Las señales de una relación tóxica pueden variar ampliamente, desde comportamientos controladores hasta falta de apoyo, lo que puede llevar a un estrés constante y a una disminución en la autoestima de los involucrados.
Una relación tóxica se caracteriza por ser un ambiente donde uno o ambos miembros pueden sentirse agotados, constantemente en alerta, o incluso temerosos de su pareja. Tal situación contrasta enormemente con las relaciones saludables, donde predomina la comunicación abierta, el respeto mutuo y el apoyo incondicional entre los compañeros.
Según expertos en la materia como Jor-El Caraballo, terapeuta de relaciones, y Carla Marie Manly, psicóloga y escritora de libros sobre parejas, estas dinámicas pueden erosionar severamente el bienestar físico y mental de las personas.
La toxicidad puede manifestarse a través de diversos comportamientos, incluyendo la desconfianza, resentimientos prolongados, deshonestidad, y una tendencia a ignorar necesidades personales en favor de las de la pareja.
Cuáles son los síntomas para detectar una relación tóxica
Cuando una persona se encuentra en una relación tóxica, es posible que no siempre le resulte fácil notar las señales de alerta.
También se podrían notar algunos de estos signos en uno de los individuos de la pareja o en la relación en sí.
Dependiendo de la naturaleza de la relación, los signos de toxicidad pueden ser sutiles o muy obvios, explicó en diálogo con Healthline Carla Marie Manly, PhD, autora de “Joy from Fear”.
1- Falta de apoyo
“Las relaciones sanas se basan en un deseo mutuo de ver al otro triunfar en todas las áreas de la vida”, dice Caraballo. Pero cuando las cosas se vuelven tóxicas, cada logro se convierte en una competencia.
En resumen, el tiempo que pasan juntos ya no se siente positivo. No sentirse apoyado, animado o el hecho de no poder confiar en la otra persona, puede tener la impresión de que sus necesidades e intereses no importan.
2-Comunicación tóxica
En lugar de amabilidad y respeto mutuo, la mayoría de las conversaciones están llenas de sarcasmo o crítica y alimentadas por el desprecio. Este factor es un predictor de divorcio.
Incluso pueden comenzar a esquivar las llamadas solo para descansar de las inevitables discusiones y hostilidad.
3-Envidia o celos
Aunque está perfectamente bien sentir un poco de envidia de vez en cuando, Caraballo explica que puede convertirse en un problema si la envidia impide pensar positivamente en los éxitos de tu pareja.
Lo mismo ocurre con los celos. Sí, es una emoción humana perfectamente natural. Pero cuando conducen a la sospecha y la desconfianza constantes, pueden desgastar rápidamente la relación.
4-Comportamientos controladores
Tal vez un miembro de la pareja se molesta o irrita cuando el otro no contesta inmediatamente a los mensajes de texto o te envía mensajes repetidamente.
Estos comportamientos pueden deberse a los celos o a la falta de confianza, pero también pueden sugerir una necesidad de control, dos factores que pueden contribuir a la toxicidad de la relación. En algunos casos, estos intentos de control también pueden ofrecer abuso.
5-Resentimiento
Aferrarse a los rencores y dejar que se enconen merma la intimidad. “Con el tiempo, la frustración o el resentimiento pueden acumularse y hacer que un pequeño abismo se haga mucho más grande”, señala Caraballo.
Si se tiende a alimentar estos agravios en silencio porque un miembro de la pareja no se siente seguro hablando cuando algo le molesta, la relación podría convertirse en tóxica.
6-Patrones de falta de respeto
Manly dice que llegar tarde crónicamente, “olvidarse” casualmente de los acontecimientos y otros comportamientos que muestran falta de respeto por su tiempo son señales de alarma.
Tenga en cuenta que algunas personas pueden tener dificultades para hacer y mantener planes a tiempo, por lo que puede ayudar empezar con una conversación sobre este comportamiento. Si no es intencionado, podría notar alguna mejora después de explicar por qué le molesta.
7-Comportamientos financieros negativos
Compartir las finanzas con la pareja suele implicar cierto nivel de acuerdo sobre cómo gastar o ahorrar el dinero. Dicho esto, no es necesariamente tóxico que un miembro de la pareja decida gastar dinero en cosas que el otro desaprueba.
Sin embargo, puede ser tóxico si han llegado a un acuerdo sobre sus finanzas y uno de los miembros de la pareja lo incumple constantemente, ya sea comprando artículos caros o retirando grandes sumas de dinero.
8-Estrés constante
Los problemas cotidianos -la enfermedad de un familiar o la pérdida del trabajo- pueden crear tensiones en la relación, por supuesto. Pero estar constantemente al límite, incluso cuando no te enfrentas a estrés de origen externo, es un indicador crítico de que algo no va bien.
Este estrés continuo puede hacer mella en la salud física y mental, y es posible que con frecuencia te sientas desdichado, agotado mental y físicamente o, en general, indispuesto.
9-Ignorar tus necesidades
Aceptar lo que tu pareja quiera hacer, aunque vaya en contra de tus deseos o de tu nivel de comodidad, es un signo inequívoco de toxicidad, dice la psicóloga clínica Catalina Lawsin.
10-Relaciones perdidas
Si cualquiera de los dos miembros de la pareja ha dejado de pasar tiempo con amigos y familiares, ya sea para evitar conflictos con tu pareja o para no tener que dar explicaciones sobre lo que ocurre en tu relación.
Por otra parte, es posible que tratar con tu pareja (o preocuparte por tu relación) ocupe gran parte de tu tiempo libre.
11-Falta de autocuidado
En una relación tóxica, es posible que dejes de lado tus hábitos habituales de cuidado personal, explica Lawsin. Puede que dejes de lado aficiones que antes te gustaban, descuides tu salud y sacrifiques tu tiempo libre.
Esto puede ocurrir porque no tienes energía para esas actividades o porque tu pareja desaprueba que hagas tus cosas.
12-Esperar un cambio
Puede que la relación perdure porque recuerdas lo bien que se lo pasaban al principio. Tal vez pienses que si cambias tú y tus acciones, ellos también cambiarán.
Pero al final, esa incertidumbre también puede transformarse en un comportamiento tóxico que termina dañando la pareja por el pensamiento idealista de uno de los miembros de la pareja.