El invento sin plástico y a base de palta que puede reemplazar el papel film para conservar alimentos

Un equipo de científicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU) en Singapur presentó una solución innovadora para el almacenamiento de alimentos: un envoltorio biodegradable hecho a base de carozo de palta.

Este desarrollo no solo promete revolucionar la forma en que conservamos nuestros alimentos, sino que también ofrece una alternativa ecológica que puede detectar el deterioro y alertar a los consumidores sobre el análisis de los productos.

Esta innovación responde a la necesidad urgente de soluciones sostenibles que reduzcan el uso de plásticos y combatan la contaminación ambiental.

El material del envoltorio combina elementos naturales que maximizan sus propiedades protectoras. La cáscara y el carozo de la palta son los ingredientes principales, conocidos por contener catequina y ácido clorogénico, compuestos con capacidades antioxidantes y antibacterianas. Estas sustancias ayudan a evitar la oxidación y reducen el crecimiento de bacterias, extendiendo la frescura de los alimentos.

Además, para dar mayor consistencia y resistencia al envoltorio, los científicos integraron almidón de durián y yaca, frutas exóticas que aportan cohesión y robustez al material.

Uno de los aspectos más destacados de este nuevo envoltorio es su capacidad para cambiar de color en respuesta a la revisión de los alimentos. Esto se logra gracias a la perseorangina, un compuesto natural de la palta que reacciona a las variaciones de pH.

Cuando los alimentos ricos en proteínas comienzan a deteriorarse, las bacterias descomponen sus aminoácidos, liberando compuestos de nitrógeno que incrementan el pH. Este cambio químico hace que el envoltorio pase de un color amarillo translúcido a marrón oscuro, advirtiendo visualmente a los consumidores sobre la inseguridad del alimento.

El desarrollo de este entorno supone un paso importante hacia un sistema alimentario más sostenible. En pruebas de laboratorio, el equipo de la NTU demostró que el envoltorio podía detectar el daño de alimentos como los camarones hasta dos días antes de que se percibieran signos visibles de deterioro.

Esta capacidad de actuar como un sistema de alerta temprana no solo ayuda a evitar el consumo de productos en mal estado, previniendo enfermedades, sino que también contribuye a reducir el desperdicio de alimentos.

De este modo, se optimiza el uso de los recursos alimentarios y se disminuye la cantidad de alimentos desechados.

El envoltorio desarrollado por la NTU supera al papel film tradicional en varios aspectos. En primer lugar, es biodegradable, lo que significa que puede descomponerse de forma natural sin contribuir a la proliferación de microplásticos.

En segundo lugar, está hecho a partir de materiales reciclados como los carozos de palta y subproductos de frutas, lo que fomenta un enfoque de reciclaje y aprovechamiento de residuos. Además, gracias a sus compuestos antibacterianos y antioxidantes, protege los alimentos de forma más eficiente, prolongando su vida útil.

Por último, la capacidad de cambiar de color y alertar sobre la evaluación lo convierte en un aliado en la prevención de enfermedades y en la promoción de un consumo más responsable.

El papel film, que se popularizó a mediados del siglo XX, es una herramienta común en las cocinas de todo el mundo por su capacidad para adherir a distintos recipientes y su bajo costo.

Sin embargo, su producción y uso generan problemas ambientales significativos. Aunque es técnicamente reciclable, en la práctica, muchas personas no lo depositan en la basura adecuada, lo que contribuye a la contaminación por microplásticos. Estos pequeños fragmentos de plástico tienen un impacto duradero en los ecosistemas y en la vida silvestre, contaminando los océanos y los suelos. La introducción de alternativas sostenibles, como el voltorio de la NTU, se vuelve crucial para mitigar estos efectos y avanzar hacia un futuro más amigable con el medio ambiente.