¿Qué es la sed? Es un mecanismo cerebral que nos indica que nos está faltando agua y sales. El hipotálamo, una parte del cerebro, registra que nos falta el agua. Entonces tenemos sed. Y cómo tiene que hidratarse, con agua.
Agua pura, sin aditivos, ni tampoco líquidos como bebidas gaseosas o refrescos.
¿Qué sucede con la sed? Y acá hay dos trampitas. Uno, en general, cuando uno tiene sed ya está algo deshidratado entre un 1 y un 2%. La sed es un medidor que llega un poco tarde, sobre todo después de los 60 años. Después de los 60 años se pierden varias cosas. Una de ellas es la sensación de sed y uno tarda más en darse cuenta. Entonces uno tiene que evitar deshidratarse.
Entonces, ¿cómo lo hace? Tomando agua pura. Con mucha frecuencia. ¿Y qué cantidad? Dos litros o más.
¿Cómo saber si tomé la cantidad necesaria de agua?
Hay una forma extraordinaria de medir su propia hidratación: el color de la orina. Cuando la orina es oscura, uno está más deshidratado.
Y cuando la orina es más clara, más parecida al agua, uno está muy bien hidratado. Haga un experimento.
Tome ahora un vaso de agua. Al rato otro vaso de agua. A los 10 o 15 minutos, otro vaso de agua, después otro vaso de agua y va a ver que después, cuando vaya a orinar, la orina ya a la hora y media es más transparente, es más parecida al agua.
Por eso comencé la columna diciendo “pis claro, estás hidratado.”
¿Por qué es importante el agua para el cuerpo humano?
El agua es esencial para mantener el funcionamiento de todos los sistemas del organismo. Según los expertos de la Universidad de Harvard, desempeña funciones críticas como:
- Regular la temperatura corporal mediante la sudoración.
- Transportar nutrientes y oxígeno a las células.
- Eliminar desechos metabólicos a través de la orina.
- Lubricar articulaciones y proteger tejidos sensibles como los ojos y la médula espinal.
Un nivel adecuado de hidratación también es clave para prevenir problemas como el estreñimiento, cálculos renales y problemas cognitivos relacionados con la deshidratación leve. Por otro lado, una hidratación insuficiente puede comprometer la presión arterial, disminuir la energía y afectar el rendimiento físico y mental.
En general se cree que todas las personas deben consumir una cantidad fija de agua, como 8 vasos diarios, independientemente de las circunstancias. Sin embargo, las necesidades de hidratación son variables y dependen de factores como la temperatura, el nivel de actividad física y la dieta.
* El doctor Daniel López Rosetti es médico (MN 62540) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH). Y es autor de libros como: “Emoción y sentimientos” (Ed. Planeta, 2017), “Equilibrio. Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario.” (Ed. Planeta, 2019), entre otros.