firme y su jugosidad ofrecen una experiencia sensorial única.

Norm Schultz, agricultor de Linvilla Orchards en Pensilvania, explicó a Today Food que las manzanas con piel oscura suelen necesitar tiempo de almacenamiento para mejorar su sabor, como es el caso de la variedad estadounidense Arkansas Black. Sin embargo, las Black Diamond se cosechan listas para disfrutar, lo que agrega aún más atractivo a su exclusividad.

Desde un punto de vista nutricional, las Black Diamond no presentan beneficios excepcionales en comparación con otras variedades de manzanas. Según Bonnie Taub-Dix, dietista y creadora de Better Than Dieting, una manzana promedio ofrece alrededor de 4 gramos de fibra, 100 calorías y antioxidantes como la epicatequina, un compuesto conocido por sus propiedades antiinflamatorias y su capacidad para reducir la presión arterial.

Aunque la piel oscura podría sugerir una mayor concentración de nutrientes, la evidencia no respalda esa idea. Sin embargo, al igual que cualquier otra manzana, su consumo puede aportar vitamina C, ayudar a mejorar la digestión y contribuir a una alimentación saludable.

El precio elevado de estas manzanas se debe a su compleja producción. El proceso de cultivo requiere hasta ocho años para obtener los primeros frutos, y cerca del 70% de la cosecha anual no cumple con los estándares de calidad para la venta comercial. Solo se producen durante una corta ventana de dos meses al año, lo que limita su oferta y aumenta su valor.

En China, son consideradas un símbolo de estatus y exclusividad, al punto de ser obsequiadas en lujosas cajas como presentes especiales. Esta singular fruta, que combina naturaleza extrema y dedicación agrícola, seguirá fascinando a quienes busquen probar una verdadera rareza culinaria.

Así, las manzanas Black Diamond se consolidan como un lujo natural, una muestra del ingenio humano para cultivar en condiciones desafiantes y, sobre todo, un recordatorio de que la naturaleza aún guarda secretos por descubrir.