En los días lluvioso y con mucha humedad, tener ropa limpia se vuelve un gran desafío. Una rutina agitada, tener niños en el hogar o trabajar fuera de casa requiere, muchas veces, de un lavado diario. Sin embargo, no hay que esperar a que haya buen tiempo para volver a usar una prenda. Si bien un mal secado suele generar olor no es necesario acumular ropa sucia en un rincón, ya que existen una serie de consejos prácticos y efectivos que pueden ayudar a vencer la humedad y lograr un secado rápido y eficiente.
1. Optimiza el ciclo de centrifugado: un buen centrifugado es la clave para un secado rápido. Es ideal seleccionar la velocidad de centrifugado más alta que permita el tejido de las prendas. Al extraer la mayor cantidad de agua posible durante el centrifugado, se puede llegar a reducir considerablemente el tiempo de secado posterior.
2. Elige el tender adecuado: no todos los tenders son iguales. Es ideal elegir uno plegable que se pueda colocar en un lugar cálido y ventilado del hogar, preferiblemente cerca de una ventana donde pueda recibir algo de luz natural. Evitar secar la ropa en radiadores o calefactores, ya que el calor directo puede dañar las prendas y generar condensación.
3. Ventilación estratégica: la circulación del aire es fundamental para un secado eficiente. Abrir las ventanas para permitir que el aire fresco circule y ayude a eliminar la humedad. Sí es posible, también puede ayudar crear una corriente de aire abriendo puertas y ventanas opuestas. Por otro lado, un ventilador puede ser un gran aliado para acelerar el proceso de secado, ya que permite que el aire circule entre las prendas.
4. El truco de la sábana: en redes sociales se hicieron viral varios métodos que son eficientes. Uno de ellos es el que dio Alix Byrne, una joven británica que se hizo popular por su ingenioso método. Byrne recomendó cubrir el tender con una sábana grande, ya que crea una especie de “bolsa de aire caliente” alrededor de la ropa. En el video, coloca el tender cerca de un radiador (sin que la ropa toque directamente el calor) y cubre todo con la sábana, que sujetan los extremos detrás del radiador. El calor se concentrará dentro de la sábana, y ayudará a a que las prendas sequen mucho más rápido. Recordá dejar algunos espacios para que el aire circule y evitar la acumulación de humedad.
5. El arte de colgar la ropa: no se trata solo de colgar la ropa, sino de hacerlo de forma inteligente. Extender las prendas al máximo, evitando pliegues o zonas donde la humedad pueda quedar atrapada. Dar la vuelta a la ropa a mitad del proceso de secado para asegurar que todas las partes se sequen de manera uniforme.
6. Secado por zonas: si el espacio de secado es limitado, se puede secar la ropa por secciones o grupos de prendas. Lavar primero las prendas más pequeñas, como la ropa interior o las medias, y luego las más grandes, como sábanas o toallas. Esto permitirá optimizar el espacio en el tender y acelerar el secado.
7. El poder de la toalla: las toallas pueden ser una de las mejores aliadas para absorber la humedad. Enrollar una prenda húmeda dentro de una toalla grande y seca, para luego, presionar un poco para extraer el exceso de agua. También se puede incluir una toalla seca en la secadora junto a la ropa húmeda para acelerar el proceso.
Con estos sencillos consejos, podrás decirle adiós a la ropa húmeda y lucir prendas secas y con rico perfume incluso en los días más lluvioso