Cuidar el corazón es fundamental para garantizar una vida saludable y prevenir enfermedades cardiovasculares. Un ejemplo concreto que ilustra la importancia del cuidado preventivo es el caso de las caries.
Tal como un odontólogo advierte que un tratamiento temprano habría evitado complicaciones, lo mismo ocurre con el corazón: las enfermedades cardiovasculares pueden ser prevenidas o tratadas si se detectan a tiempo.
El corazón, un órgano que late unas 100.000 veces al día, enfrenta múltiples factores de riesgo silenciosos que pueden dañarlo sin síntomas aparentes. Entre ellos se encuentran la hipertensión arterial, el colesterol elevado, los triglicéridos altos, la diabetes, los antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares y el estrés, que puede dañar el corazón.
Además, una alimentación poco saludable, con un bajo consumo de frutas y verduras y un exceso de sal, azúcares y grasas, aumenta significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón. Esta dieta inadecuada contribuye también al sobrepeso y la obesidad, factores que se relacionan directamente con las enfermedades cardiovasculares.
La falta de actividad física es otro factor clave. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que las personas que no realizan suficiente ejercicio tienen entre un 20% y un 30% más de probabilidades de morir prematuramente en comparación con aquellas que se mantienen activas.
Por eso, es sumamente importante incluir actividad física regular para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, el consumo de tabaco y la exposición a productos derivados son responsables de aproximadamente el 10% de las muertes relacionadas con enfermedades del corazón, según la OMS.
Los chequeos médicos regulares desempeñan un papel crucial en la detección temprana de problemas cardíacos. Estudios como electrocardiogramas o ecocardiogramas ofrecen información valiosa para identificar alteraciones como arritmias o problemas coronarios que pueden resolverse si se actúa a tiempo.
Aunque no se presentan síntomas, controlar factores de riesgo como la hipertensión y el colesterol puede prevenir el desarrollo de enfermedades graves.
Mantener un estilo de vida saludable es esencial para proteger el corazón. Esto implica realizar ejercicio regularmente, seguir una dieta equilibrada, evitar el tabaco y moderar el consumo de alcohol. Además, es importante gestionar el estrés y acudir a chequeos médicos periódicos.
La prevención no solo reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, sino que también mejora la calidad y la expectativa de vida. Cuidar el corazón, al final, es cuidar la vida misma.
* El doctor Daniel López Rosetti es médico (MN 62540) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH). Y es autor de libros como: “Emoción y sentimientos” (Ed. Planeta, 2017), “Equilibrio. Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario.” (Ed. Planeta, 2019), entre otros.