Mantener la alacena de madera de la cocina limpia y en buen estado es una tarea que a menudo se subestima, pero que tiene un impacto directo en la apariencia general del hogar.
Limpiar la alacena no se trata solo de mantener las superficies visibles libres de polvo o manchas, sino también de evitar la acumulación de grasa y suciedad que puede dañar el acabado de la madera a largo plazo.
Con un enfoque regular y sencillo, es posible restaurar y conservar la belleza de estos muebles con ingredientes básicos que comúnmente se suelen encontrar en todas las casas.
Cómo limpiar la alacena
Uno de los primeros pasos para mantener los muebles de la cocina en buen estado es establecer una rutina de limpieza periódica. Aunque no es necesario hacerlo todos los días, limpiar las puertas de la alacena al menos una vez al mes y los estantes interiores cada tres a seis meses puede prevenir la acumulación de suciedad que, con el tiempo, puede ser más difícil de eliminar.
Para cuando la zona está más afectada por la grasa o la humedad, un mantenimiento más frecuente es recomendable. La limpieza con una mezcla sencilla de agua tibia y vinagre blanco ayuda a eliminar la suciedad superficial y también a proteger la madera sin dañarla, según el medio sobre hogares The Spruce.
Además de la limpieza regular, es importante prestar atención a los tipos de manchas más comunes que afectan a la alacena de la cocina. Las manchas de grasa, por ejemplo, son habituales en aquellos muebles cercanos a la zona de cocción.
Para eliminarlas, basta con humedecer un paño de microfibra con agua caliente y un poco de detergente líquido. Frotar suavemente la zona afectada debería eliminar la mayor parte de la grasa, mientras que el uso de un paño limpio y húmedo asegura que los residuos de jabón no queden en la madera.
Manchas de agua, por otro lado, se pueden tratar con ingredientes tan simples como mayonesa o aceite vegetal, que ayudan a restaurar la apariencia original del mueble al nutrir la madera, aseguró The Spruce. En todos los casos se recomienda repetir el proceso más de una vez para asegurar que no queden manchas viejas y se eliminen por completo.
Cómo evitar y prevenir manchas
Para evitar que la grasa se acumule en los gabinetes de la cocina, la prevención juega un papel clave. La cocina es un espacio donde la grasa se dispersa fácilmente, especialmente en áreas cercanas a la estufa o a otros aparatos que generan calor, como freidoras o parrillas. Por lo tanto, adoptar algunas prácticas preventivas puede marcar una gran diferencia.
Un primer paso fundamental es asegurar que la cocina esté bien ventilada. El uso de extractores de aire ayudará a reducir la cantidad de partículas de grasa que quedan suspendidas en el aire y que, con el tiempo, se depositan en la alacena.
Además, la instalación de protectores como pantallas contra salpicaduras o incluso revestimientos para las puertas, puede ser una excelente medida para evitar que la grasa entre en contacto directo con las superficies. Estos revestimientos son fáciles de limpiar y, si se ensucian, se pueden reemplazar sin necesidad de realizar un trabajo de restauración más complejo, según un artículo en la página de Oven Clean, empresa de limpieza británica.
De igual forma, utilizar tapas al cocinar, especialmente al freír, es una técnica que puede reducir considerablemente las salpicaduras de grasa que se dispersan por toda la cocina. Simplemente colocar una tapa sobre la sartén u olla minimiza la cantidad de grasa que se libera al aire, lo que protege tanto a la alacena como las paredes de la cocina.