Todo lo que hay que saber sobre la celulitis: diferentes tipos, causas y cómo prevenirla

Es uno de los dilemas estéticos que más preocupa a las mujeres, y afecta entre el 85 y el 90% de ellas en todo el mundo, sin distinción entre delgadas y con sobrepeso. De qué manera un estilo de vida sedentario, la mala alimentación y el estrés agravan su presencia

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La celulitis es una alteración estética que afecta a casi todas las mujeres, especialmente en muslos, glúteos y abdomen (Imagen Ilustrativa Infobae)
La celulitis es una alteración estética que afecta a casi todas las mujeres, especialmente en muslos, glúteos y abdomen (Imagen Ilustrativa Infobae)

La celulitis, una alteración estética que afecta entre el 85% y el 90% de las mujeres desde la adolescencia, puede convertirse en una preocupación en esta época del año.

Aunque no compromete la salud, su presencia genera inquietud y malestar, especialmente porque los factores que la provocan son variados y complejos.

La llamada “piel de naranja” surge por una acumulación de grasa en la hipodermis, la capa más profunda de la piel, que forma los característicos nódulos y hoyuelos. Aceptar este fenómeno corporal es crucial, pero para muchas mujeres, mejorar su aspecto es una necesidad.

Según explicó a Infobae la médica cirujana Cristina Sciales (MN 66.744), “es importante sostener una serie de hábitos que ayudarán a mejorar el aspecto de la piel”, en referencia a la importancia de una dieta equilibrada y de mantenerse activos.

A pesar de que la celulitis no distingue entre personas delgadas o con sobrepeso, un estilo de vida sedentario, el consumo de alimentos ricos en grasas y carbohidratos, y factores como el estrés, el tabaco y ciertos medicamentos pueden agravar su aparición. “La celulitis no es una cuestión de vida o muerte, pero cuidar la piel con hábitos saludables marca la diferencia”, insistió.

Cuáles son las causas detrás de la aparición de celulitis

La celulitis flácida afecta a mujeres mayores de 40 años y está relacionada con la pérdida de elasticidad de la piel (Imagen ilustrativa Infobae)
La celulitis flácida afecta a mujeres mayores de 40 años y está relacionada con la pérdida de elasticidad de la piel (Imagen ilustrativa Infobae)

El proceso de formación de la celulitis no es sencillo. Diversos factores se entrelazan, entre ellos los hormonales, genéticos e inflamatorios. El médico especialista en cirugía plástica y reparadora Alfredo Romero (MN 105.550) señaló que las alteraciones circulatorias, junto con la retención de líquidos y la pérdida de elasticidad de la piel, agravan el aspecto de la celulitis.

“La piel adquiere un aspecto flácido y con pocitos, no solo por el aumento de grasa, sino por la combinación de varios procesos que afectan la dermis”, explicó Romero.

Este problema, predominantemente femenino, tiene mucho que ver con la disposición del tejido graso bajo la piel. En las mujeres, las fibras que mantienen la grasa subcutánea están dispuestas de manera vertical, lo que facilita la formación de los hoyuelos. Esto contrasta con los hombres, donde estas fibras se distribuyen de manera oblicua, lo que explica por qué la celulitis es rara en ellos. Además, factores como el embarazo o la toma de anticonceptivos también contribuyen a su aparición, debido a los cambios hormonales asociados.

Cuántos tipos de celulitis existen

La celulitis indurada es dura y dolorosa al tacto, mientras que la edematosa se caracteriza por exagerada y pesadez (Imagen Ilustrativa Infobae)
La celulitis indurada es dura y dolorosa al tacto, mientras que la edematosa se caracteriza por exagerada y pesadez (Imagen Ilustrativa Infobae)

No todas las celulitis son iguales. Sciales clasificó este fenómeno en cuatro tipos, que van desde la más dura hasta una mezcla de varias:

  • Celulitis indurada: caracterizada por ser densa y dolorosa al tacto, con una textura granulosa y adherida al tejido profundo.
  • Celulitis edematosa: se manifiesta en piernas con aumento y nódulos dolorosos, y está asociada con insuficiencia venosa o linfática.
  • Celulitis flácida: más común en mujeres mayores de 40 años, que produce un tejido esponjoso y móvil, a menudo acompañado de piel laxa y estrías.
  • Celulitis mixta: combina características de las otras tres formas.

Cada tipo requiere un enfoque diferente en su tratamiento, y es esencial que sea diagnosticado por un especialista para determinar la mejor forma de abordarla.

¿Es posible prevenir la celulitis?

Mantener hábitos saludables, como beber agua y hacer ejercicio, es clave para prevenir y tratar la celulitis (Imagen ilustrativa Infobae)
Mantener hábitos saludables, como beber agua y hacer ejercicio, es clave para prevenir y tratar la celulitis (Imagen ilustrativa Infobae)

Ante este panorama, las soluciones no son simples ni milagrosas. La médica especialista en cirugía plástica y estética Griselda Seleme (MN 80.033) subrayó en diálogo con este medio la importancia de un tratamiento personalizado y multidisciplinario para combatir la celulitis.

“Las celulitis no son todas iguales”, remarcó, y destacó que dependiendo del tipo y la textura del tejido afectado, se requieren enfoques distintos. “Podemos combatirla y tratarla, pero los milagros no existen”, afirmó la experta, quien trabaja con sus pacientes a través de tratamientos combinados que incluyen tecnología, ejercicio y cambios en la alimentación.

Uno de los pilares fundamentales para la prevención es mantener hábitos de vida saludables. Tomar suficiente agua, aproximadamente dos litros al día, ayuda al cuerpo a eliminar toxinas y mejorar la elasticidad de la piel. Asimismo, una alimentación rica en frutas, verduras y proteínas ligeras, como el pescado y las aves, contribuye a mantener el tejido cutáneo firme. La práctica del deporte también es esencial, ya que favorece la circulación y evita la acumulación de grasa.

“Es crucial entender que la predisposición a sufrir celulitis es altísima”, destacó Seleme. La gran mayoría de las mujeres están genéticamente predispuestas a desarrollar algún grado de celulitis a lo largo de su vida, lo que hace aún más relevante la prevención mediante un estilo de vida activo y saludable. “La clave está en ser constantes y no esperar soluciones rápidas”, añadió.

¿El estrés como factor agravante?

El estrés incrementa la producción de cortisol, una hormona que favorece la acumulación de grasa en las piernas (Getty)
El estrés incrementa la producción de cortisol, una hormona que favorece la acumulación de grasa en las piernas (Getty)

El estilo de vida moderno, caracterizado por altos niveles de estrés, también contribuye a la aparición de celulitis.

En este punto, Sciales explicó que el estrés provoca la liberación de cortisol, una hormona que favorece la acumulación de grasa, especialmente en las piernas. “El cuerpo refleja nuestras emociones, y el estrés deja su huella en varias partes del cuerpo, incluida la piel”, señaló la experta.

Además, el consumo de tabaco y alcohol agrava el problema al dañar la microcirculación, lo que impide que la piel reciba la oxigenación y los nutrientes necesarios para mantenerse firme.

Ciertos medicamentos, como los antihistamínicos, betabloqueantes y tratamientos antitiroideos, también están asociados con un empeoramiento de la celulitis, lo que añade una capa más de complejidad al tratamiento.

La vida sedentaria y una dieta rica en grasas y carbohidratos empeoran el aspecto de la celulitis (Getty)
La vida sedentaria y una dieta rica en grasas y carbohidratos empeoran el aspecto de la celulitis (Getty)

En última instancia, aunque la celulitis es un fenómeno extremadamente común, la combinación de tratamientos médicos, hábitos saludables y la aceptación del propio cuerpo puede hacer que esta preocupación estética sea más llevadera. “No es necesario volverse loca con la celulitis. Es algo que afecta a casi todas las mujeres, y aunque su tratamiento no es sencillo, sí es posible mejorar su aspecto”, concluyó Sciales, haciendo hincapié en la importancia de no obsesionarse con este problema y adoptar una perspectiva equilibrada.

La celulitis, como tantos otros aspectos del cuerpo femenino, sigue siendo un reto que va más allá de la estética. Pero con las herramientas adecuadas y un enfoque centrado en la salud integral, se puede mantener bajo control y, sobre todo, aprender a convivir con ella sin desesperación.

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