Jeong significa afecto y respeto por el prójimo. El espíritu coreano desde siempre ha estado muy ligado al humanismo y a la búsqueda del bienestar de los demás. Es una palabra simbólica de la cultura coreana y representa el cariño y afecto en las relaciones entre padres e hijos, ancianos y jóvenes, amigos, parientes, visitantes y extranjeros. Es el espíritu de dar la bienvenida con una generosa sonrisa, ofreciendo hospitalidad a todos los huéspedes.
Si bien todos ellos son sentimientos universales, los coreanos tienen una palabra específica para designarlos, Jeong, que no se encuentra en otros idiomas.
Este concepto es parte integral de la cultura y la sociedad de este país asiático desde hace más de 2000 años. Los profundos sentimientos de apego que designa puede ocurrir entre distintas personas y también cosas, incluidos objetos y lugares o la naturaleza.
Se trata de un estado de confort y familiaridad hacia algo que siente inseparable. En las relaciones interpersonales se parece a los profundos vínculos de afecto y apego que se desarrollan en los matrimonios con muchos años de convivencia. Se trata de un sentimiento más duradero que el amor. Inspira generosidad, lealtad, respeto y gratitud.
Por otro lado, jeong es el sentido de preocupación y atención por los demás, intrínsecamente relacionado con la idea de colectividad que caracteriza a la sociedad coreana. Es la idea de cuidar de los demás y situar su bienestar en primer lugar. Compartir la comida o querer pagar la cuenta del restaurante en un encuentro de amigos son algunos ejemplos.
“Basado en la mentalidad de que todos tenemos una responsabilidad social colectiva, el jeong evoluciona principalmente a través de experiencias compartidas. Cuando se desarrollan sentimientos de jeong por alguien, se lo desea proteger y ayudar”, explicó la doctora Jihee Cho, psicóloga que reside en Nueva York, doctora egresada de la Universidad de Fordham y cofundadora de los servicios psicológicos Mind in Motion.
La experta señaló a CNBC news que en la actualidad la gente está tan atrapada en la vertiginosa rutina diaria, que no se llega a registrar las oportunidades para llevar a cabo el jeong, una costumbre que produce bienestar.
Las seis máximas de Jeong
La psicóloga coreana presenta con frecuencia el jeong a sus pacientes para ayudarlos a crear un sentido de comunidad más fuerte. Practicarlo a diario puede llevar a una vida más feliz, aseguró la psicóloga y sus consejos para lograrlo son los siguientes:
1. Programar un tiempo tranquilo para pasar con los seres queridos con regularidad. Agendar encuentros mensuales, semanales o incluso diarios con familiares y amigos. Proteger ese tiempo juntos, y reunirse con frecuencia ya sea para comer juntos, tener conversaciones profundas o simplemente salir a caminar.
“El tiempo de calidad en persona (no virtual) nutre las relaciones de una manera que la comunicación digital no puede hacerlo. Nos permite reconectarnos, compartir experiencias, apoyarnos unos a otros y fomentar un sentido de pertenencia”, indicó la psicóloga.
2. Ofrecer ayuda y apoyo. Buscar oportunidades para dar una mano a personas que lo la necesiten ya sea en un voluntariado, en la iglesia o un vecino. Esto podría ser preparar y entregar comidas a personas indigentes, ayudar con los recados y reparaciones del hogar a alguna persona mayor o escuchar sin juzgar a los amigos.
3. Crear experiencias compartidas significativas. Realizar encuentros a través de intereses comunes y trabajo en equipo. Se puede organizar una comida y hacer que cada persona cocine un plato que refleje su origen cultural, aprender un nuevo idioma con un amigo o participar en tradiciones que sean significativas para sus seres queridos.
4. Ampliar e interactuar con la comunidad. Presentarse a nuevas personas en sus grupos y círculos existentes. Comunicarse con los vecinos con un regalo hecho por sus manos o una comida casera. O unirse a un grupo local de acuerdo a los propios intereses, como un grupo de padres o una iglesia.
5. Aceptar la vulnerabilidad. Con jeong, es importante ser abierto y auténtico en las interacciones con la gente. Proponerse compartir sus pensamientos, emociones y experiencias, incluso si eso lo hace sentir expuesto o inseguro. “Cuando dejamos de lado ese miedo, creamos oportunidades para una mayor comprensión de nosotros mismos y de los demás”, afirmó la psicóloga.
6. Estar presente y escuchar al interlocutor. Jeong enfatizó el valor de prestar atención y estar plenamente presente en el momento. Una forma sencilla de hacerlo es dejar de lado las distracciones y escuchar activamente lo que los demás tienen que decir.
“La próxima vez que almuerces con un amigo, es importante ir más allá de la superficie y preguntarle: ″¿Cómo estás realmente ?”. Muchos de nosotros simplemente queremos ser escuchados”, dijo la doctora Jihee Cho.