Receta de volcán de chocolate, rápida y fácil

En pocos minutos y con ingredientes sencillos, se puede crear un postre espectacular que sorprenderá a los invitados y deleitará el paladar

Este postre de Chocolate es ideal para cocinarlo a la tarde con amigos (Freepik)

El volcán de chocolate es uno de esos postres que, sin importar la ocasión, siempre logra impresionar. Su exterior ligeramente crujiente contrasta perfectamente con el interior suave y fundido, creando una experiencia deliciosa en cada bocado. Este postre, también conocido como “lava cake”, se ha ganado su lugar en los menús de los mejores restaurantes, pero lo cierto es que puedes prepararlo en casa con facilidad y sorprender a tus invitados con esta joya de la repostería.

El origen del volcán de chocolate es relativamente moderno. Aunque existen algunas controversias sobre quién lo inventó, la mayoría de las historias apuntan a los años 80, cuando el chef francés Michel Bras perfeccionó su receta. Desde entonces, este postre ha conquistado paladares alrededor del mundo, y con razón. Lo mejor de todo es que no necesitas ser un experto en la cocina para lograr un volcán de chocolate perfecto. Con una receta sencilla y rápida, podrás disfrutar de esta delicia en poco tiempo, ideal para cuando quieres un postre sofisticado sin complicarte demasiado.

Receta de volcán de chocolate

Se cree que en la década del 80 se comenzó a perfeccionar la receta de este exquisito postre (Freepik)

La receta de volcán de chocolate se caracteriza por ser simple y rápida, ideal para quienes buscan un postre que luzca espectacular sin requerir mucho tiempo en la cocina. La clave está en la cocción: el tiempo justo en el horno es lo que permite que el interior se mantenga líquido, creando ese efecto “volcán” cuando lo cortas.

Tiempo de preparación

Para esta receta de volcán de chocolate, necesitarás aproximadamente 25 minutos en total. Este tiempo se desglosa en:

  • Preparación de la mezcla: 10 minutos
  • Cocción en el horno: 12-15 minutos

Ingredientes

  • 150 g de chocolate negro de buena calidad
  • 100 g de mantequilla sin sal
  • 3 huevos grandes
  • 100 g de azúcar
  • 50 g de harina de trigo
  • 1 pizca de sal
  • Mantequilla y cacao en polvo para engrasar los moldes

Cómo hacer volcán de chocolate, paso a paso

Este postre es muy fácil de prepararlo y seguramente muy divertido (Freepik)
  • Precalienta el horno a 200°C.
  • Engrasa bien los moldes individuales con mantequilla y espolvorea con cacao en polvo. Esto ayudará a que los volcanes se desmolden fácilmente.
  • Derrite el chocolate y la mantequilla juntos en un bol a baño maría o en el microondas, mezclando hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
  • En otro bol, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté esponjosa y haya aumentado su volumen.
  • Incorpora el chocolate derretido a la mezcla de huevos y azúcar, mezclando suavemente.
  • Añade la harina tamizada y una pizca de sal a la mezcla, integrándola con movimientos envolventes.
  • Reparte la mezcla en los moldes preparados, llenándolos hasta las 3/4 partes.
  • Hornea durante 12-15 minutos. Los bordes deben estar cocidos, pero el centro debe mantenerse líquido.
  • Una vez listos, retira del horno y deja reposar 1-2 minutos antes de desmoldar con cuidado. Sirve inmediatamente, acompañados de helado de vainilla o frutas frescas, si lo deseas.

¿Cuántas porciones rinde esta receta?

Con esta cantidad de ingredientes, esta receta de volcán de chocolate rinde 4 porciones individuales.

¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?

Cada porción de este volcán de chocolate contiene aproximadamente:

  • Calorías: 400
  • Grasas: 28 g
  • Grasas saturadas: 16 g
  • Carbohidratos: 35 g
  • Azúcares: 24 g
  • Proteínas: 6 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?

El volcán de chocolate se puede conservar en la heladera por hasta 2 días, aunque es recomendable consumirlo fresco para disfrutar del contraste entre el exterior crujiente y el interior fundido. Si decides guardarlo, es mejor recalentarlo brevemente en el microondas antes de servir.