En la tierra del Malbec, el Pinot Noir también se hace sentir, más allá de tratarse de dos mundos diferentes dentro del universo vínico. No obstante, por sus cualidades pueden ser muy competitivos, al menos en Argentina. Es cierto que del Malbec hay muchos más exponentes, básicamente porque hay casi 50.000 hectáreas plantadas, contra las casi dos mil del Pinot Noir. Pero a la hora de la verdad, ya sea en una vinoteca o en un restaurante, pueden competir de igual a igual, sobre todo en la alta gama, porque con ambas uvas se pueden hacer muy buenos vinos por estas tierras.
¿Qué tiene de especial el Pinot Noir? Básicamente es un tinto suave, y eso le gusta a la mayoría. Sus texturas suelen ser muy delicadas y sus sabores bien frutados, aunque los más complejos tienen notas especiadas y terrosas también. Pero es esa delicadeza la que lo convierte en un tinto diferente y muy atractivo.
Se denomina Pinot Noir por el color oscuro de las uvas y los racimos en forma de cono de pino. Es originaria de la Borgoña en Francia, aunque también se cultiva mucho en la región de Champagne donde comparte cartel con la Chardonnay.
En la Argentina hay casi 2000 hectáreas repartidas entre clones para vinos tintos (Dijon 667, 115 y 777) y los que se utilizan para elaborar vinos base para espumosos. Eso explica que la mayoría de las uvas que llegaron al país fuera de la mano de Chandon en 1960, cuando decidió instalarse en Agrelo para producir, por primera vez en su historia, vinos espumosos fuera de la Champagne. Como el Pinot Noir prefiere los climas más fríos, empezaron por el Alto Valle de Río Negro, pero se decidieron por las condiciones e infraestructura de la primera zona mendocina.
Actualmente, también es una uva de renombre en otras regiones vitivinícolas importantes del mundo como Willamette Valley en Oregón (Estados Unidos), Central Otago (Nueva Zelanda), en diversas zonas costeras de Chile, en Sudáfrica y en Australia. Acá en la Argentina es Mendoza la que acapara la mayor cantidad de hectáreas, pero Neuquén lidera en cuanto a proporción de su superficie plantada con vides, demostrando la importancia y el potencial que tiene la uva en la región patagónica en general y en el Valle de San Patricio del Chañar en particular.
Las características del Pinot Noir nacional
Por suerte, hay otras cepas que conforman la cada vez más valorada diversidad argentina más allá del Malbec. Y el Pinot Noir es una de ellas. Aunque según los hacedores, cultivarla y elaborarla no es para cualquiera, porque más allá de su difícil adaptabilidad al terruño, son uvas delicadas, de pieles delgadas y muy sensibles a enfermedades porque sus racimos son apretados y compactos, y requieren un manejo cuidadoso para que no se pudra. Por lo tanto, es difícil de llevar en la viña. Además, en bodega es un vino que requiere una atención especial.
Queda claro que al Pinot Noir le gusta el clima y el paisaje patagónico, pero también las subregiones más frescas de cada región, como Pedernal en San Juan, los Altos Valles Calchaquíes en el NOA, Agrelo y Valle de Uco en Mendoza, entre otros. Aunque los viñedos más antiguos se encuentran en el Alto y Medio Valle de Río Negro. Esto fue lo que motivó a Neuquén, y en solo veinte años se convirtió en la provincia patagónica con mayor cantidad de superficie plantada con Pinot Noir. Ahora también inspiró a los pocos productores de Chubut para elaborar sus flamantes tintos y rosados.
De las 2000 hectáreas plantadas hoy en el país (algo así como el 1% de la superficie total de viñedos), el 70% están en Mendoza. Allí la mayoría se usa para vinos base de espumosos. Mientras que Patagonia emerge como el nuevo polo productivo enfocado en la sofisticada variedad tinta oriunda de la Borgoña, más como vino tinto de calidad. Con Neuquén que posee más de 250ha, Río Negro 130ha, Chubut 33ha y La Pampa 12ha. Pero más allá del origen de las uvas, lo que más le interesa al consumidor es el estilo, y la relación calidad-precio de los vinos. Y hoy, gracias a la viticultura de precisión y a que los hacedores están más ocupados en conocer el terruño para poder embotellarlo, las características varietales del Pinot Noir son muy apreciadas por consumidores de todas las edades.
El 18 de agosto se celebrará el Día Mundial del Pinot Noir; la uva protagonista del vino más caro del mundo y también una de las más importantes del Champagne; el vino más famoso de todos. Por suerte, cuenta cada vez con más exponentes en la Argentina.
3 Pinot Noir para descubrir
Pulenta Estate IX Pinot Noir 2022
Pulenta Estate, Valle de Uco, Mendoza $26.400
De uno de los viñedos pioneros del Valle de Uco, y clones de vino tinto, nace este Pinot Noir, elaborado por Javier Lo Forte y su equipo. De aspecto y aromas bien del cepaje, con notas de cerezas maduras y especias. De trago amable y fresco, paladar franco y texturas finas que resaltan su acertada crianza. De final delicado y persistente. Puntos: 91
Malma Rara Avis Pinot Noir 2022
Bodega Malma, San Patricio del Chañar, Neuquén $35.400
Es otro de los vinos que confirman lo bien que se da este cepaje en Neuquén. Elaborado con uvas cosechadas sobre una terraza fluvial moderna, con suelos arenosos y arcillosos, bien drenados con fragmentos gruesos en profundidad. Eso explica en parte su carácter y texturas incipientes, que resaltan su frescura en el final de boca. De trago ágil y expresivo, con buena tipicidad. Beber entre 2024 y 2027. Puntos: 90,5
Disruptivo Pinot Noir 2021
Anaia Wines, Mendoza, Luján de Cuyo, Agrelo $82.000
El Pinot Noir está plantado en la parte más fría de la finca. De aromas terrosos, con frescura y buena tipicidad, no hay tanto agarre, pero sí un buen carácter de fruta roja (cerezas) típica del varietal, que está bien logrado. Sus texturas finas también remiten al cepaje, aportando profundidad y cierto potencial. Beber entre 2024 y 2027. Puntos: 91,5