Desengrasar las ollas es una tarea ardua, sobre todo cuando las manchas llevan un tiempo. Sin embargo, con algunos trucos sencillos es posible simplificar el proceso. Más allá de que los utensilios se usan con cotidianeidad o no, con simples pasos se puede tenerlos en perfectas condiciones.
Además, en algunas ollas se puede enfrentar manchas que no son de grasa, sino de quemaduras. Si bien es otro desafío, con las mismas técnicas se puede obtener el mismo resultado: que luzca como nueva.
Lo primero que se recomienda es dejar en remojo la olla o el utensilio a limpiar, con agua caliente y algún desengrasante, incluso puede ser con detergente. Tras esperar unos minutos para que los productos y el agua caliente hagan efecto, se enjuaga con una esponja. Y luego, empiezan los trucos.
Cómo desengrasar las ollas de forma rápida y fácil
Si las manchas de grasa no salen al intentar lavarlas comúnmente, hay que recurrir a un truco casero. Primero se debe espolvorear una gran cantidad de bicarbonato de sodio en las partes sucias y luego hay que añadir un poco de vinagre blanco. Entre los dos productos se genera una efervescencia que es altamente eficaz contra las manchas de grasa. Se enjuaga con una limpieza suave con esponja.
Sin embargo, si al primer intento no se quitan las manchas, se recomienda dejar actuar la mezcla de bicarbonato y vinagre durante unos 10 o 15 minutos, y luego nuevamente pasar la esponja. Finalmente, se vuelve a limpiar, pero sólo con agua caliente para terminar de sacar restos de la mezcla.
¿Por qué el bicarbonato de sodio con vinagre ayuda a limpiar los elementos de la cocina?
Esta mezcla es la más famosa a la hora de sacar la grasa y manchas difíciles de los utensilios. “Cuando se limpia con bicarbonato de sodio o vinagre, en realidad se están realizando manipulaciones muy complicadas de moléculas”, dijo May Nyman, profesora del departamento de química de la Universidad Estatal de Oregón, a Live Science.
“El bicarbonato de sodio es lo opuesto al vinagre. Es agresivo como el vinagre, pero disuelve la materia orgánica”, explicó Nyman al medio. La profesora habló del pH de cada producto, este es bastante ácido, mientras que el bicarbonato no.
Cómo limpiar las ollas con sal gruesa
La sal gruesa es otro producto que ayuda a sacar las manchas de grasa más complicadas de limpiar. Al igual que con el bicarbonato de sodio, se debe poner una cantidad generosa sobre las partes sucias. Luego, con un paño húmedo, hay que frotar, con mucho cuidado para no dañar la superficie, en especial en los casos de las ollas que tengas material antiadherente.
Otra truco para limpiar que involucra la sal, es con limón. Otra vez se debe poner una buena cantidad de sal sobre la olla y luego exprimir un limón para que el jugo caiga sobre la sal. Esta mezcla de los dos productos se debe dejar actuar por unos minutos antes de limpiar con un paño húmero o una esponja.