El ruido de la hojarasca, el trino de un pájaro o detenerse escuchar la brisa pueden generar sensaciones impensadas, especialmente en las ciudades en donde vive más del 70% de la población mundial.
Bienestar, confianza, felicidad o calma. Estos son sólo algunos de los beneficios del contacto con el entorno que halló un estudio científico global en el que los argentinos se destacan.
Si bien ya existían estudios respecto de la relación entre la naturaleza y el bienestar, en este paper, del que participaron 1142 personas de 35 países, se evidencia que el sentido del oído es central para ese sentimiento de bienestar.
El trabajo, realizado por el Forest Therapy Hub, identifica al oído por encima del resto de los sentidos, incluido el de la vista, que hasta ahora se consideraba el más importante a la hora de establecer una conexión entre las personas y el entorno natural.
Los participantes de este estudio hicieron lo que los científicos denominaron “baños de bosques”, que son inmersiones en espacios naturales, especialmente urbanos, y puntuaron a los sonidos por encima de los demás sentidos. Además, destacaron elementos como el canto de los pájaros, el rumor de la brisa sobre las ramas de los árboles o el murmullo de los ríos y los cursos de agua.
Luego, los encuestados mencionaron otros aspectos como el paisaje, los colores y matices cromáticos de la naturaleza, los olores de flores, plantas y la tierra, y las texturas de los elementos naturales.
“Hallazgos como los que se desprenden de este estudio son realmente útiles para los guías de baños de bosque, ya que pueden adaptar sus sesiones para incluir elementos naturales que contribuyan al bienestar”, afirmó Kirsten McEwan, investigadora del College of Health, Psychology and Social Care de la Universidad de Derby (Reino Unido).
Durante la investigación liderada por el Forest Therapy Hub, realizada entre los años 2021 y 2022, también se han evaluado los estados emocionales que experimentan las personas que realizan los baños de bosque guiados.
Alex Gesse, director ejecutivo de la organización, destaca que los “Baños de Bosque” sobre los que se basa el estudio fueron supervisados por Guías certificados. “Este método tiene en cuenta cómo los elementos naturales percibidos pueden impactar en la salud y el bienestar, maximizando los beneficios de exponerse a la naturaleza. Esto permite adaptar las actividades de conexión con la naturaleza para que sean las más adecuadas a cada persona”.
“Para sentirte bien, es necesario encontrar el elemento o aspecto de la naturaleza que te aporta mayor bienestar, se trata de ciencia. Así que más allá del estudio, invito a las personas a explorar y encontrar su elemento”, añadió Gesse, especialista en Terapia de Bosque, formador y autor.
En todo el mundo los “Baños de Bosques” se practican como activo de ahorro para la Salud Pública para, básicamente, prevenir enfermedades, reducir el estrés, reforzar el sistema inmune, y darle al sistema nervioso central unas estímulo químico infalible que vienen del mundo natural y del tipo de actividades durante estos paseos lentos, diseñados en secuencias, en la naturaleza.
No es casual que en un estudio a personas de todo el mundo, Argentina haya marcado que el mayor beneficio del contacto con la naturaleza haya sido sentir “confianza” y “esperanza”. Hay otros países que marcaron más otras variables, como la calma o la importancia.
Los resultados argentinos
Los argentinos fueron guiados en espacios naturales más que en parques urbanos. En otras regiones del mundo es más parejo el experimentar baños de bosque en parques urbanos y en espacios naturales abiertos. La Argentina es el país que valora más el experimentar emociones relacionadas con la confianza y la esperanza durante un paseo de baños de bosque.
Especialmente, Latinoamérica es donde los baños de bosque producen más “felicidad”, “calma” y “confianza”, que no aparecen en los primeros lugares en otras regiones del mundo. Por ejemplo, en América del Norte, la sensación de “importancia” es uno de los beneficios al bienestar más percibidos.
Todas las emociones están más marcadas en esta parte del mundo: fuerte presencia de la sensación de “sorpresa” como positiva, la sensación de “la naturaleza como parte de uno mismo”, la valoración de la experiencia del baño de bosque como “única”, y muy altos índices de valoración al beneficio del “descubrir”, del “contacto” y de los “sonidos”.
En cuanto a los sentidos, los latinos han marcado más alto que en otras regiones a todos, pero los aromas, las texturas, las luces y sombras, fueron los más valorados al percibir beneficios de la naturaleza. Compartir la experiencia fue parte de esos efectos positivos del paseo de Baño de Bosque.
El trabajo ha sido elaborado por investigadores del Forest Therapy Hub, el College of Health, Psychology and Social Care de la Universidad de Derby (Reino Unido), del Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales de la UAE de México, de la Facultad de Psicología de la UB y de Highland Amphibian and Reptile Project.
La investigación ha consistido en el análisis y evaluación de los datos obtenidos de un cuestionario que fue respondido de forma anónima por personas que habían participado en una de las sesiones de baño de bosque guiadas por profesionales formados por Forest Therapy Hub.
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