Receta de scones dulces fácil y rápida

Los scones dulces son un verdadero deleite, una joya de la repostería que nos llega directamente desde las costas británicas para adentrarse en cocinas de todo el mundo. Esta receta fácil y rápida de scones dulces es perfecta para acompañar tu té de la tarde o simplemente como un bocado dulce en cualquier momento del día. La suavidad y ligereza de estos scones los convierten en la opción ideal para quienes buscan un postre sencillo pero reconfortante.

Originarios del Reino Unido, los scones se han adaptado y adoptado en múltiples culturas, variando ingredientes y formas de preparación. Tradicionalmente, se sirven en la hora del té y son el complemento perfecto para mermeladas, cremas y una buena taza de té negro.

En esta versión, los scones se presentan en su forma dulce, con un toque de azúcar y quizás algunas pasas o frutas secas para enriquecer su sabor. Además, esta receta permite variaciones como la adición de chips de chocolate o frutos del bosque, adaptándose así a los gustos de cada quien y las ocasiones en que se sirven.

Los scones dulces son una preparación básica en la repostería británica, pero su simplicidad no debe subestimarse. Comienzan con una mezcla de ingredientes secos a la que se le incorpora mantequilla fría, cortada en cubos pequeños, hasta obtener una textura arenosa.

A esta base se le añade leche y huevo, lo que da como resultado una masa tierna y fácil de manejar. La clave está en manipular la masa lo menos posible para asegurar que los scones queden aireados y livianos.

Preparar estos scones dulces te tomará aproximadamente 30 minutos en total. Este tiempo se desglosa en 10 minutos para medir y mezclar los ingredientes, 10 minutos para formar y cortar la masa, y finalmente, 10 a 12 minutos de horneado hasta que estén dorados y deliciosos.

• 2 tazas de harina de trigo (aproximadamente 240 gramos)
• 4 cucharaditas de polvo de hornear
• 1/2 cucharadita de sal
• 1/3 de taza de azúcar blanca (aproximadamente 75 gramos)
• 6 cucharadas de mantequilla sin sal, fría y cortada en cubos
• 3/4 de taza de leche entera (180 ml)
• 1 huevo grande
• 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
• Opciones adicionales: 1/2 taza de pasas, chips de chocolate o frutos secos

1. Precalienta el horno a 220°C (428°F) y prepara una bandeja para hornear cubriéndola con papel pergamino.
2. En un bol grande, tamiza la harina, el polvo de hornear, la sal y el azúcar.
3. Añade la mantequilla fría y, con la punta de los dedos, intégrala con los ingredientes secos hasta obtener una mezcla similar a migas de pan.
4. En otro recipiente, bate el huevo con la leche y, si decides usarlo, el extracto de vainilla.
5. Forma un hueco en el centro de los ingredientes secos y vierte la mezcla de huevo y leche. Mezcla suavemente hasta formar una masa coherente. Si vas a añadir pasas o chocolate, es el momento de incorporarlos.
6. Sobre una superficie ligeramente enharinada, extiende la masa hasta que tenga un grosor de aproximadamente 2 cm. Usa un cortador redondo para formar los scones.
7. Coloca los scones en la bandeja preparada, dejando un poco de espacio entre cada uno.
8. Hornea durante 10-12 minutos o hasta que estén dorados y bien cocidos.
9. Retira del horno y sirve calientes, preferiblemente con mermelada, miel o crema batida.