El chucrut es un acompañamiento tradicional de la cocina alemana que ha conquistado paladares en todo el mundo. Aunque su preparación puede parecer intimidante, hacer chucrut en casa es sorprendentemente fácil y gratificante. Este proceso de fermentación transforma simples hojas de repollo en un manjar ácido y crujiente, ideal para acompañar carnes, salchichas o incluso agregar un toque agrio a tus ensaladas. La magia del chucrut radica en su simplicidad: repollo, sal, y paciencia son todo lo que necesitas para crear este plato versátil y lleno de sabor.
La historia del chucrut se remonta a siglos atrás, y aunque es comúnmente asociado con Alemania, se cree que su origen proviene de China, donde los constructores de la Gran Muralla solían fermentar vegetales para conservarlos durante el invierno. El chucrut no solo es delicioso, sino también saludable, ya que es una excelente fuente de probióticos naturales que benefician la salud digestiva. Con esta receta rápida y fácil, podrás disfrutar de todo el sabor del chucrut casero sin complicaciones.
Receta de chucrut casero
El proceso para hacer chucrut casero comienza con la selección de un repollo fresco, que se pica finamente y se mezcla con sal para extraer sus jugos naturales. Este líquido es fundamental, ya que cubre el repollo y permite que se fermente sin que entre aire, evitando así la proliferación de bacterias no deseadas. El repollo se prensa y se guarda en un frasco limpio, donde fermentará durante unos días hasta alcanzar el nivel de acidez deseado.
Tiempo de preparación
La preparación de esta receta de chucrut casero es rápida y sencilla, tomando aproximadamente 30 minutos para cortar y salar el repollo, y unos 7 a 10 días de fermentación. El tiempo de fermentación puede variar dependiendo de la temperatura ambiente y del gusto personal por la acidez.
Ingredientes
- 1 repollo verde mediano (alrededor de 1 kg)
- 1 ½ cucharada de sal marina sin refinar
- 1 cucharadita de semillas de alcaravea (opcional, para un sabor más auténtico)
- Frascos de vidrio con tapa hermética
Cómo hacer chucrut casero, paso a paso
- Preparar el repollo: Retira las hojas externas del repollo y corta el núcleo. Luego, pica el repollo finamente o rállalo.
- Mezclar con sal: Coloca el repollo picado en un bol grande. Añade la sal y las semillas de alcaravea (si decides usarlas). Mezcla bien, masajeando el repollo con las manos hasta que comience a soltar su jugo, lo que debería tomar unos 5-10 minutos.
- Envasar y prensar: Transfiere el repollo y su jugo a un frasco de vidrio limpio, presionándolo firmemente para eliminar burbujas de aire. Asegúrate de que el repollo quede completamente cubierto por su jugo.
- Fermentar: Coloca una hoja de repollo reservada encima del repollo picado para mantenerlo sumergido. Cierra el frasco sin apretar demasiado la tapa para permitir que los gases escapen durante la fermentación.
- Almacenar: Deja el frasco a temperatura ambiente (20-22°C) durante 7-10 días. Revisa el chucrut diariamente y presiona hacia abajo si es necesario para mantenerlo cubierto de líquido.
- Probar y almacenar: Después de 7 días, prueba el chucrut. Si está a tu gusto, transfiérelo al refrigerador para detener la fermentación y conservarlo.
¿Cuántas porciones rinde esta receta?
Con esta receta se obtiene aproximadamente 1 litro de chucrut, lo que equivale a unas 8-10 porciones, dependiendo del uso.
¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?
Cada porción de chucrut casero (alrededor de 100 g) contiene aproximadamente:
- Calorías: 27
- Grasas: 0 g
- Grasas saturadas: 0 g
- Carbohidratos: 6 g
- Azúcares: 3 g
- Proteínas: 1 g
Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?
El chucrut casero se puede conservar en la heladera por hasta 6 meses, siempre y cuando se mantenga bien cubierto y en su líquido para evitar que se seque o se contamine.