El pan integral casero es perfecto para disfrutar en cualquier momento del día. Esta receta es rápida y fácil de seguir, ideal para quienes buscan una opción saludable y casera.
El pan integral es conocido por su alto contenido en fibra y nutrientes, lo que lo convierte en una opción mucho más saludable en comparación con el pan blanco tradicional. Esta receta no solo es sencilla de preparar, sino que también te permitirá disfrutar de un pan recién hecho, con todo el aroma y sabor que solo se consigue con el pan casero.
Receta de pan integral casero
Hacer pan integral casero es un proceso gratificante que comienza con la mezcla de los ingredientes secos, como la harina integral y la sal, a los que se añade la levadura activada en agua tibia con un poco de azúcar para ayudar a la fermentación. La masa resultante se amasa hasta obtener una textura suave y elástica, y luego se deja reposar para que leve. Este reposo permite que la masa desarrolle su sabor y textura característicos.
Tiempo de preparación
Para esta receta de pan integral casero, necesitarás aproximadamente 2 horas y 30 minutos en total. Este tiempo incluye 15 minutos para mezclar los ingredientes y amasar la masa, 1 hora para el primer levado, 10 minutos adicionales para formar los panes y prepararlos para el horno, y finalmente, 20-25 minutos para hornear hasta que el pan esté dorado y cocido.
Ingredientes
- 500 g de harina integral.
- 10 g de levadura seca.
- 1 cucharada de azúcar.
- 1 cucharadita de sal.
- 2 cucharadas de aceite de oliva.
- 300 ml de agua tibia.
Cómo hacer pan integral casero, paso a paso
- En un bol grande, mezcla la harina integral con la sal.
- Disuelve el azúcar y la levadura seca en el agua tibia. Espera unos 5 minutos hasta que la mezcla comience a espumar, indicando que la levadura está activa.
- Haz un hueco en el centro de la mezcla de harina y añade la mezcla de levadura espumosa, junto con las 2 cucharadas de aceite de oliva.
- Comienza a mezclar, agregando gradualmente el resto del agua tibia hasta formar una masa suave que no se pegue a las manos. Es posible que no necesites usar toda el agua o que necesites un poco más, dependiendo de la absorción de la harina.
- Amasa la masa sobre una superficie ligeramente enharinada durante unos 10 minutos, hasta que esté suave y elástica.
- Coloca la masa en un bol ligeramente aceitado, cúbrela con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido por aproximadamente 1 hora, o hasta que haya duplicado su tamaño.
- Una vez que la masa ha crecido, desgasifícala y forma un pan o varios bollos, según tu preferencia. Colócalos en una bandeja de horno preparada.
- Deja reposar los panes formados por unos 10 minutos mientras precalientas el horno a 220°C.
- Hornea por unos 20-25 minutos o hasta que el pan esté dorado y suene hueco al golpearlo suavemente en la base.