Buenos Aires corrió. Y a lo grande: este domingo fue la nueva edición del Maratón Internacional de la Ciudad de Buenos Aires, con una cifra de participantes récord, de 12 mil corredores. Se trató de la 38ª edición en la que las calles de la ciudad y los lugares más emblemáticos y reconocidos, fueron testigos.
La Maratón de Buenos Aires arrancó a las 7 horas del domingo desde la avenida Figueroa Alcorta y Dorrego, en pleno corazón del Parque 3 de febrero.
El podio masculino, nuevamente, fue de Kenia: Cornelius Kiplagat fue el primero en llegar a la meta, con un tiempo de dos horas y ocho minutos. En segundo lugar se ubicó Paul Kipngetich Tanui, con dos horas y 9 minutos; y el tercer puesto fue para Robert Kimutai Ngeno, con dos horas y 10 minutos.
El primer argentino en atravesar la línea de llegada fue David Rodríguez, quien quedó en el octavo puesto con dos horas y 17 minutos. En tanto, su compatriota Miguel Héctor Maza se ubicó en el noveno lugar, con dos horas y 18 minutos.
En tanto, el primer lugar del podio femenino fue para la keniata Rodah Kepkorir Tanui con un tiempo de dos horas y 24 minutos. Le siguió su compatriota Sharon Jemutai Cherop con dos horas, 24 minutos y 55 segundos, y en tercer lugar se ubicó la también keniata Pamela Jepkosgei Rotich, completando la carrera en dos horas y 27 minutos.
Tres mujeres argentinas quedaron en el top 10 de la maratón. María Luján Urrutia quedó en séptimo lugar, llegando en dos horas y 45 minutos; María del Carmen Argüello se ubicó octava con dos horas y 46 minutos; y Natasha Anahí Castaño quedó novena con dos horas y 49 minutos.
La clasificación oficial registró el tiempo efectivo, es decir, desde que el número en nuestra camiseta cruza la línea de salida hasta que se completó la carrera en el mismo punto.
A diferencia de los 21K y de las carreras anteriores, en esta edición la ruta se dirigió al norte, alcanzando la avenida General Paz. Posteriormente, retornó y se elevó por el puente Ángel Labruna y cruzó nuevamente frente al estadio de River Plate.
Esta vez, se puede afirmar que el maratón cruzó el clásico, ya que, como es tradición, pasó frente al estadio de Boca Juniors. La Avenida Libertador fue abordada en el kilómetro 12 y el ascenso a la 9 de Julio ocurrió en el kilómetro 17. Lugares icónicos como el Obelisco, Avenida Corrientes, Plaza de Mayo, Casa Rosada, Catedral de Buenos Aires y el Cabildo ofrecieron un panorama turístico destacado.
Al llegar al kilómetro 30, se entró a Puerto Madero, dirigiéndose hacia La Costanera Sur. Este trayecto presentó diversas modificaciones en comparación con años previos, diseñado pensando en la velocidad del circuito, la comodidad urbana y el atractivo turístico de la ciudad.
Se incluyó un tramo del Paseo del Bajo y unos kilómetros de autopista. El último ascenso, al cual se debió enfrentar con valentía, se encuentra en Sarmiento, frente al Planetario Galileo Galilei. A diferencia de ediciones pasadas, al cruzar por aquí solo restaba un kilómetro, donde predominó el espíritu y la determinación. El punto de llegada coincidió con el inicio de la carrera.
Plan de emergencias
A lo largo del trayecto, un equipo altamente preparado y con el equipo necesario estuvo dispuesto estratégicamente para proporcionar asistencia médica. “Contaremos con 15 ambulancias y 12 motocicletas equipadas con desfibriladores externos automáticos (DEA), así como 5 vehículos de intervención rápida con DEA, listos para actuar con rapidez en situaciones de emergencia. Se establecerán 8 estaciones de primeros auxilios en diferentes puntos del recorrido, y en la meta, habrá una carpa médica con profesionales especializados en emergencias, cardiólogos, médicos generales y personal de enfermería”, habían explicado en la previa desde la organización.
Para situaciones más críticas, se dispuso un shock room con el equipo y personal adecuado, proporcionado por la empresa Emergencias. Además, hubo un espacio de recuperación kinesiológica para tratar lesiones que no requirieran atención médica inmediata, atendido por el equipo de Kynet.
El núcleo de este plan se encontró en el Centro de Coordinación de Emergencias, situado cerca del punto de inicio y fin de la carrera. Desde este lugar, el encargado del plan de emergencia monitoreó y dirigió todas las acciones relacionadas con posibles eventualidades. Los DEA, dispuestos a lo largo del recorrido, fueron activados de ser necesario, coordinándose con los servicios de ambulancia para actuar de forma efectiva.
Cinco hospitales públicos y un sanatorio privado cercanos estuvieron en estado de alerta para ofrecer atención médica de manera ágil y eficiente. Además, hubo comunicación directa con el Centro de Monitoreo de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires para responder ante cualquier eventualidad detectada por las fuerzas de seguridad durante el evento.
Puesto de hidratación y abastecimiento
Aunque no hubo altas temperaturas pronosticadas para el domingo, el mejor consejo para cualquier maratonista era no saltearse ni uno solo de los puestos de hidratación que había en el recorrido. A continuación, un detalle de estos.
Km.5 (Av. Del Libertador entre Av. Comodoro Rivadavia y Correa) agua
Km. 7.5 (Colectora de Av. Cantilo, antes de rotonda Ciudad Universitaria) Gatorade
Km. 10 (Av. Figueroa Alcorta entre Juramento y Echeverría) agua
Km. 12.5 (Av. Figueroa Alcorta y Belisario Roldán) Gatorade
Km. 15 (Av. Del Libertador entre Ortiz de Ocampo y Billinghurst) agua
Km. 17.5 (Carlos Pellegrini entre Juncal y Arenales) Gatorade
Km. 20 (Leandro N. Alem entre Juan D. Perón y Bartolomé Mitre) agua / banana
Km. 22.5 (Bernardo de Irigoyen entre Alsina y Moreno) Gatorade
Km. 25 (Paseo Colón y Av. Independencia) agua
Km. 27.5 (Aristóbulo del Valle y Almirante Brown) Gatorade
Km. 30 (Av. Elvira Rawson de Dellepiane entre Av. España y Calabria) agua/banana/geles
Km. 32.5 (Av. De los Italianos entre Mariquita Sánchez y Emma de la Barra) Gatorade
Km. 35 (Av. Antártida y Letonia, frente al Monumento de los Ingleses) agua / Mogul
Km. 37.5 (Av. Ramón Castillo, debajo del Paseo del Bajo) Gatorade
Km. 40 (Av. Sarmiento antes de ingresar al túnel) agua
Área running teams
Al igual que en el medio maratón, se destinó nuevamente un área especial para los equipos de running. Se reservó un espacio para estos grupos que, con su entusiasmo y particularidades, aportaran al ambiente festivo de la carrera.
Cada equipo con sus propias tradiciones y dinámicas. Es en estos momentos de convivencia y celebración donde se refleja el espíritu de camaradería típico argentino, especialmente durante los momentos de espera mientras llegan los corredores.
Para aquellos que no pertenecían a un equipo de running, además del servicio de guardarropa, contaban con la opción de los food trucks, permitiendo prolongar el ambiente celebratorio del día de la carrera.
* Con fotos de Nicolás Stulberg