Bill Gates, cofundador de Microsoft y una de las mentes más influyentes de los últimos siglos, es conocido por sus grandes innovaciones tecnológicas y filantropía, pero también por la afición que lo apasiona: el bridge, un juego de cartas que fue fundamental para mantener su agudeza mental.
Declarado como deporte olímpico por el Comité Olímpico Internacional (COI) en 1999―mismo estatus deportivo que actualmente poseen deportes como el golf, squash, karate, ajedrez, deportes subacuáticos, polo o rugby―, este juego permite desarrollar habilidades en materia de estrategia, concentración y trabajo en equipo.
¿De qué se trata este juego de naipes que ganó popularidad y que mantiene la agilidad mental de Gates? El bridge ―del que el ex presidente argentino Mauricio Macri es campeón sudamericano― es un juego de cartas complejo que es practicado por millones de personas alrededor del mundo, tanto en competencias como en eventos sociales. Se juega con una baraja estándar de 52 cartas, en el que participan cuatro jugadores en dos parejas opuestas.
Cada jugador recibe 13 cartas y el juego tiene dos fases: la subasta y el juego de la mano. En la subasta, las parejas acuerdan cuántas bazas pueden ganar y con qué palo. Luego, durante el juego, intentan cumplir ese contrato usando estrategia y cooperación.
Tanto en campeonatos como en línea, Gates lleva años jugando al bridge, lo que le permite ejercitar la atención constante, la memoria, la comunicación, la planificación y la toma de decisiones rápidas para cumplir con el contrato establecido. Estas habilidades lo ayudaron a
“El bridge te ayuda a pensar. Es un juego que puedes jugar toda tu vida y seguir mejorando cada vez más”, dijo Gates en un video del campeonato The Youth North American Bridge Championships (Youth NABC), en 2009. Y, cada vez que puede, promueve el juego.
El bridge es, en definitiva, un “deporte de mente”, que promueve el ejercicio de uno de los órganos más importantes: el cerebro.
Una amistad con comodín
El interés de Gates por el bridge no es reciente. Desde su infancia, el genio tecnológico aprendió a jugar junto a sus padres, pero fue recién a fines de la década del 90 ―cuando ya era un exitoso empresario― que se volcó de lleno a la afición por este juego. Así, el verdadero fanatismo por los naipes vino de la mano del reconocido inversor y empresario estadounidense Warren Buffet.
“Llevo años jugando al bridge y Warren Buffett es mi compañero favorito. No nos reunimos en persona ahora que nos refugiamos en un lugar, pero seguimos jugando en línea”, escribió Gates en su blog. Tan entusiasmados los tiene el bridge que, en 2005, Bill Gates y Warren Buffett, invirtieron alrededor de un millón de dólares para introducir el bridge en colegios de Estados Unidos.
Por su parte, en una entrevista con el periódico USA Today, Buffet señaló por qué el bridge es una herramienta fundamental: “El bridge puede enseñar a los jóvenes habilidades matemáticas, pensamiento lógico y cómo trabajar con otros”.
“Usted tiene que aprender a entender a su compañero, a ser tolerante, comprensivo, alentador”, continuó Barret en ese artículo para hacer referencia a las habilidades sociales que promueve el bridge.
En esta misma línea, Gates aportó que se trata de un juego que requiere capacidad de análisis, de reacción ante circunstancias inesperadas, por lo que hay que procesar rápidamente la información para tomar una decisión acertada.
Sharon Osberg, instructora estadounidense de bridge y dos veces campeona internacional, reveló en una entrevista con el Washington Post que los multimillonarios adoptan enfoques distintos para desarrollarse como jugadores. “Bill es muy científico. Lee y estudia por su cuenta. Warren disfruta jugando. Warren tiene buenos instintos”, caracterizó.
Martina Navratilova, la estrella de tenis escribió en el prólogo de la guía de enseñanza Bridge que este deporte “es más que solo un juego de cartas. Es un deporte cerebral. El bridge te enseña lógica, razonamiento, rapidez de pensamiento, paciencia, concentración y habilidades de juego en pareja”.
Además de estas personalidades reconocidas, la ciencia también tiene algo para decir sobre este juego de naipes que tanto fascina a millones en el mundo.
Cuáles son los beneficios del bridge
Por algo Bill Gates se volvió fanático del bridge. Y es que los juegos de naipes, como el que disfruta el multimillonario, pueden contribuir significativamente al desarrollo y mejora de la flexibilidad cognitiva. Estos juegos implican la necesidad de adaptarse a situaciones cambiantes, tomar decisiones estratégicas, cambiar de estrategia según las circunstancias y mantener la atención en diferentes aspectos del juego.
El bridge fomenta diversas habilidades cognitivas y sociales. Entre las principales se encuentran:
- Pensamiento Estratégico: requiere planificar y prever jugadas futuras, analizando las posibles acciones de los oponentes.
- Memoria: es esencial recordar las cartas jugadas y los patrones de juego observados.
- Trabajo en Equipo: el éxito depende de una buena coordinación y comunicación con el compañero.
- Resolución de Problemas: los jugadores deben encontrar soluciones rápidas a situaciones cambiantes en el juego.
- Concentración y Atención: mantener el enfoque es crucial para no perder detalles importantes.
- Toma de Decisiones: decidir cuándo jugar ciertas cartas y cómo manejar las manos requiere análisis rápido y eficaz.
En el caso de Gates, su vida profesional también se nutrió de las habilidades adquiridas gracias al bridge, como la planificación estratégica, la toma de decisiones rápidas y la colaboración efectiva. Todas ellas influyeron positivamente en su carrera profesional, que lo llevaron a ser uno de los empresarios y filántropos más importantes de la época.
A su vez, la capacidad de anticipar movimientos y adaptarse a nuevas situaciones, fundamentales en el bridge, son igualmente cruciales en el ámbito empresarial. El enfoque en la memoria y la concentración mejoró su capacidad para manejar múltiples proyectos y detalles complejos en Microsoft. La comunicación clara y precisa, esencial en el bridge, también reforzó su habilidad para trabajar en equipo y liderar de manera efectiva en empresas como Microsoft.
Un estudio arrojó resultados que respaldan la idea de que los juegos de cartas ―el entrenamiento cognitivo― con interacción social es beneficioso para mejorar las funciones cognitivas en los adultos mayores.
Otra investigación realizada por la Universidad de Wisconsin-Madison halló que participar en juegos de cartas y de mesa puede ayudar a las personas mayores a preservar su agudeza mental.
Los investigadores encontraron que la frecuencia con la que se practican estos juegos está relacionada con un mayor volumen cerebral en diversas áreas afectadas por el Alzheimer. Además, quienes jugaban con regularidad obtuvieron puntajes más altos en pruebas cognitivas.
Keith A. Josephs, un neurólogo en The Mayo Clinic, advierte que, aunque hasta el momento hay poca evidencia sobre la relación entre el Alzheimer y el juego de cartas, sí considera que “podría retrasar la aparición de síntomas para que el individuo pueda funcionar a un nivel más alto”.
Así, la complejidad de las reglas, la estructura de la subasta y la interacción social que implica jugar al bridge crean nuevas conexiones neuronales y previenen la aparición de algunas enfermedades.
La Alzheimer’s Association divulgó los hallazgos de un extenso estudio clínico realizado en Finlandia, que evidenció los beneficios de combinar el entrenamiento cognitivo y la actividad social, dos componentes clave del bridge, con otros aspectos del estilo de vida. El estudio concluyó que realizar múltiples cambios en el estilo de vida puede mejorar la memoria y las habilidades cognitivas en personas con riesgo de deterioro mental.
Según cita la American Association of Retired Persons (AARP), un estudio realizado en Universidad de California, en Berkeley, descubrió pruebas convincentes de que un área del cerebro que se usa para jugar bridge estimula el sistema inmunitario. Los jugadores usaron la memoria, la visualización y la secuenciación, cuestión que los investigadores consideran decisivo para los resultados.
El bridge, a su vez, estimula el pensamiento estratégico porque requiere que los jugadores planifiquen sus movimientos con antelación, anticipen las jugadas de sus oponentes y colaboren eficazmente con su pareja.
Los jugadores deben recordar cartas previamente jugadas y ajustar su estrategia en función de las cartas restantes y las acciones del adversario. Además, deben evaluar riesgos y oportunidades para cumplir el contrato establecido durante la subasta. Este proceso constante de análisis y toma de decisiones fortalece las habilidades cognitivas y la capacidad de pensar estratégicamente.
John von Neumann, uno de los matemáticos más influyentes del siglo XX, hizo aportes significativos al estudio de los juegos de cartas dentro de su trabajo sobre la teoría de juegos. En su emblemática obra, Von Neumann exploró cómo los jugadores toman decisiones estratégicas en situaciones de incertidumbre y competencia.
The Biggest Bluff (El gran farol) es un libro escrito por Maria Konnikova, ex psicóloga y académica, en el que explora la conexión el póquer y la toma de decisiones.
En su obra, Konnikova narra su experiencia al aprender a jugar póquer desde cero con la ayuda del campeón mundial Erik Seidel y describe cómo utiliza los principios del juego para analizar aspectos cruciales de la toma de decisiones en la vida, como el manejo de la incertidumbre, el margen entre habilidad y suerte, y la importancia de la resiliencia.
De acuerdo a un trabajo del Tecnológico de Monterrey (TEC), el juego de cartas conocido como “Continental” promovió una mejoría significativa en la autopercepción del pensamiento crítico en los estudiantes que formaron parte del estudio. A su vez, el trabajo arrojó que gracias al juego de cartas se desarrollaron otras habilidades como el análisis, la autorregulación y la explicación de juicios.
En su blog, Bill Gates estuvo por unos días sin jugar al bridge online y dijo: “Me preocupé hace un par de meses cuando su servicio se interrumpió brevemente, pero volvió a funcionar en poco tiempo. Me sorprendió lo aliviado que me sentí al verlo funcionar de nuevo”. Y siguió su pasión al ritmo de los naipes.