El cambio de estación trae consigo no solo un cambio en el paisaje y en el vestuario de las personas, sino también desafíos particulares para el cuidado de las prendas de vestir en los hogares. Con la llegada del otoño, las temperaturas comienzan a descender y los armarios se convierten en refugios ideales para algunos visitantes no deseados como las polillas.
Esta época del año, caracterizada por la caída de las hojas y un ambiente más húmedo y fresco, proporciona el entorno perfecto para que estos insectos busquen nuevos hogares donde proliferar, encontrando en los armarios el lugar idóneo para hacerlo.
Las polillas, atraídas por la oscuridad y la tranquilidad de los espacios poco ventilados, pueden causar estragos en las prendas de vestir, especialmente aquellas de fibras naturales como la lana, el algodón, o la seda, haciendo del cuidado de la ropa una preocupación mayor durante esta estación.
Generalmente, el uso de deshumidificadores, un trapo húmedo y aspirar todos los rincones, si tienes la impresión de tener polillas en tu armario ayuda a combatir la plaga. Es importante también, con las prendas que sea posible, lavar con agua muy caliente para evitar larvas o huevos.
Pero en caso de que los insectos persistan, no todo está perdido, ya que existen otros métodos eficaces para prevenir y combatir esta plaga.
Seis consejos para combatir a las polillas
- Es fundamental mantener un alto nivel de limpieza del armario: Limpiar a fondo, aspirando cada rincón y lavando todas las superficies con un trapo humedecido en detergente, es el primer paso para prevenir la aparición de polillas.
- Mantener la ropa siempre limpia es esencial: Las polillas se sienten atraídas por el sudor humano y restos de comida, por lo que es recomendable no guardar nunca ropa sucia en el armario. Además, guardar las prendas más delicadas, especialmente las de punto, en bolsas herméticas o usar papel antipolillas en cajones y estantes puede ofrecer una protección adicional.
- Algunos trucos caseros también han demostrado ser efectivos contra las polillas: Utilizar bolsas de lavanda, cáscaras de limón y naranja, limpiar con vinagre blanco, o emplear aceite de cedro, son formas naturales de mantener a estos insectos a raya sin recurrir a productos químicos. Asimismo, los clavos de olor pueden ser un gran aliado, especialmente cuando se colocan en los bolsillos de abrigos y prendas de lana.
- No olvidar la importancia de la prevención mediante la vigilancia y el mantenimiento: Revisar la ropa en busca de agujeros, mantener las habitaciones ventiladas, y usar difusores de aceites esenciales o ambientadores antipolillas, son prácticas que nos ayudarán a detectar tempranamente cualquier problema.
- Para prendas de alto valor como las vintage o aquellas de fibras naturales exclusivas: es recomendable llevarlas a limpieza en seco antes de almacenarlas y, si es posible, invertir en perchas de cedro, que repelen naturalmente a las polillas.
- Para casos extremos: cuando la infestación es severa, podría ser necesario recurrir a servicios profesionales de fumigación para eliminar definitivamente la presencia de estos insectos en el hogar.