La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo y se caracteriza por niveles elevados de glucosa o azúcar en la sangre.
Es un trastorno metabólico que ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el cuerpo no puede utilizar eficazmente la insulina que produce.
La insulina es una hormona esencial que regula el nivel de azúcar en la sangre y nos ayuda a convertir los alimentos que comemos en energía.
Existen principalmente tres tipos de diabetes. El tipo 1, también conocido como insulinodependiente, suele afectar a jóvenes y representa menos del 5% de los casos. Estos pacientes requieren la administración externa de insulina para regular sus niveles de azúcar.
El tipo 2 es el más común y representa más del 95% de los casos. En esta forma de la enfermedad, el páncreas produce insulina insuficiente o las células del cuerpo no la utilizan de manera eficiente, lo que se conoce como resistencia a la insulina.
El tercer tipo es la diabetes gestacional, que ocurre durante el embarazo y puede aumentar el riesgo de que tanto la madre como el bebé desarrollen diabetes tipo 2 en el futuro.
Según los datos publicados en la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada por el Ministerio de Salud, 1 de cada 11 personas en Argentina tiene la glucemia elevada o diabetes tipo 2 y de estos, aproximadamente, el 40% presenta asociadas enfermedad cardiovascular y/o renal.
Tener niveles elevados de azúcar en la sangre acarrea consecuencias y puede llevar a complicaciones a largo plazo. Puede dañar las arterias y, como resultado, afectar varios órganos vitales. Por ejemplo, puede llevar a enfermedades cardiovasculares como infarto agudo de miocardio o angina de pecho. También aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares y puede causar insuficiencia renal.
Los problemas visuales, incluida la ceguera, y la pérdida de sensibilidad en la piel debido al daño a los nervios son otras complicaciones severas. En los casos más graves, la mala circulación en los miembros inferiores puede llevar a la amputación de dedos, pies o piernas.
A pesar de la gravedad de la enfermedad y sus complicaciones, la buena noticia es que la diabetes es una condición manejable y, en muchos casos, prevenible.
Un simple análisis de sangre puede ser un primer paso crucial para detectar la enfermedad en sus etapas tempranas. Por eso es tan importante hacerse chequeos regulares, al menos una vez al año, para conocer nuestros niveles de azúcar en la sangre.
La diabetes en América Latina
Recientemente, un estudio de alcance internacional, publicado en la revista médica The Lancet, analizó en profundidad la situación de la diabetes en América Latina y el Caribe. Según los resultados de este análisis, en 2021 se estimaba que aproximadamente 43 millones de personas padecían diabetes en esta región.
Un equipo de expertos, liderado por investigadores afiliados al reconocido Instituto de Evaluación y Métricas Sanitarias de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en Estados Unidos, fue responsable de llevar a cabo este estudio.
Las proyecciones que presentaron indican que la cantidad de personas afectadas por este trastorno metabólico podría incrementarse en los años venideros en América Latina. Se estima que para el año 2050, la cifra de personas con diabetes en la región ascenderá a alrededor de 121 millones.
*El doctor Daniel López Rosetti es médico (MN 62540) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH). Y es autor de libros como: “Emoción y sentimientos” (Ed. Planeta, 2017), “Equilibrio. Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario.” (Ed. Planeta, 2019), entre otros.