La descamación de las uñas es un problema frecuente que afecta a muchas personas, tanto hombres como mujeres. Este fenómeno se caracteriza por la separación de las capas superficiales de la uña, lo que hace que se vuelvan quebradizas, finas y propensas a romperse.
La causa de la descamación puede ser externa (por factores ambientales) o interna (por deficiencias nutricionales o trastornos de salud subyacentes). Aunque muchas veces se asocia con cuestiones estéticas, las uñas descamadas pueden ser un signo de otros problemas de salud, por lo que es importante prestar atención a estos síntomas.
Causas principales de las uñas escamadas
Factores externos - exposición a productos químicos: la exposición prolongada a productos de limpieza o al agua puede dañar la capa protectora de las uñas. Según un estudio publicado en el International Journal of Dermatology, el uso frecuente de productos que contienen quita grasa o acetona, como algunos quitaesmaltes, puede debilitar la uña al eliminar los aceites naturales que mantienen su integridad. Esto hace que las uñas se vuelvan más susceptibles a la descamación. Además, la exposición a detergentes y productos de limpieza domésticos también juega un papel importante en este proceso, ya que estos productos contienen sustancias que pueden afectar tanto las uñas como la piel que las rodea.
Deficiencias nutricionales: las deficiencias en nutrientes esenciales, como el calcio, hierro, biotina y vitaminas del complejo B, son causas comunes de la descamación de las uñas. La biotina (vitamina B7) en particular es crucial para la salud de las uñas. Un estudio publicado en el Journal of the American Academy of Dermatology en 2012 indicó que la suplementación con biotina mejora la fuerza de las uñas y reduce la descamación en personas que tienen deficiencias de este nutriente.
El hierro también es importante, ya que su deficiencia puede provocar uñas más débiles y quebradizas. La anemia ferropénica (deficiencia de hierro) es una de las principales causas de uñas frágiles, según investigaciones de la American Academy of Dermatology. Por lo tanto, asegurar una ingesta adecuada de calcio (presente en alimentos como la leche y las almendras) y hierro (en fuentes como las espinacas o la carne roja) es esencial para mantener uñas saludables.
Trastornos hormonales y de tiroides: los problemas en la tiroides, como el hipotiroidismo, pueden afectar la salud de las uñas. La disminución en la producción de hormonas tiroideas puede ralentizar la renovación celular y debilitar la matriz ungueal, lo que provoca que las uñas se vuelvan más frágiles. Según el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, las personas con hipotiroidismo pueden experimentar desprendimiento de las uñas o descamación, lo que indica que un desequilibrio hormonal puede ser una de las causas de este problema.
Infecciones fúngicas: las infecciones por hongos, como la onicomicosis, también pueden desencadenar la descamación de las uñas, especialmente en los pies. Los hongos pueden debilitar las uñas y hacer que se despeguen o se desintegren en capas. La onicomicosis es más común en personas con diabetes o aquellos que tienen un sistema inmunológico debilitado, ya que los hongos prosperan en ambientes húmedos y cálidos, como los que se encuentran en los pies o debajo de las uñas.
Tratamientos y cuidados preventivos
- Suplementación nutricional: para tratar las uñas descamadas, es fundamental corregir cualquier deficiencia nutricional. Si se detecta una carencia de biotina o hierro, los suplementos de estos nutrientes pueden ser útiles. Sin embargo, siempre se debe consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tipo de suplementación. Alimentos ricos en biotina como los huevos, nueces, aguacate, y vegetales de hojas verdes pueden ser beneficiosos para fortalecer las uñas. También es recomendable aumentar el consumo de vitaminas A, C, D y E, que son esenciales para la salud de la piel y las uñas.
- Hidratación y protección: es considerable mantener las uñas hidratadas para evitar la descamación. El uso de aceites naturales, como aceite de oliva o aceite de coco, sobre las uñas y las cutículas ayuda a restaurar la humedad perdida. Además, se recomienda evitar la exposición prolongada al agua, ya que el contacto frecuente con líquidos puede deshidratar las uñas. El uso de guantes al limpiar o al realizar tareas domésticas puede proteger las uñas de los productos químicos agresivos y del agua.
- Evitar la utilización prolongada de esmaltes: es importante darle descanso a las uñas para que puedan respirar y recuperarse entre aplicaciones de esmalte. De acuerdo con la Academia Americana de Dermatología, es recomendable evitar usar esmaltes o uñas postizas de manera continua durante más de una semana para evitar que las uñas se debiliten y descamen. La exposición continua a productos químicos en esmaltes o quitaesmaltes puede afectar la salud de las uñas a largo plazo.
- Consultar a un dermatólogo: si la descamación de las uñas persiste a pesar de los cuidados en casa, es recomendable consultar con un dermatólogo o un especialista en salud ungueal. Ellos podrán realizar una evaluación adecuada y diagnosticar si hay problemas subyacentes, como trastornos hormonales o infecciones fúngicas, que necesiten tratamiento específico.