Vivir hasta los 117 años: cuáles fueron las dos recomendaciones de María Branyas Morera

Fue la persona más longeva del mundo y falleció en las últimas horas. Qué consejos dejó para tener una mejor calidad de vida

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María Branyas Morera, quien vivió 117 años y fue reconocida como la persona más longeva del mundo
María Branyas Morera, quien vivió 117 años y fue reconocida como la persona más longeva del mundo

María Branyas Morera, quien a sus 117 años era la persona más longeva del mundo hasta su reciente fallecimiento, dejó un legado que va más allá de su edad. Indudablemente, sus genes fueron parte de este récord.

Su hija, Rosa Moret, de 78 años, señaló en una entrevista que la mujer nunca tuvo que ser hospitalizada ni sufrió fracturas, lo que llevó a los médicos a concluir que su genética, combinada con un estilo de vida equilibrado, jugó un papel crucial en su longevidad.

Ahora bien, según relató María Branyas Morera, hubo una serie de hábitos que llevó adelante. Entre las recomendaciones que compartió en algunas entrevistas, dos destacan por su simplicidad y profundidad: rodearse de un entorno feliz y buscar momentos de relajación para meditar.

En un mundo donde cada vez más personas alcanzan edades avanzadas, las palabras de Branyas resuenan con mayor fuerza: para 2030, una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más, según proyecciones globales. Este crecimiento en la población mayor subraya la importancia de adoptar hábitos que promuevan la salud y el bienestar en la vejez.

La socialización: un pilar para la longevidad

Uno de los pilares que Branyas enfatizó fue la importancia de rodearse de personas que generen un entorno positivo.

Según estudios, la socialización frecuente puede reducir el riesgo de muerte en un 42%, siendo un componente clave para la longevidad y el bienestar en edades avanzadas, tal como demuestran investigaciones recientes
Según estudios, la socialización frecuente puede reducir el riesgo de muerte en un 42%, siendo un componente clave para la longevidad y el bienestar en edades avanzadas, tal como demuestran investigaciones recientes

Esta idea se refuerza con estudios recientes que han explorado cómo la socialización afecta la longevidad. Un estudio publicado en 2023 en el Journal of Epidemiology & Community Health evaluó a más de 28,000 personas mayores en China y encontró que aquellos que socializaban casi a diario tenían una probabilidad significativamente mayor de vivir más tiempo en comparación con aquellos que socializaban con menos frecuencia o no lo hacían.

La investigación mostró que socializar al menos una vez al mes estaba asociado con una reducción del 42% en el riesgo de muerte, mientras que hacerlo casi a diario podía retrasar el tiempo hasta la muerte en un 204%.

Este vínculo entre la socialización y la longevidad no es un descubrimiento aislado. Un análisis meta-analítico publicado en Frontiers in Psychology en 2021 revisó 23 estudios longitudinales que incluyeron a más de 1,458 millones de participantes y confirmó que el apoyo social no solo reduce la mortalidad, sino que también actúa como un amortiguador contra el estrés, lo que promueve una mejor salud mental y física.

El estudio de la población mayor de Ikaria, Grecia, reveló que el 78% de los habitantes mayores de 90 años mantenían contactos sociales diarios, lo que contribuye a la longevidad, en línea con las recomendaciones de María Branyas Morera sobre la importancia de la socialización
(Getty Images)
El estudio de la población mayor de Ikaria, Grecia, reveló que el 78% de los habitantes mayores de 90 años mantenían contactos sociales diarios, lo que contribuye a la longevidad, en línea con las recomendaciones de María Branyas Morera sobre la importancia de la socialización (Getty Images)

El trabajo destacó cómo las relaciones sociales pueden influir en los mecanismos psicobiológicos que regulan el sistema nervioso autónomo, el eje HPA y el sistema inmunológico, todos los cuales son críticos para la longevidad.

El impacto de la socialización en la salud y la longevidad ha sido objeto de interés en múltiples estudios y culturas. Por ejemplo, en las “Zonas Azules” del mundo, donde las personas tienen una expectativa de vida significativamente más alta, se ha observado que las relaciones sociales fuertes son un factor clave para la longevidad.

Otro estudio centrado en la población mayor de Ikaria, Grecia, encontró que el 78% de los habitantes mayores de 90 años mantenían contactos sociales diarios, lo que contribuía a su notable longevidad

La meditación: una herramienta ancestral para una vida larga y saludable

Además de la socialización, Branyas también destacó la importancia de la meditación y la relajación como herramientas clave para el bienestar.

La meditación ha demostrado ser eficaz en la reducción del estrés, la presión arterial y la ansiedad, según la Sociedad Americana del Corazón, siendo una práctica esencial para una vida larga y saludable
(Imagen ilustrativa Infobae)
La meditación ha demostrado ser eficaz en la reducción del estrés, la presión arterial y la ansiedad, según la Sociedad Americana del Corazón, siendo una práctica esencial para una vida larga y saludable (Imagen ilustrativa Infobae)

Según la Sociedad Americana del Corazón, la meditación es una práctica con raíces que se remontan a 7,000 años atrás, y se ha demostrado que es eficaz en la reducción del estrés, la presión arterial y la ansiedad. La meditación no solo actúa sobre el sistema nervioso, sino que también tiene efectos profundos en la salud cerebral.

Un estudio reciente publicado en The Lancet Healthy Longevity señala que la meditación puede influir en la longevidad al mejorar la salud cerebral, ralentizar los efectos cognitivos del envejecimiento y fortalecer el sistema inmunológico.

La meditación permite a las personas manejar mejor el estrés y disfrutar de una mayor calidad de vida, lo cual es esencial para quienes buscan envejecer de manera saludable. La mente se puede entrenar y equilibrar a través de la meditación, lo que mejora no solo la salud mental, sino también la capacidad de enfrentar los desafíos físicos y emocionales de la vida.

Investigaciones han demostrado que el apoyo social, como el que promovía Branyas Morera, regula el sistema nervioso autónomo y fortalece el sistema inmunológico, ambos factores cruciales para una vida larga y saludable, lo que refuerza su legado de longevidad
(iStock)
Investigaciones han demostrado que el apoyo social, como el que promovía Branyas Morera, regula el sistema nervioso autónomo y fortalece el sistema inmunológico, ambos factores cruciales para una vida larga y saludable, lo que refuerza su legado de longevidad (iStock)

La ciencia respalda estos beneficios de la meditación. El Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral de Estados Unidos ha documentado que la meditación mejora el bienestar general al reducir los síntomas del estrés postraumático, la ansiedad y el insomnio, además de favorecer la regulación del sistema nervioso autónomo. Estos beneficios no solo contribuyen a una mayor longevidad, sino que también mejoran la calidad de vida, haciendo de la meditación una práctica valiosa para quienes buscan envejecer con bienestar.

Quién fue María Branyas Morera

María Branyas Morera falleció pacíficamente mientras dormía, según lo comunicado en sus redes sociales oficiales. La mujer de 117 años, nacida en Estados Unidos de padres españoles, era la persona más longeva del mundo.

Branyas Morera nació en junio de 1907 en los Estados Unidos y se trasladó a España con apenas ocho años. A lo largo de su vida, tuvo que enfrentarse a numerosos desafíos históricos y personales, entre ellos, la Primera y Segunda Guerra Mundial, la guerra civil española y la gripe española.

María Branyas Morera, nacida en 1907, vivió acontecimientos históricos como las dos guerras mundiales, la guerra civil española y la gripe española
María Branyas Morera (Twitter @DEMOGRAFIA_CSIC)
María Branyas Morera, nacida en 1907, vivió acontecimientos históricos como las dos guerras mundiales, la guerra civil española y la gripe española María Branyas Morera (Twitter @DEMOGRAFIA_CSIC)

Sorprendentemente, también superó el COVID-19 a los 113 años, lo que le valió el apodo de “mujer de hierro”. Su longevidad no fue solo un dato curioso, sino que sirvió de inspiración al mantener una vida plena, llegando a formar una familia con tres hijos, siete nietos y 11 bisnietos.

Branyas pasó sus últimos años en la residencia de ancianos Santa María del Tura en la ciudad de Olot, en el noreste de España. El 17 de enero de 2023, su longevidad fue reconocida mundialmente al ser certificada como la persona más longeva del planeta por el libro de los récords Guinness.

En relación con su dieta, Branyas mencionó en repetidas ocasiones que uno de sus alimentos preferidos era el yogur, debido a sus numerosas propiedades beneficiosas para la salud. “Un consejo: en una época en la que constantemente surgen dietas y alimentos milagrosos para el bienestar y la salud, es necesario rescatar el yogur; un alimento de siempre con un sinfín de propiedades positivas para el organismo y que alarga la vida”, dijo.

El yogur, ¿un aliado de la longevidad?

Un reciente metaanálisis de 14 estudios realizados en Estados Unidos, Reino Unido, Países Bajos, España, Australia y Japón, que cubrió una muestra de 483.090 personas, ha demostrado que incrementar el consumo diario de yogur en 50 g puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en un 7%. Esta información se incluyó en un estudio liderado por un grupo de investigadores argentinos y publicada en la revista Frontiers in Nutrition.

La relación entre el consumo de yogur y la reducción de la obesidad fue resaltada en un estudio que afirmó que el yogur podría ser clave para mejorar la dieta diaria, un alimento simple y tradicional que María Branyas Morera valoraba por sus beneficios para la salud
La relación entre el consumo de yogur y la reducción de la obesidad fue resaltada en un estudio que afirmó que el yogur podría ser clave para mejorar la dieta diaria, un alimento simple y tradicional que María Branyas Morera valoraba por sus beneficios para la salud

El estudio, que también abordó la relación entre el consumo de yogur y la obesidad, afirmó que el yogur podría ser un componente clave para mejorar la dieta diaria. Según el documento, en un contexto donde la alimentación global es poco diversa y con deficiencias en alimentos nutritivos, un aumento moderado en el consumo de yogur tiene el potencial de incrementar hasta un 10% la densidad nutricional de la dieta.

Los autores del estudio subrayaron que la relación entre los productos lácteos y la diabetes tipo 2 varía según el tipo de producto lácteo y su contenido de grasa. Además, mencionaron que los niveles iniciales de glucemia de los consumidores juegan un papel importante en esta asociación.

El estudio menciona que, a pesar de los beneficios del yogur, es esencial considerar la composición de grasa de los productos lácteos. No todos los lácteos tienen el mismo efecto y su potencial beneficio depende de estos factores. Asimismo, se recuerda la importancia de una alimentación variada y el papel del yogur como un componente beneficioso dentro de un contexto dietético equilibrado.

El tema de las “calorías ocultas”, presentes en alimentos que aumentan la ingesta de grasas saturadas y azúcar, también fue destacado. Este tipo de calorías se encuentra en productos procesados y ultraprocesados que, a largo plazo, contribuyen a la obesidad y otras enfermedades metabólicas.

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