Bryan Johnson quiere vivir muchos años. Y cuando decimos muchos, son muchos: 200, para ser precisos. El multimillonario e influencer de la longevidad tiene un plan de vida exhaustivo, metódico y costoso para lograrlo. Y considera que hay un fluído corporal clave en este proceso: la sangre.
Monitoreos permanentes del cuerpo, 30 médicos, 60 pastillas diarias, láser facial, entrenamiento de alto rendimiento, fototerapia, entre otras, y millones de dólares son parte de esa rutina diaria para combatir el envejecimiento, aunque no suficientes. Nada es demasiado cuando se quiere la inmortalidad si se trata de este hombre.
El rotundo cambio de vida del empresario tecnológico ―que comenzó en 2018 cuando tenía 41 años―, incluyó transfusiones de sangre con Talmage, su hijo de 17 años, y Richard, su padre de 70 para que su organismo funcione como el de un joven de 18 años.
“Completamos el primer intercambio de plasma multigeneracional del mundo”, escribió en su cuenta de Instagram la persona que fue señalada por la revista TIME como “el hombre que quiere vivir para siempre”.
Tan rotundo y controversial suena la definición del procesimiento que despierta la curiosidad de cualquiera. ¿Qué esconde el líquido que corre por nuestras venas? ¿Será la puerta de entrada a la juventud eterna? Johnson va en busca de esas respuestas.
Cuestión de familia
“Divididos por la mente, unidos por la biología”, escribió en otro posteo en sus redes sociales el influencer para referirse a los cambios de sangre. Así, Johnson hace de las transfusiones y de vivir 200 años una cuestión de familia.
“Mi equipo básicamente ha analizado toda la evidencia científica sobre la esperanza de vida y clasificamos cada ítem según su potencial efecto terapéutico”, señaló el empresario tecnológico en una entrevista exclusiva con Infobae y siguió: “Entonces las transfusiones de sangre se convirtieron en un tema realmente interesante y queríamos explorarlo”.
Bryan, Talmage y Richard se encontraron temprano esa mañana de abril de 2023. Pasarían varias horas para el intercambio de sangre en Resurgence Wellness, una clínica de salud y bienestar en Dallas, Texas.
El primero en someterse a la extracción fue el hijo del multimillonario. Talmage estuvo sentado en un cómodo sillón negro mientras le extraían un litro de sangre. Luego, se separaron las células sanguíneas mediante un separador celular y se obtuvene el plasma. Ese componente líquido de la sangre ―55% de nuestra sangre es plasma, según la Cruz Roja― tenía un destino: el organismo de Bryan.
Se le extrajo la misma cantidad de sangre a Johnson y luego se le administró el plasma de su hijo por vía intravenosa. Una vez completado este proceso, Richard recibió lo mismo de su hijo. ¿Cuántos intercambios de estos hicieron? Seis, según le contó el magnate a Infobae. Pero no es la primera vez que Bryan recibe sangre de otras personas. También lo hizo de un donante joven y anónimo, evaluado para sumarse al proceso.
Aunque Bryan advierte que es un tratamiento experimental y que, hasta el momento, los médicos no vieron ”ningún beneficio mensurable” en su organismo, su padre sí obtuvo resultados interesantes, para tener en cuenta.
“Tuvo un efecto muy positivo y funcionó en mi papá. No funcionó en mí. Por lo tanto, es una oportunidad interesante, especialmente para las personas que se encuentran en las últimas etapas de la vida”, dijo a Infobae y sumó: “Creo que es una terapia realmente prometedora. Estoy muy feliz”.
Los resultados de esta
¿Cuáles fueron los datos que llenaron de esperanza a Bryan? En noviembre pasado, el magnate escribió en su cuenta de la red social X: “Mi padre está envejeciendo ahora al ritmo de una persona de 46 años. Anteriormente, envejecía al ritmo de una persona de 71 años”.
Y siguió: “Mi super sangre redujo 25 años la edad de mi papá”. También dijo que era “el chico de sangre de mi papá”. Según explicó, la velocidad de envejecimiento de su padre se ralentizó el equivalente a 25 años después de recibir un litro de su plasma, y se ha mantenido en ese nivel incluso seis meses después de la terapia.
¿Qué conclusión hace Johnson? Que cuanto más envejecemos, más rápido lo hacemos. Sin embargo, el multimillonario fue cauteloso al respecto y advirtió que solo se está teniendo en cuenta un biomarcador y que queda abierta la pregunta de cuánto tiempo persistirá la baja velocidad de envejecimiento de su padre.
“Se desconoce si la menor velocidad de envejecimiento de mi papá se debió a que él extrajo 600 mL de su plasma o a que recibió 1 L de mi plasma? ¿O a una combinación de ambos?”, posteó.
Qué dice la ciencia, cronología detrás del “método” Johnson
A través de estas prácticas, Johnson asegura haber rejuvenecido biológicamente, atribuyendo a su corazón la edad de 37 años y a su piel, la de 28. Sin embargo, la eficacia científica detrás de la transfusión de plasma para combatir el envejecimiento todavía no está claramente establecida y surge principalmente de experimentaciones previas con animales.
En 2014, los científicos de la Universidad de Stanford, Saul Villeda y Tony Wyss-Coray concluyeron que la transfusión de sangre de ratones jóvenes a ratones viejos podía reactivar la juventud cerebral y muscular. Tomando esa investigación de hace una década, otro estudio, publicado por la revista Cell, y llevado adelante por científicos de la Academia China de Ciencias de Pekín, revela el mecanismo que hace posible el rejuvenecimiento en estos animales.
“En conjunto, proporcionamos marcos integrales para explorar las vías de envejecimiento y rejuvenecimiento a resolución unicelular y revelamos programas celulares y moleculares que dictan la revitalización sistémica mediante factores sanguíneos”, señala el estudio
En septiembre de 2023, neurocientíficos hallaron el punto en común en las intervenciones que ralentizan, e incluso invierten, el reloj biológico del envejecimiento. El descubrimiento revela que un mismo factor es responsable de la mejora cognitiva: las plaquetas, en particular una molécula llamada factor plaquetario 4 (PF4).
El descubrimiento sin precedentes, que tiende un puente entre tres enfoques distintos para revertir el envejecimiento -transfusiones de sangre joven, la hormona klotho y el ejercicio físico-, ha hecho vibrar a la comunidad científica.
Según dijo el Dr. Manuel de la Peña, presidente del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social y profesor de cardiología, a Europa Press, “hay numerosas evidencias científicas que demuestran que la depuración de la sangre mejora la calidad de vida al utilizarse como terapia en numerosas patologías”.
También dijo que “los cambios de sangre rejuvenecen”, ya que están basados en el procedimiento denominado aféresis terapéutica. Se trata de un procedimiento que, practicado en grandes hospitales, purifica la sangre de pacientes eliminando selectivamente componentes patógenos como inmunocomplejos y marcadores inflamatorios.
Esta técnica, según De la Peña, no solo mejora la calidad de vida en pacientes con diversas patologías, sino que también posee propiedades rejuvenecedoras. Dicha técnica está basada en guías clínicas de la American Society of Apheresis, y es recomendada para enfermedades autoinmunes, cardiopatías, trastornos dermatológicos, entre otros.