Receta de pizza mediterránea, rápida y fácil

¿Hay algo más rico que una pizza deliciosa, recién horneada, con una combinación de ingredientes frescos y sabrosos? La pizza mediterránea es un clásico que conquistó corazones en todo el mundo gracias a su sencillez y frescura. Con una base crujiente, cubierta de tomate, queso, aceitunas, y hierbas aromáticas, esta pizza transporta a los cálidos paisajes del Mediterráneo, evocando imágenes de veranos interminables y comidas familiares al aire libre.

La pizza mediterránea tiene sus raíces en las tradiciones culinarias del sur de Europa, especialmente en Italia, donde la pizza es un arte venerado. Es perfecta para una comida ligera o una cena rápida, ideal para aquellos que buscan una opción sabrosa y nutritiva, acompañada por una copa de vino blanco o una refrescante bebida de hierbas.

La pizza mediterránea se caracteriza por su frescura y sus ingredientes sencillos pero llenos de sabor. En esta versión rápida, se utiliza una base de pizza ya lista, lo que ahorrará tiempo sin sacrificar el sabor. Es perfecta para esos días en los que apetece un plato sabroso, pero sin pasar mucho tiempo en la cocina. Lo único que se necesita hacer es armar los ingredientes, hornear y disfrutar de esta pizza tan mediterránea como deliciosa.

La clave de esta receta es no sobrecargarla de ingredientes, para que los sabores se destaquen. Asegurarse de usar tomates frescos y de calidad, y no olvidar las aceitunas negras y el queso feta, que le dan el toque característico y auténtico de la pizza mediterránea.

Esta receta de pizza mediterránea es muy rápida y fácil de hacer, y no llevará más de 30 minutos en total. Este tiempo incluye los 10 minutos para preparar todos los ingredientes, unos 15 minutos para hornear y 5 minutos de reposo para que la pizza mantenga su forma perfecta al cortarla.

• 1 base de pizza lista (puede ser integral o tradicional).
• 1 taza de salsa de tomate.
• 100 g de queso feta desmenuzado.
• 1/2 taza de aceitunas negras sin hueso, cortadas en rodajas.
• 1/2 cebolla morada, cortada en rodajas finas.
• 1 pimiento rojo, cortado en tiras.
• 1 tomate fresco, cortado en rodajas.
• 1 cucharadita de orégano seco.
• 1 cucharadita de albahaca fresca o seca.
• Aceite de oliva a gusto.
• Sal y pimienta a gusto.

• Precalentar el horno a 220°C.
• Extender la base de pizza sobre una bandeja para horno, y untar con una capa fina de salsa de tomate.
• Distribuir uniformemente las rodajas de tomate sobre la base.
• Añadir las aceitunas negras, la cebolla morada y las tiras de pimiento rojo sobre los tomates.
• Desmenuzar el queso feta sobre la pizza, asegurándose de que cubran bien todos los ingredientes.
• Espolvorear el orégano y la albahaca sobre la pizza para darle un toque aromático.
• Rociar con un poco de aceite de oliva y sazonar con sal y pimienta a gusto.
• Hornear la pizza durante 12-15 minutos o hasta que los bordes estén dorados y el queso ligeramente derretido.
• Retirar del horno y dejar reposar unos minutos antes de cortar y servir.

Con los ingredientes mencionados, esta receta de pizza mediterránea rinde 2-3 porciones, dependiendo del tamaño de la pizza y del apetito de cada uno.

Cada porción de esta pizza mediterránea contiene aproximadamente:

• Calorías: 350
• Grasas: 15 g
• Grasas saturadas: 5 g
• Carbohidratos: 35 g
• Azúcares: 5 g
• Proteínas: 15 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

La pizza mediterránea es mejor disfrutarla inmediatamente después de hornearla. Sin embargo, si sobra algo, se puede guardar en un recipiente hermético en la heladera durante 1-2 días. Solo es necesario asegurarse de recalentarla bien antes de comerla.