Hacer mantequilla de almendras en casa puede parecer una tarea complicada, pero una vez que pruebas el resultado, es difícil volver a la versión comprada en la tienda. Esta mantequilla es ultra cremosa y espesa, con un sabor a almendras recién tostadas que eleva cualquier desayuno o snack a otro nivel. Además, es más asequible que comprarla ya preparada, lo que la convierte en una opción perfecta para quienes disfrutan de la cocina casera y buscan un producto de calidad superior.
La mantequilla de almendras no solo es deliciosa, sino que también es una excelente fuente de nutrientes. Está cargada de grasas saludables, proteína, fibra, y vitaminas esenciales como la vitamina E. Al hacerla en casa, puedes personalizarla a tu gusto, añadiendo un toque de canela, vainilla o incluso un poco de miel o jarabe de arce para darle un sabor único. Con solo un procesador de alimentos o una licuadora potente y un poco de paciencia, puedes tener tu propia mantequilla de almendras fresca y natural en menos de media hora.
Receta de mantequilla de almendras casera
La preparación de mantequilla de almendras casera es un proceso simple, pero requiere de paciencia. Comienza tostando las almendras para intensificar su sabor y facilitar el proceso de mezcla. Luego, simplemente tritúralas hasta obtener una textura cremosa y suave. Este proceso puede parecer que no avanzará, pero con un poco de persistencia, las almendras se transformarán en una deliciosa mantequilla.
Tiempo de preparación
La preparación de esta mantequilla de almendras toma aproximadamente 25 minutos en total. Esto incluye 10 minutos para tostar las almendras y otros 15 minutos para procesarlas hasta obtener la consistencia deseada.
Ingredientes:
- 16 onzas (3 tazas) de almendras crudas.
- ¼ de cucharadita de sal (opcional).
- ¼ de cucharadita de canela molida (opcional).
- ½ cucharadita de extracto de vainilla (opcional).
- 2 cucharadas de jarabe de arce o miel (opcional).
Cómo hacer mantequilla de almendras casera, paso a paso
- Precalienta el horno a 175°C (350°F).
- Esparce las almendras crudas en una bandeja para hornear con borde y tuéstalas durante 10 minutos, removiendo a la mitad del tiempo.
- Deja que las almendras se enfríen ligeramente, aproximadamente 10 minutos.
- Transfiere las almendras a un procesador de alimentos o licuadora potente.
- Procesa las almendras, rascando los lados según sea necesario. Pasarán de una consistencia de harina a formar grumos, luego una bola, y finalmente se volverán una mezcla cremosa. Ten paciencia, este proceso puede tardar unos 15 minutos.
- Una vez que la mantequilla esté suave y cremosa, añade la sal y cualquier otro ingrediente opcional (canela, vainilla, jarabe de arce).
- Procesa un poco más hasta que los ingredientes adicionales se integren completamente.
- Deja enfriar a temperatura ambiente y transfiere la mantequilla a un frasco de vidrio con tapa hermética.
- Guarda en la nevera por hasta 2 semanas, o hasta que notes signos de deterioro.
¿Cuántas porciones rinde esta receta?
Con esta cantidad de ingredientes, esta receta rinde aproximadamente 1 ⅔ taza de mantequilla de almendras, lo que equivale a 16 onzas o un frasco estándar de mantequilla de almendras comercial.
¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?
Cada porción de esta mantequilla de almendras casera contiene aproximadamente:
- Calorías: 200
- Grasas: 19 g
- Grasas saturadas: 1.5 g
- Carbohidratos: 6 g
- Azúcares: 1 g (sin incluir endulzantes adicionales)
- Proteínas: 5 g
Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?
La mantequilla de almendras casera se puede conservar en la nevera por hasta 2 semanas, siempre que se mantenga en un recipiente hermético.
Los beneficios de la mantequilla de almendras
La mantequilla de almendras es una fuente rica de grasas saludables, esencialmente ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, que son conocidos por sus beneficios para la salud cardiovascular. Estas grasas ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (malo) y aumentan el colesterol HDL (bueno), promoviendo así un corazón más saludable. Además, las almendras son una excelente fuente de vitamina E, un antioxidante potente que protege las células del daño oxidativo y contribuye a la salud de la piel.
Además de las grasas saludables, la mantequilla de almendras ofrece una buena cantidad de proteínas y fibra, lo que la convierte en un alimento ideal para mantener la sensación de saciedad y favorecer una digestión saludable. La proteína es esencial para la construcción y reparación de tejidos, mientras que la fibra ayuda a regular el tránsito intestinal y puede prevenir la constipación. También es una fuente de minerales como magnesio, que participa en múltiples funciones corporales, incluyendo la regulación de la función muscular y nerviosa. Asimismo, contiene calcio, que es crucial para la salud ósea. Estos nutrientes combinados hacen de la mantequilla de almendras una opción nutritiva y deliciosa que puede complementar diversas dietas y estilos de vida.