El hummus bi tahine, conocido comúnmente sólo como hummus, representa una de las preparaciones culinarias más antiguas y universales que existen. Esta crema de garbanzos cocidos, enriquecida con jugo de limón, pasta de tahine (pasta de sésamo) y aceite de oliva es un deleite para el paladar y también un legado gastronómico que ha viajado a través de milenios y continentes.
El origen del hummus se sitúa en el Mediterráneo alrededor del año 3000 AC, época desde la cual el cultivo de garbanzo se ha extendido gradualmente, marcando presencia en la dieta y cultura de numerosas civilizaciones. Desde Persia hasta el Asia Central, este platillo logró conquistar paladares por su sencillez en la elaboración y su rico valor nutricional, encontrando incluso un lugar privilegiado en el continente americano tras la conquista española.
La composición del hummus destaca por su alto contenido de lípidos, almidón y proteínas, convirtiéndolo en una fuente significativa de fibra y calorías. Estos atributos nutricionales han sido reconocidos desde tiempos remotos. Prueba de ello es la Capitulare de villis vel curtis imperii de Carlomagno, en el cual se menciona al garbanzo entre las especies recomendadas para cultivar en los jardines reales.
La expansión global del hummus y su adaptación a distintas culturas puede atribuirse a su simpleza en la preparación. Originalmente llamado “garbanzos con pasta de sésamo”, este platillo rápidamente se popularizó y adoptó el nombre simplificado de “hummus”, sirviéndose tradicionalmente acompañado de pan pita, ya sea como aperitivo o guarnición.
¿Por qué se celebra el Día Internacional del Hummus el 13 de mayo?
El Día Internacional del Hummus se celebra el 13 de mayo debido a la iniciativa de un grupo de jóvenes entusiastas del hummus que, en 2012, notaron que otras comidas tenían asignadas su propia fecha en el calendario gastronómico y decidieron que el hummus también merecía este reconocimiento. Optaron por establecer un día dedicado a celebrar el hummus, enfatizando su importancia cultural, su versatilidad culinaria y su valor nutritivo.
Numerosos países consideran al hummus parte de su patrimonio culinario, entre ellos Jordania, Siria, Egipto, Palestina, Turquía, así como Israel y Líbano. Cada uno de estos países aporta una variante única a la preparación del hummus (por ejemplo, en Turquía se prefiere la manteca en lugar del más habitual aceite de oliva). Gracias a la flexibilidad en sus componentes, con el paso del tiempo se han introducido ajustes menores en la receta para descubrir nuevos gustos y consistencias, reteniendo siempre la esencia del plato original.