Qué son los vinos digitales y por qué representan el futuro de la vitivinicultura de alta gama

La tokenización está cambiando la forma en que se compran y consumen los vinos, con la posibilidad de invertir en botellas digitales convertibles en reales. Cómo funciona esta tecnología que permite transacciones en tiempo real y desde cualquier lugar del mundo

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La tokenización del vino busca posicionarse como una herramienta de inversión y disfrute, uniendo la tradición vitivinícola con la tecnología.

(iStock)
La tokenización del vino busca posicionarse como una herramienta de inversión y disfrute, uniendo la tradición vitivinícola con la tecnología. (iStock)

El comercio y el vino son tan viejos para el hombre, que nada hacía pensar que llegaría el día en el que las tradiciones se vieran desafiadas. La noble bebida que existe desde hace más de 8000 años, y ha acompañado a la humanidad, primero se comercializaba en botas, luego llegaron las botellas en el siglo XVIII, y más tarde los corchos que permitieron un mejor cierre cuando viajaban por altamar.

Así, los vinos en las cantinas dejaron de venderse sueltos para pasar a comercializare por botella. Las vinerías tradicionales fueron reemplazadas por modernas vinotecas, al tiempo que las cartas de los restaurantes se vieron desbordadas por la gran cantidad de etiquetas que surgieron desde comienzos del nuevo milenio.

Pero más allá de la diversidad, no hubo grandes cambios en las formas en que se vendían los vinos. Apenas un cambio de formato: pasamos de damajuanas a botellas, y más recientemente aparecieron el Bag in Box y las latas. Pero el vino se compra en las grandes tiendas (supermercados), los almacenes de cercanía y las tiendas especializadas, más conocidas como vinotecas.

Desde los corchos hasta las latas, los formatos cambian, pero el placer de disfrutar un buen vino permanece inalterable, testigo de una rica tradición
Desde los corchos hasta las latas, los formatos cambian, pero el placer de disfrutar un buen vino permanece inalterable, testigo de una rica tradición

Internet amagó con revolucionar la industria, al menos desde lo comercial, ya que las tiendas online permitían al cliente comprar a cualquier hora desde la comodidad de su casa y recibirlo en la puerta al poco tiempo. Pero, en la Argentina la logística hizo de freno, y no sucedió el auge pregonado. Las pocas (o muchas, para muchos) ventas que se realizan por internet están más potenciadas por las ofertas que por la practicidad, ya que se supone que provienen de una estructura comercial más liviana, y por ende el precio final puede ser menor. Pero ni las tecnologías son tan eficientes, ni las experiencias de compra lograron reemplazar el consejo del experto en el punto de venta, ni mucho menos la degustación de vinos.

En el mundo existen muchas formas de comercializar vinos, más allá de la transacción clásica entre dos personas de intercambiar botellas de vino por dinero. Hace muchos años, en la prestigiosa región de Burdeos se creó un sistema pensado para asistir financieramente a los productores que no podían estibar sus vinos por años.

Así nació La Place de Bordeaux, un histórico marketplace de más de 300 negociantes, creado en Francia en el siglo XVII con el objetivo original de vender vinos de la región de Bordeaux a comerciantes y coleccionistas de todo el mundo. A partir de 1998, La Place abrió su red a otras regiones del mundo, solo a productores prestigiosos, tales como Seña y Almaviva de Chile, Opus One y Joseph Phelps de California, Ornellaia y Masseto de Italia, Vin de Constance de Sudáfrica, entre otros. Y en los últimos años se sumaron algunas de las etiquetas icónicas de grandes bodegas argentinas como Catena Zapata, Viña Cobos y Zuccardi, entre otras.

La historia del vino y su comercialización ha evolucionado desde su venta en botas hasta alcanzar la era digital con la tokenización, un paso revolucionario.

(Getty)
La historia del vino y su comercialización ha evolucionado desde su venta en botas hasta alcanzar la era digital con la tokenización, un paso revolucionario. (Getty)

A lo largo de los años, los negociantes de La Place de Bordeaux se han convertido en el epicentro de distribución de los mejores vinos del mundo, ya sean de Bordeaux u otras zonas vitivinícolas. Sus clientes buscan vinos con una trayectoria impecable en cuanto a calidad, identidad y prestigio.

Sin embargo, ahora llega con fuerza una nueva metodología que insinúa una verdadera revolución comercial en la categoría. Hoy, en el comienzo del siglo XXI, la tecnología permite ir más lejos y de manera más fácil que lo logrado hasta el momento con el E-commerce. Esto es posible gracias a la tokenización” de los vinos, ya que al cambiarlos por los NFT adquiridos, se los puede servir en las copas y disfrutar como cualquier otro. Sí, lo que se adquiere como vino digital, si se desea, se puede convertir en un vino real para disfrutarlo como cualquier otro.

Qué son los vinos digitales y qué ventajas ofrecen

Esta nueva modalidad permite mucho más que adquirir vinos originales en cualquier lugar del mundo para consumir en algún momento de la vida, porque además permite realizar diversas inversiones y acceder a negocios por demás rentables. Esto ya es posible en la Argentina gracias a la plataforma Drinksify, creada por un grupo de argentinos vinculados a la industria del vino que conocen muy bien todos los secretos comerciales de las bodegas.

La revolución tecnológica le permite a los consumidores asegurarse botellas futuras de vino argentino mediante la compra de NFTs.

(iStock)
La revolución tecnológica le permite a los consumidores asegurarse botellas futuras de vino argentino mediante la compra de NFTs. (iStock)

Según ellos, comprar un NFT de un vino argentino, es decir un “vino tokenizado, ya es posible. Hay que entender que los NFT son “token no fungible” (por sus siglas en inglés) o sea un activo digital encriptado. Se trata de un tipo especial de token criptográfico que representa algo único y que, por lo tanto, no son intercambiables de forma idéntica.

La gran diferencia con las criptomonedas es que, en este caso, hay un respaldo físico y único, una botella de vino. Esta plataforma argentina propone adquirir tokens no fungibles de vinos (Wine NFTs) de bodegas que tienen en su portfolio, el cual va creciendo mes a mes, a medida que las bodegas entienden las ventajas de ofrecer sus vinos al mundo a través de esta novedosa tecnología.

Los vinos que se venden por ahora a través de la plataforma aún no están embotellados, pero sí existen y están en el proceso de crianza. Es decir que los consumidores pueden asegurarse de manera digital, las botellas futuras de su vino favorito, ya sea para consumo propio o bien como inversión. Es decir, que esto permite asegurarse stock de una partida de un vino determinado que recién llegará al mercado en meses o años. Similar a lo que se hace en La Place de Bordeaux desde hace 300 años, pero más ágil y con otros beneficios.

La vitivinicultura argentina ante una oportunidad única: mediante NFTs, las bodegas pueden financiar su producción y ganar proyección internacional.

Foto: Getty Images
La vitivinicultura argentina ante una oportunidad única: mediante NFTs, las bodegas pueden financiar su producción y ganar proyección internacional. Foto: Getty Images

Por ejemplo, el propietario del NFT se puede involucrar desde la elaboración con el vino que le gusta, asegurándose desde una botella hasta algunas cajas o incluso una barrica entera, mucho antes de que salga al mercado. Esto es ideal para etiquetas muy demandadas o de partidas limitadas difíciles de conseguir, porque una vez que llegan a las góndolas se venden muy rápido. Además, en breve, cuando las bodegas comprendan y perciban los beneficios que les puede brindar este novedoso sistema comercial, varias etiquetas se van a vender solo a través del sistema de NFT, a modo de preventa, y así obtener la financiación necesaria para hacer frente a las obligaciones de corto plazo, que suelen poner piedras en el desarrollo de toda pequeña empresa.

Otro gran beneficio de los “vinos digitales” para el consumidor es que las “cavas virtuales” no ocupan lugar físico, hasta que se realizan; es decir hasta que el poseedor del NFT, si lo desea, solicite el canje del mismo por la botella en cuestión. Ya hay consumidores que están armando sus propias “cavas virtuales”, mientras que otros están optando por comprar Wine NFTs para hacer regalos originales.

La cadena de vinotecas Ligier también está incursionando en la “tokenización” de algunos de sus famosos vinos guardados, que descansan en la cava más grandes de vinos argentinos (400.000 botellas).

Al adquirir un vino digital, los consumidores pueden ahora participar desde la elaboración hasta asegurar botellas o cajas de ediciones limitadas.

(Imagen Ilustrativa Infobae)
Al adquirir un vino digital, los consumidores pueden ahora participar desde la elaboración hasta asegurar botellas o cajas de ediciones limitadas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Se trata de botellas de vino cuidadosamente coleccionadas durante 50 años, que van desde los setenta hasta las cosechas actuales. Diego Merena, experto en el tema y asesor de la vinoteca explica: “Desde el año 2018, estamos trabajando con blockchain, la tecnología que está detrás del Bitcoin, que es la que llevó a USD72.000 el valor de la criptomoneda más famosa. Estamos seguros que es una oportunidad única para el sector vitivinícola argentino, porque tokenizar’ los vinos va a permitir tener presencia en el mercado global, y añadirá una capa de transparencia, trazabilidad y eficiencia a la comercialización. Además, podemos posicionar a los vinos argentinos en una vitrina mundial, generando un valor significativo tanto para nuestros inversores como para el sector vitivinícola del país”.

Uno de los aspectos más atractivos de esta flamante modalidad es que aquellos que puedan esperar hasta que el vino llegue a sus manos o necesiten vender su Wine NFT, lo podrán hacer en cualquier momento, ya que hay miles de compradores y vendedores; y cada vez son más los dispuestos a realizar transacciones con los vinos digitales.

Más allá de los beneficios complementarios que ofrece este sistema, como descuentos en el ticket de vinotecas y restaurantes en el momento de consumo (mediante un QR que podrán bajar en el momento), copas de vino sin cargo, catas exclusivas y muchos beneficios más que cada bodega decida otorgar a quienes compren sus tokens; a muchos consumidores les atrae la inversión en vinos. Más en la actualidad, ya que mantener el valor del dinero y ganarle a la inflación es complejo.

El auge de los "vinos digitales" se consolida como una opción de inversión atractiva y segura

Imagen Ilustrativa Infobae
El auge de los "vinos digitales" se consolida como una opción de inversión atractiva y segura Imagen Ilustrativa Infobae

Se sabe que en el último año, porcentualmente, los vinos han aumentado más su valor que lo que lo ha hecho el IPC, según lo demuestra mes a mes el nuevo Índice de Precios del Vino que publica Vinodata. Por ende, ya sea para resguardar el valor de los ahorros, o bien para incrementarlos en el mejor de los casos, es una excelente inversión que además no ocupa lugar físico y se puede vender en cualquier momento fácilmente.

Qué tener en cuenta para invertir en vinos digitales

Uno de los aspectos que muchos se cuestionan, algo lógico que acarrea cualquier innovación, es el tema de la seguridad. Y al parecer, en estos momentos, no hay sitios más seguros para comprar que aquellos que venden tokens (NFTs), ya que estas operaciones se realizan sobre una red Blockchain, es decir, transacciones inviolables que no pueden hackearse ni modificarse. Por otra parte, cada operación realizada representa un contrato directo de compra y venta (Smart Contract) entre la bodega y el consumidor.

“La ‘tokenización’ de activos es algo que llegó para quedarse. Si bien no es algo nuevo, en la Argentina aún es un mercado incipiente y muchos aún lo miran de reojo, como con cierta desconfianza. Comprar un token de un activo físico es lo mismo que comprar un bien que va a mantener el valor en el tiempo o se va a apreciar más aún”, explica Carlos Moyano, socio fundador de Drinksify, la primera plataforma en su tipo para comprar vinos tokenizados del mundo.

La revolucionaria práctica de comprar vinos antes de su embotellamiento se materializa a través del uso de NFTs, facilitando a los consumidores asegurar botellas de vinos aún en proceso de crianza

(iStock)
La revolucionaria práctica de comprar vinos antes de su embotellamiento se materializa a través del uso de NFTs, facilitando a los consumidores asegurar botellas de vinos aún en proceso de crianza (iStock)

En la Argentina es muy incipiente, pero ya hay terrenos, propiedades, desarrollos inmobiliarios, autos y decenas de activos físicos que se pueden comprar y vender de esta manera.

Las bodegas, con todo el valor agregado que generan a partir de un producto agrícola, pueden ser las grandes impulsoras de esta nueva forma de comercializar sus vinos a consumidores de todo el mundo, mientras siguen mejorando la calidad y definición de sus vinos, aunque eso a veces no se corresponde con las ventas. Pero nunca es culpa del vino sino de la macro. Ya sea por la inflación en el mercado interno o por las trabas y el dólar atrasado en el mercado externo, vender vinos es lo más difícil para las bodegas, después de elaborarlos.

Por eso suena tentador comenzar a vender sus vinos mientras los producen, como los pequeños viticultores de Burdeos que obtienen así el financiamiento necesario de La Place para seguir desarrollando su actividad. En la Argentina, las bodegas hasta ahora no contaban con un canal seguro para hacer “pre ventas” directas a consumidores a lo largo del proceso de elaboración que dura entre 2 y 3 años. Esto no solo es un beneficio financiero para las bodegas, sino que fundamentalmente representa un nuevo canal digital de ventas, y todo gracias a la tecnología que permite hacer transacciones de modo fácil y seguro con sus clientes.

La inversión en "vinos digitales" permite a los amantes del vino asegurar partidas de sus etiquetas favoritas, un giro moderno en la tradicional compra de vinos.

(Imagen ilustrativa Infobae)
La inversión en "vinos digitales" permite a los amantes del vino asegurar partidas de sus etiquetas favoritas, un giro moderno en la tradicional compra de vinos. (Imagen ilustrativa Infobae)

Como muestra de la importancia que empieza a tener el tema para el sector, cabe destacar que en febrero pasado se realizó en Mendoza la “Crypto Vendimia 2024″, un encuentro clave para todos aquellos interesados en el cruce entre la blockchain, las finanzas descentralizadas y el mundo del vino. Fue una jornada donde la inspiración, el conocimiento y el sabor se mezclaron para ofrecer una experiencia única. Rodolfo Vigliano, cofundador de PALA Blockchain y experto en la tokenización de activos reales, fue uno de los principales expositores y compartió su experiencia en la creación de Matic Market, la plataforma que ha abierto nuevas fronteras para las bodegas argentinas, permitiéndoles tokenizar sus vinos y acceder a financiamiento alternativo.

“Matic Market es un antes y un después, por ejemplo, en la industria del vino que ya cuenta con más de 100 productos. Poder comprar una botella en cualquier parte y en cualquier momento, incluso desde antes de la cosecha es un cambio de paradigma, lo cual es un valor agregado para los fanáticos del vino, así como también un nuevo negocio para las bodegas”, expresó Vigliano.

Mendoza, además de su reconocimiento vitivinícola, se está posicionando como líder en el crecimiento tecnológico y la adopción de soluciones de Blockchain, experimentado un crecimiento tecnológico del 70% en los últimos cuatro años, lo que demuestra su potencial como un espacio innovador y su atractivo para el talento local y los nómades digitales.

Algunos de los vinos digitales que ya se pueden conseguir son Pie de Monte Malbec 2020, Finca Victoria y Proyecto Las Compuertas de Bodega Durigutti, Malbec 2019 de Bodega Penedo Borges, Serie I Malbec 2021 de los Valles Calchaquíes, elaborado por Karim Mussi y Ancestral Blend de Mauricio Lorca, entre otros

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