Todos conocemos la importancia de tener un entrenador, pero nunca está de más recordar lo importante que es tener uno. Fred Lebow, una de las personalidades más destacadas a la hora de hablar de running y difundir el deporte decía: “He corrido por varías décadas, he leído cada libro y cada artículo que se ha escrito sobre running, pero aún así necesito un entrenador. ¿Por qué? Todavía necesito que me hablen, que me alienten”.
Un entrenador es alguien que se comunica con nosotros y nosotros debemos comunicarnos con él. La base de un buen vínculo consiste en tener un diálogo fluido donde cada uno entienda lo que el otro tiene para decir.
Seamos directos: necesitamos un entrenador para correr mejor. Un entrenador no sólo ha estudiado para preparar corredores -lo que ya es bastante- sino que además ha sumado a lo largo de los años la experiencia propia y la de sus entrenados para conocer todas las variables que pueden surgir en el proceso de preparar a alguien para que se convierta en el mejor corredor posible.
Tenemos que confiar en nuestro entrenador. Él establece un plan, nos lo da y lo tenemos que cumplir. Si por algún motivo no podemos hacerlo, se lo tenemos que decir. Si nuestro calendario se altera y debemos salir del camino, es importante charlar con él para que nos muestre la ruta alternativa. Si tenemos algún dolor, alguna molestia o algo que nos impide entrenar correctamente también tenemos que señalárselo.
Tenemos que confiar y ser humildes, porque él es la persona que sabe y que por algún motivo establece ese plan. Ser realistas a la hora de empezar un plan, de cumplirlo, establecer las metas con claridad, consultar las carreras que vamos a correr, consultar las cosas que vamos a hacer. Cada decisión que tomemos tiene que ser chequeada y aprobada por el entrenador. Si somos sinceros lograremos sacar el máximo provecho de sus conocimientos y notaremos las mejores.
Siempre digo: “Cuánto más le hago caso a mi entrenador, más suerte tengo en las carreras”. No hay misterio, hay un camino que suele ser el correcto, simplemente hay que hacerle algunos ajustes para cada corredor.
Un entrenador nos dará un plan variado, completo, que sea capaz de moldearnos como atleta en todos los aspectos posibles. Trabajamos que nos eviten caer en la rutina, que nos mantengan activos y nos ofrezcan la posibilidad de mejorar de forma progresiva y constante para poder rendir al máximo dentro de nuestras posibilidades.
Un entrenador no va a cambiar nuestra genética, pero nos va a permitir alcanzar el mejor estado físico como corredores que tengamos a nuestra disposición, siempre y cuando, claro, estemos dispuestos a hacerle caso y nos comprometamos con el entrenamiento. Pero incluso quienes busquen vivir el running de forma relajada, deberán hablar con el entrenador para apuntar a este objetivo.
Un entrenador también nos ayuda a encontrar un equilibrio y evitar los excesos. El atleta de elite Marty Liquori decía: “La mayoría de los atletas necesitan un entrenador para que los empuje a trabajar más duro, yo lo necesito para que me diga que me calme”. Cada corredor es un mundo.
Algunos de los peores errores que comete un corredor tienen que ver con no ser sincero con su entrenador o no cumplir con las reglas que ese entrenador estableció en ese plan. Confíen en el entrenador porque para eso está. Busquen a alguien que esté bien preparado pero que además se adecúe a la forma que tenemos de ver el running.
Franz Stampfl, un teórico del running que revolucionó las técnicas de entrenamiento en la década del cincuenta y ayudó a sir Roger Bannister a convertirse en el primer hombre en correr una milla en menos de cuatro minutos, sabía, a pesar de sus conocimientos en la forma que “un entrenador es 20% de técnica y 80% de motivación”.
Si uno de los máximos conocedores de la técnica decía eso, queda claro que aún hoy un entrenador que motive es tal vez un punto más que importante a la hora de determinar, finalmente, quien nos va a entrenar. Confíen en su entrenador y los resultados llegarán.
*Santiago García es maratonista, autor de los libros “Correr para vivir, vivir para correr” y “Volver a correr”. Completó la Six World Marathon Majors dos veces. En Instagram: @sangarciacorre.
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