Chau caracoles y babosas: las 8 claves para eliminarlos de tu jardín y balcón

La humedad y la abundante vegetación de estos espacios verdes facilitan que estos moluscos prosperen, convirtiéndose en visitantes frecuentes y causando daños importantes

Incorporar trampas de cerveza y coberturas de tejas son métodos efectivos para controlar caracoles y babosas sin utilizar productos químicos (Imagen Ilustrativa Infobae)

En muchos jardines, la presencia de caracoles y babosas puede convertirse rápidamente en un problema, impactando negativamente la salud de las plantas al devorar brotes jóvenes, hojas tiernas y frutos. Por eso se encuentran argumentos e ideas para eliminar estos animales del jardín y los balcones.

Las babosas prefieren ambientes oscuros y húmedos, refugiándose debajo de piedras y hojas para mantener su humedad corporal (Freepik)

¿Por qué tengo caracoles y babosas en mi jardín?

La presencia de caracoles y babosas en los jardines se debe principalmente a las condiciones de humedad y a la abundancia de vegetación, esenciales para su supervivencia. Estas plagas, que necesitan conservar su humedad corporal, buscan refugio en lugares frescos y protegidos del sol y del viento, como áreas bajo plantas frondosas, maleza y restos de hojas.

Durante la noche, las babosas son más activas, aprovechando las condiciones frescas para desplazarse en busca de alimento en jardines (Freepik)

Los jardines bien regados proporcionan un hábitat perfecto para estos moluscos, ya que ahí encuentran alimento en brotes jóvenes, hojas tiernas y frutas como fresas y tomates. Las babosas, además, suelen excavar en el suelo para mantenerse húmedas y acceder a raíces y tubérculos.

Las babosas excavan en el suelo no solo para retener humedad, sino también para alimentarse de raíces y tubérculos (Freepik)

Durante la primavera y el otoño, cuando el clima es moderado y húmedo, aumenta su actividad. Estas plagas son más activas de noche y en días nublados, condiciones que facilitan su desplazamiento sin riesgo de deshidratación. Su alimentación deja grandes hoyos en las plantas y rastros de mucosidad, señales típicas de su presencia en el jardín.

Caracoles y babosas encuentran en los jardines su hábitat ideal debido a la humedad y la vegetación abundante que favorecen su supervivenci (Imagen Ilustrativa Infobae)

8 Ideas para eliminar caracoles y babosas de mi jardín

Estas plagas son especialmente activas durante la primavera y el otoño, cuando el clima es moderado y húmedo, condiciones que facilitan su desplazamiento (Imagen Ilustrativa Infobae)

Su presencia está directamente relacionada con las condiciones de humedad y refugio que encuentran en estos entornos, lo que los convierte en visitantes frecuentes, especialmente en épocas de clima moderado y húmedo. Según AD Magazine, existen formas de eliminar dichos moluscos definitivamente de las casas o departamentos y son las siguientes:

Trampas de cerveza para atraer y eliminar plagas

La cerveza es un método efectivo para atraer a caracoles y babosas debido a su aroma. Colocar recipientes poco profundos llenos de cerveza cerca de las plantas vulnerables los atrae y, al caer en el líquido, quedan atrapados. Este método permite reducir la cantidad de plagas en el jardín de forma rápida, aunque es recomendable colocar los recipientes al final del día para mantener la higiene.

Tejas como refugios controlados

Las tejas o los ladrillos colocados en el suelo retienen la humedad y atraen a caracoles y babosas que buscan lugares frescos. Estas trampas pueden inspeccionarse diariamente y permitir la recolección manual de las plagas, que pueden trasladarse a áreas naturales fuera del jardín. Añadir restos de cáscaras de papa o naranja bajo las tejas aumenta su efectividad al ofrecerles alimentos que las atraen.

Uso de cenizas como barrera natural

La ceniza es una opción efectiva para disuadir a caracoles y babosas, ya que crea una superficie seca y abrasiva que evita su paso. Esparcir una línea de ceniza alrededor de las plantas forma una barrera protectora que estas plagas prefieren evitar. Además, las cenizas aportan minerales al suelo, aunque deben renovarse regularmente, sobre todo después de lluvias o riego.

Control de huevos para reducir la población

Revisar y retirar los huevos de babosas ayuda a controlar su reproducción y disminuye su presencia en el jardín. Estos huevos suelen encontrarse bajo hojas, piedras o en el suelo húmedo. Con una inspección cuidadosa y la recolección de estos huevos, se evita la proliferación de nuevas plagas, manteniendo el jardín libre de infestaciones sin recurrir a productos químicos.

Recipientes de plástico para proteger plantas jóvenes

Cubrir las plantas pequeñas con recipientes de plástico transparente crea una barrera física contra las babosas y caracoles. Al colocarlos sobre las plantas, estos protegen las áreas delicadas y evitan que las plagas accedan a ellas. Este método es particularmente útil para plantas en desarrollo que necesitan una protección extra contra daños.

Trapos húmedos como trampas nocturnas

Colocar trapos húmedos en el piso es una técnica sencilla para atraer babosas durante la noche. La humedad del trapo crea un entorno agradable para estas plagas, que se refugian en él. Al amanecer, el trapo puede retirarse y eliminarse junto con las babosas acumuladas. Este método permite capturarlas de forma efectiva y sin afectar el jardín.

Uso de metaldehído en áreas específicas

El metaldehído es un producto químico que actúa contra las babosas y caracoles, especialmente en jardines grandes o infestados. Este compuesto se presenta en gránulos que se distribuyen alrededor de las plantas. Las plagas lo consumen y, en un par de días, mueren. Al ser un método potente, se recomienda precaución en su aplicación, ya que puede ser tóxico para niños y animales domésticos.

Traslado manual a áreas de vegetación y agua

Agarrar caracoles y babosas de forma manual y trasladarlos a zonas naturales, como áreas de vegetación densa cerca de un río, permite controlar su presencia en el jardín sin dañarlos. Colocar recipientes o tejas en días de lluvia facilita su recolección, y después pueden liberarse en un entorno donde puedan sobrevivir sin causar problemas en el jardín.