La memoria es una función que permite retener, recuperar, almacenar y eliminar información. Junto con la atención, con la cual se encuentra estrechamente vinculada ya que para lograr memorizar se necesita atender, es la función cognitiva más susceptible de alteración tras una lesión cerebral.
Existen distintos tipos de memoria que involucran circuitos neurales diferenciados. Por ejemplo, la memoria musical funciona en forma independiente de las áreas relacionadas para recordar cosas que fueron aprendidas de niños o detalles de eventos que sucedieron en las vidas de las personas. Esto significa que alguien puede no recordar el nombre de sus familiares, pero sí puede cantar una canción completa o ejecutar un instrumento, si es que antes lo hacía, e incluso vivenciar la emoción vinculada a ese recuerdo.
En el caso de las demencias, las intervenciones en un tratamiento de musicoterapia están orientadas a activar recuerdos y asociaciones, orientar en tiempo, espacio y persona, habilitar un canal de comunicación para recordar y repasar eventos de sus vidas, calmar o mejorar el estado anímico y ser un agente socializador a través del cual la persona interactúe con el medio.
“En la demencia de tipo Alzheimer particularmente, la memoria musical suele estar intacta, por lo que el objetivo primordial es acceder a esos momentos significativos en la vida de la persona, brindar experiencias de gratificación, mejorar la autoestima y, en consecuencia, su calidad de vida”, mencionó la licenciada Daniela Arévalo (MN 193), miembro del Equipo de Musicoterapia de INECO.
A su vez, la licenciada Jorgelina Benavidez (MN 269), musicoterapeuta del equipo de Musicoterapia de INECO y directora del Departamento de Terapias Basadas en las Artes de INECO, agregó: “La música y sus elementos juegan un rol especial en la rehabilitación o estimulación de la memoria. La musicoterapia se vale de esto para atender a las distintas necesidades según el tipo de memoria afectada. Por ejemplo, hay técnicas que, combinando ritmo y melodía, pueden funcionar como pista auditiva para facilitar el aprendizaje y el recuerdo de palabras, nombres de familiares, objetos de uso diario, procedimientos cotidianos, entre otras cuestiones”.
A continuación, las licenciadas Arévalo y Benavidez, quienes se desempeñan, desde la musicoterapia, en el área de la neurorehabilitación de personas adultas con secuelas cognitivas, motoras, del lenguaje, emocionales y sociales por diversas afecciones neurológicas, brindan una serie de ejercicios para ejercitar la memoria a través de la música:
El armado de este tipo de playlists puede ser particularmente útil para personas mayores, con el fin de facilitar el acceso a recuerdos de la vida asociados a su música.
Es importante aclarar que estos posibles ejercicios y sugerencias no reemplazan un tratamiento de musicoterapia, en donde se establecen objetivos terapéuticos orientados a la rehabilitación o estimulación de las distintas áreas: cognitiva, social, emocional, motora y/o comunicacional; en un proceso de tratamiento que se desarrolla y sostiene a través de la relación terapeuta-paciente.
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