El Pinot Noir es una variedad tan desafiante para los hacedores como cautivante para los consumidores, porque por un lado es muy frágil en la viña, pero a la vez eso se traduce (si está bien logrado) en delicadeza en las copas. La meca de esta cepa está en la Borgoña (Francia), más precisamente en la Côte de Nuits; una región vinícola ubicada en la parte norte de la Côte d’Or que se extiende desde Dijon hasta justo al sur de Nuits-Saint-Georges.
Allí nacen los exponentes más prestigiosos y el vino más caro del mundo; Domaine de la Romanée-Conti. A lo largo de los siglos, el prestigio de esta cepa se ha extendido a todo el mundo, es por ello que en los principales países productores buscan emularlo. Es una uva de piel delicada, que no gusta tanto del sol y prefiere los climas fríos. Esa es la razón por la cual también se da mejor en climas de influencia oceánica.
Sin dudas, después del Cabernet Sauvignon (tintas) y Chardonnay (blancas), es la variedad global más importante, porque además es una de las grandes protagonistas del Champagne, el vino más famoso del mundo.
En la Argentina cuesta encontrar el mejor lugar debido a que la mayoría de los viñedos están en zonas desérticas, de clima continental. No obstante, gracias a una mayor latitud (Patagonia, por ejemplo) y altura (Valle de Uco, por ejemplo), van apareciendo lugares destacados para lograr exponentes sobresalientes. Y si bien es cierto que la Argentina se destaca por sus Malbec, cada lugar debe resaltar y apostar a las variedades que mejor se desarrollen en función a sus suelos y climas. Pero el éxito no solo estará dado por la insistencia, sino también por el estudio y la aplicación de los cambios que surjan de la experiencia de cada cosecha.
Es el caso de Neuquén y sus Pinot Noir, en cuya superficie total plantada con viñedos (1766ha), el Pinot Noir representa el 14,5%, algo que a nivel nacional solo es el 0,95%. Es decir que Neuquén apuesta más por el Pinot Noir que Mendoza (principal provincia productora) por el Cabernet Sauvignon, Bonarda, Merlot o Chardonnay, entre otras. Pero si bien todas las bodegas de Neuquén producen varietales tintos de Pinot Noir, además de usarla en sus espumosos más importantes, no se trata solo de una cuestión cuantitativa sino también cualitativa, porque es el aspecto que pesa más a la hora de elegir un vino.
Y ahí es donde los Pinot Noir neuquinos empiezan a reflejar un carácter propio de terruño. Porque si bien hay mucha insolación, ya han logrado proteger las uvas con un buen manejo de la canopia (la parte verde de la planta) y telas blancas. También encontraron el punto justo de madurez. Por otra parte, gracias a su ubicación (39 grados Latitud Sur) las noches son más frescas, acentuando la amplitud térmica.
Sin embargo, el gran distintivo el viento constante y sonante que tiene dos efectos fundamentales. Por un lado, ventilar la viña y mantenerla seca, y por ende más sana. Y por el otro, engrosar de manera natural las pieles (hollejos) de las uvas. Esto explica la gran concentración de aromas y sabores de los Pinot Noir que nacen en San Patricio del Chañar, la mayor zonza productiva de la provincia, sin perder la suavidad de las texturas típicas de estos vinos; la característica más buscada por el consumidor. Además, producen exponentes destacables en todos los segmentos de precio, algo muy difícil de lograr en otras zonas que solo pueden apostar a los de alta gama.
Estos son tres de los Pinot Noir neuquinos más destacados que reflejan el lugar, cada cual con un estilo propio.
Saurus Barrel Fermented Pinot Noir 2021
Bodega Familia Schroeder, San Patricio del Chañar, Neuquén $5000
Como desde hace varias cosechas, este Pinot Noir mantiene un estilo y lo va afinando con cada cosecha. Para esta añada, el enólogo Leo Puppato se inclinó por el clon 115. Es un vino con buena fluidez y cierta calidez en su mensaje frutal; característica inconfundible de la zona. A su tipicidad se le suma un agarre fino en su paso por boca que resalta la fruta sobre el final. Puntos: 91
Fin Single Vineyard Finca Los Hermanos Pinot Noir 2019
Bodega Del Fin del Mundo, San Patricio del Chañar, Neuquén $6300
Es una de las bodegas que, más apuesta por el varietal, y para elaborar este vino se seleccionan uvas de parcelas específicas. Sus aromas son delicados, con notas de fruta negra algo madura. Paladar franco y amable, de trago vivaz y texturas finas propias de una crianza acertada del joven enólogo de la casa Ricardo Galante. Y con el paso de los meses va ganado complejidad. Puntos: 91
Malma Rara Avis Pinot Noir 2020
Bodega Malma, San Patricio del Chañar, Neuquén $7300
Es otro de los vinos que confirman lo bien que se da este cepaje en Neuquén. De aspecto brillante, poco profundo y aromas amables afrutados, entra en boca con su frescura integrada que resalta su carácter frutal. Trago ágil y agradable evolución. Ideal para beber por copa o en la mesa acompañando un risotto de hongos y con plato de quesos. Puntos: 90
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