Por un momento hay que abstraerse de la realidad del día a día y dejarse llevar por las emociones. Porque San Valentín es una fecha especial. Para aquellos que están en pareja, es sin dudas una ocasión para renovar el entusiasmo, tal como sucede en los aniversarios. Y para los que están solos, un buen momento para animarse y acercarse a esa persona que les genera un cosquilleo especial.
Está claro que es una fecha comercial y como tal, todo se viste re corazones rojos. Pero no hay que dejarse llevar por la movida, sino más bien por los sentimientos. Seguramente, muchos piensen en hacer un regalo. Los bombones y las flores son un clásico. Y el vino también.
El vino ofrece mucha diversidad. Sí, mucha más que los bombones y que las flores, y que los demás regalos imaginarios. Además, se puede compartir en una situación romántica (los bombones también). Pero es en esa diversidad que está la clave para poder dar con un regalo que signifique algo más, y que represente de alguna manera el sentimiento hacia la otra persona.
En primer lugar, el vino ofrece muchas novedades. Vinos nuevos, ya sean clásicos de nuevas cosechas o con cambios de etiquetas (también se consideran vinos nuevos) y vinos recién llegados al mercado. Claro que a la otra parte deberá gustarle el vino, y más disfrutar compartirlo. Estas tantas novedades se suelen dar en todos los segmentos. Y, por lo tanto, siempre habrá alguna etiqueta llamativa y a medida de cada enamorado para quedar bien con su media naranja.
Cómo elegir un vino para él o ella, es la pregunta que se hacen todos. Y la respuesta es más fácil de lo que parece. Claro que las parejas estables y de muchos años corren con cierta ventaja porque (se supone) conocen los gustos y preferencias del otro. Por ende, teniendo en cuenta ese aspecto, se puede dar con una etiqueta sorprenderte.
Pero las parejas más nuevas o las que tiene ganas de serlo tienen a su favor el factor sorpresa, ya que quizás apostando a lo que le guste al otro, se acierte en el blanco; o en el tinto, el rosado, el espumoso…
Entonces, el estilo va a tener que ver con los gustos, la personalidad o la ocasión romántica en la que se quiera agasajar a la otra persona. Porque si a él o a ella le gustan los vinos suaves, un Tannat o un Cabernet Sauvignon no serán la mejor elección. En cambio, un rosado, un blanco elegante o un Pinot Noir, seguro que serán muy disfrutados de a dos. El tipo y estilo de vino adquiere gran relevancia si será protagonista del encuentro. En ese caso hay que tener en cuenta el ambiente y el menú.
En cambio, si ya hay un programa de salida, ese vino de regalo seguro quedará para otra ocasión. Es por ello que será mejor entonces elegir una etiqueta llamativa y con un mensaje. No es que la etiqueta deba decir las palabras de amor que se le quieren decir al otro, pero en la justificación de la elección, deberá estar plasmado el mensaje de amor. Inspirado en el nombre del vino, el origen, el color de la etiqueta, etc.
Claro que sabiendo los gustos de la otra parte se hace más fácil elegir. Pero si no, hay que tener en cuenta que, si es tinto, debe ser liviano y equilibrado. Cualquier Pinot Noir, un Malbec joven o un blend. Los rosados y blancos también son una gran opción, tanto para ellas como para ellos, porque también invitan a beberse solos, antes o después de una comida o una salida. Pero el rey de los vinos para enamorados es el espumoso, y entre ellos el rosé. Porque es el vino que todos asocian a celebración y buenos augurios, el más utilizado para los brindis. Y que puede ser tan sofisticado solo o acompañando una comida.
Es que las burbujas, además de “simular” estrellas bebibles, refrescan el paladar con gracia y delicadeza, resaltando la frescura del vino, que termina invitando a rellenar la copa. Aquí tres opciones
Corazón Valiente Blanco de Blancas 2020
Bodega y Viñedos Niven, Jujuy, Quebrada de Humahuaca $6.500
El joven e intrépido winemaker Lucas Niven sorprende con este blanco de altura extrema y nombre romántico. Reflejo de su alma inquieta y curiosa. Blend de Sauvignon Blanc (70%) y Chardonnay (30%) provenientes de un viñedo en la Quebrada de Humahuaca, Jujuy, del cual solo se hicieron 900 botellas. De aromas frescos y delicados, con carácter de lugar.
Notas de arvejas y buena frescura, tenso en boca. De paladar franco y dejos de pasto verde en su interesante final de boca. Para acompañar sushi, ensaladas y pizzas. Beber entre 2024 y 2025.
Puntos: 91
Ruca Malen Capítulo 2 Malbec Orgánico 2021
Mendoza, Valle de Uco, Los Chacayes $13.160
La joven enóloga Agustina Hanna logra plasmar muchas cosas en este Malbec elaborado con uvas orgánicas, con buena concentración proveniente de Los Chacayes, bien apoyado en la fruta negra y las hierbas.
Con taninos firmes, pero a su vez amables porque son de Malbec. De final jugoso y ágil, consistente y fresco. Es largo gracias a sus texturas y su concentración. Y puede ser el compañero ideal de una cena romántica, al aire libre, donde las carnes o las pastas caseras sean el plato principal. Beber entre 2024 y 2027.
Puntos: 91,5
Nude 2023
Kaiken, Mendoza, Valle de Canota $15.500
Este rosado irrumpió con todo, revolucionó el verano y ahora va por San Valentín. Porque no solo se trata de una propuesta atractiva y elegante por fuera, sino también de marca atrevida.
Pero lo más importante son sus atributos. De aspecto rosa suave y brillante, sus aromas son tan expresivos como delicados. Hay frutas rojas y algo de hierbas silvestres que hablan de un carácter distinto.
Claro, se trata de un blend muy poco visto (Grenache con toque de Cabernet Sauvignon), provenientes de uno de los lugares que más está dando que hablar, el Valle de Canota. Un vino para lucirse en el antes, en el durante y en el después. Beber entre 2024 y 2025.
Puntos: 92