El COVID prolongado o long COVID es un término que engloba a las secuelas físicas y mentales persistentes que se manifiestan luego de la infección por SARS-CoV-2, estos síntomas van desde fatiga o cansancio que dificulta la ejecución de las actividades diarias, hasta fiebre, dificultad respiratoria, tos y cambios en el sentido del olfato o del gusto.
A cuatro años de la irrupción de la pandemia por coronavirus, los investigadores avanzan en comprender cómo el COVID prolongado afecta a los adultos. Sin embargo, en los niños podría desarrollarse de forma diferente.
El COVID prolongado afecta a entre el 10% y el 20% de los chicos que cursaron la enfermedad por SARS-CoV-2, según una revisión científica publicada la semana pasada en la revista Pediatrics, la publicación de la Academia Estadounidense de Pediatría.
Este análisis destacó la aparición de síntomas neurológicos, gastrointestinales, cardiovasculares y conductuales en los niños meses después de la infección aguda.
La doctora Suchitra Rao, experta en enfermedades infecciosas pediátricas del Children’s Hospital Colorado y coautora del estudio, reconoció que existen “muchas advertencias” con las estimaciones de prevalencia utilizadas para llegar a esa cifra. Por ejemplo, algunos de los estudios incluidos analizaron únicamente el porcentaje muy pequeño de niños que fueron hospitalizados por COVID.
Al igual que los adultos, los niños que tuvieron casos más graves de la infección tienen un mayor riesgo de sufrir síntomas persistentes o nuevas complicaciones.
“En nuestra clínica Long COVID Recovery Care, algunos pacientes tienen síntomas durante dos meses y hay otros cuyos síntomas aún no han desaparecido dos años después”, destacó Sindhu Mohandas, codirector del Programa de Enfermedades Infecciosas Inmunocomprometidas del Children’s Hospital Los Ángeles y coautor del estudio.
Entre los hallazgos de este reciente metaanálisis se ha descubierto algunas pistas sobre el riesgo prolongado de COVID. Por ejemplo, alrededor del 45% de los niños que desarrollaron COVID prolongado experimentaron síntomas de COVID-19 en lugar de infecciones asintomáticas (15%).
Otros factores que aumentan la probabilidad de desarrollar long COVID incluyen la infección inicial más grave, la cantidad de órganos afectados, enfermedades médicas subyacentes y mayor peso corporal.
¿Cuáles son los síntomas del COVID prolongado en niños?
El doctor Stephen Freedman, de la Facultad de Medicina Cumming de la Universidad de Calgary, sugirió que la mayoría de los padres no deberían preocuparse excesivamente, ya el riesgo de desarrollar COVID prolongado tras una infección aguda son poco frecuentes. Sin embargo, para aquellos niños que sí desarrollan la condición, los síntomas pueden variar ampliamente, lo que hace que su diagnóstico sea complejo y pueda demorarse, dijo el especialista al diario New York Times.
Los síntomas prolongados de COVID más comunes en los niños incluyen fatiga, dolores de cabeza persistentes, debilidad, dolor musculoesquelético, dificultad para respirar, pérdida del gusto o el olfato y mareos.
Además, entre el 2% y el 44% de los niños con long COVID prolongado pueden experimentar dificultades de concentración -lo que se conoce como niebla mental- después de un esfuerzo físico o mental.
La confusión mental/fatiga también puede imitar los síntomas de la encefalomielitis miálgica, conocida como síndrome de fatiga crónica. Esto puede durar al menos seis meses y afectar las capacidades cognitivas diarias como el rendimiento escolar.
Para la doctora Laura Malone, directora de la Clínica de Rehabilitación Pediátrica Post-Covid-19 del Instituto Kennedy Krieger en Baltimore, todavía no está claro cuál puede ser el impacto a largo plazo de estos síntomas prolongados en el desarrollo de los niños.
Y sugirió que las escuelas deberían hacer adaptaciones para los niños que tienen dificultades, incluidos descansos durante el día y tiempo adicional para los exámenes.
En casos graves, algunos niños experimentan problemas respiratorios y cardiovasculares persistentes, incluida la miocarditis, una enfermedad cardíaca. La diabetes y otros trastornos autoinmunes también pueden surgir inmediatamente después de una infección por COVID, aunque estos “tienden a ser mucho menos prevalentes en los niños” que los síntomas más leves, dijo al New York Times el doctor Ziyad Al-Aly, epidemiólogo clínico de la Universidad de Washington en St. Louis, quien estudia la afección pero no participó en el nuevo informe.
¿Cuáles son los tratamientos para el COVID prolongado?
“No existen medicamentos aprobados para tratar el COVID prolongado”, afirmó la doctora Sindhu Mohandas, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Infantil de Los Ángeles, lo que enfatiza la importancia de validar las experiencias de los pacientes y adaptar el entorno escolar para facilitar su recuperación.
En cada caso, el médico podría indicar algunos medicamentos para problemas específicos, como dolores de cabeza o musculares.