De alguna manera, gran parte de las modas se terminan imponiendo durante el verano, fundamentalmente porque es cuando la gente está más descansada y relajada, pero también predispuesta a probar cosas nuevas.
El tiempo libre, el cambio de aire, la salida de la rutina y la esperanza por un nuevo año que comienza, parecen ser la receta ideal para que un producto se dé a conocer, ya que todas las variables confluyen en favor del éxito.
En materia de nuevas bebidas hay mucho camino recorrido, pero queda claro que todavía queda mucho por recorrer. El calor impone la frescura como atributo principal, pero no es el único. La naturaleza juega un rol fundamental, también el compartir y fomentar un estado de ánimo festivo.
Con esas premisas las bodegas encaran el verano, una época que suele no tenerlas tan protagonistas como en otros momentos del año, justamente porque irrumpen en escena bebidas más prácticas y fáciles de disfrutar y, sobre todo, refrescantes.
La cerveza es la reina de la temporada estival, no solo por la consistencia de las propuestas que existen desde hace tiempo en el mercado, sino también porque viene en varios formatos, y así se pueden adaptar a diferentes situaciones de consumo.
La lata es el mejor ejemplo de ello, porque es fácil de transportar y el mejor contenedor para mantener el líquido bien frío. Gracias a su amargor, no empalaga, generando así ganas de seguir tomando sin saturar el paladar.
Y si bien la diversidad no es su ventaja diferencial, se puede decir que las cervezas artesanales cambiaron un poco ese paradigma, aportando nuevos sabores, antes impensados. Como Fresquita, la nueva lager liviana y muy refrescante de Andes origen. Lo curioso de esta flamante cerveza es que está elaborada con naranjas y quinotos, que le dan el cítrico ideal, sumado a un toque de jengibre.
“Fresquita es la cerveza veraniega. Es la variedad más diferente de todas nuestras Andes Origen con naranja, quinoto y jengibre que le da un toque muy especial, además de ser mendocina y 100% malta. Es fácil de tomar, liviana y bien refrescante gracias a sus notas cítricas”, cuenta Laura De Bona, Gerente de Andes Origen.
Esta cerveza aromática, fresca, con notas herbales y cítricas, un leve dulzor, cuerpo bajo y sólo 4,5% de alcohol, es apenas una muestra de las tantas cervezas que existen; algunas de edición especial que solo asoman en verano. Pero no es la única bebida que compite con los espumosos que elaboran las bodegas. Porque la sidra está de regreso con dos apuestas muy fuertes que prometen sacudir el avispero.
Por un lado, la lata. Sí, cada vez hay más sidras en lata, y esto significa que ya dejó de ser la bebida para brindar en navidad acompañando el pan dulce. Su gran atributo es el dulzor; todo lo contrario de la cerveza. También con un bajo contenido alcohólico, hoy marcas como Sidra 1930, Sidra del Valle e Isidra (de Cerveza Patagonia), dominan las góndolas y conquistan consumidores. Pero hay algo más novedoso, y tiene que ver con su forma de consumo.
Ahora la sidra se bebe en vaso, con hielo y limón, así no solo se convierte en una bebida más refrescante; gracias a la acidez que aporta la fruta cítrica; sino que gana equilibrio en su dulzor, y de esta forma atraer a un público más amplio. Claro que también es una industria que evolucionó en calidad, existiendo hoy sidras secas (sin azúcar), elaboradas botella por botella como los mejores espumosos.
Estas dos bebidas, junto con la infinidad de tragos que reviven en verano y a otras bebidas clásicas como el fernet, significan una competencia muy importante para cualquier tipo de vino. Sin embargo, los espumosos están dando pelea con nuevas propuestas, totalmente innovadoras e ideales para conocer en verano.
Los nuevos espumosos alternativos
Se sabe que los consumidores clásicos disfrutan los vinos espumosos a lo largo de todo el año, pero más en verano. Uno frutado y de trago fácil al borde de la pileta, y uno más sofisticado y elaborado por método tradicional (botella por botella) para disfrutar en la mesa. Por suerte hay muchos que se dejan sorprender con las nuevas propuestas que se salen del molde.
Los Pet Nat (Pétillant Naturel) son una categoría que sigue estando de moda. Vinos espumosos con una sola fermentación y que vienen con tapa corona. Su acidez más marcada y su perfil bien frutal, lo convierten en una gran alternativa para beber cuando hace calor. Solo hay que tener cuidado al destaparlo porque la presión interna puede ser muy alta. Elaborado por el “método ancestral”, es el más antiguo y, según cuentan, nació por accidente en el siglo XVI en Limoux, Francia.
Consiste en conseguir un vino espumoso con una sola fermentación, a diferencia del método champenoise, en el que se producen dos. El mosto es fermentado a bajas temperaturas sin agregados, y aún en fermentación pasa a las botellas, que son cerradas con tapa corona para terminar la fermentación a bajas temperaturas. Posteriormente, se dejan reposando las botellas en contacto con las borras por aproximadamente 1 mes y se realiza el “degüelle”, para eliminar parte de las lías mediante decantación.
Finalmente se vuelve a tapar con tapa corona quedando un producto finamente turbio. Vinyes Ocults, Cruzat, Phos (de Alma 4), Pintom, Breva de Bodega Alpamanta y Chakana, son algunos de los que ya estaban. Pero en un fin de año cargado de festejos, Bodega Dante Robino presentó su primer Pétillant Naturel (Pet Nat), un vino espumoso hecho a base de Torrontés y elaborado bajo el método ancestral.
“Somos una bodega que siempre puso el foco en los vinos espumantes y en esta búsqueda de innovar constantemente surgió la idea de hacer un Pet Nat”, contó Soledad Buenanueva, enóloga principal de Dante Robino, y agregó que eligieron la uva torrontés para el vino base porque “Es la variedad blanca emblemática de Argentina y produce vinos muy aromáticos y frescos, que es lo que buscábamos”.
La bodega también llamó la atención con su flamante espumante pensado para consumidores que quieren celebrar y se animan a probar cosas nuevas. Para ellos llegó Niempëdo, una bebida con características similares a las de un espumante Extra Brut. Tiene las características estéticas y organolépticas de un espumoso. Es de color amarillo, muy fresco, con delicadas notas frutales y cítricas. Tiene buen equilibrio entre azúcares y acidez y un final refinado, con burbujeo persistente. Y cada vez van a aparecer más vinos burbujeantes con menor contenido alcohólico que el habitual (12/13 grados) y con cierto dulzor, como los exitosos Deseado (Familia Schroeder) y Dadá Sweet (Finca Las Moras).
Pero de todas las nuevas propuestas vínicas con burbujas, hay una que llegó para competir muy bien con los tragos. Porque los nuevos espumosos “dulces”, o los que antes se conocían como Demi Sec (con hasta 25 gr de azúcar por litro), llegan con una estructura capaz de aguantar muy bien los hielos y otros componentes, como jugos frutales, especias y hierbas. Como el Salentein Doux, un espumante dulce realizado con uvas 90% Chardonnay y 10% Sauvignon Blanc, con 45 gr. de azúcar. De color amarillo leve con destellos verdosos y espuma persistente de burbujas delicadas y finas.
Su aroma es frutado, con notas a manzana verde y ananá provenientes del Chardonnay, y a pomelo rosado proveniente del Sauvignon Blanc. En boca tiene una entrada muy fresca, con buena acidez natural. Es cítrico, frutado y complejo. Por fuera, la botella es vanguardista, moderna y con etiqueta fullbody, que no se daña en la frapera con agua y hielo.
“En esta oportunidad nos inclinamos por sumar a nuestra línea un varietal dulce, el que logró un crecimiento constante, más que el resto de los espumantes en los últimos años. Apuntamos a que sea fresco, con buena acidez y fácil de beber”, expresó Carlos Bauzá – Sr. Winemaker Salentein Wines & Sparkling.
Otro que impuso la moda de servirse con hielo, pero que en lugar de ir por el lado dulce apostó por el amargo, típico de los aperitivos, es el Chandon Apéritif. Un vino revolucionario, producido en la filial local de Chandon (la maison de Champagne presente en el país desde 1959) y que ya se exporta a diferentes mercados.
Fácil de tomar, versátil, fresco y con un característico sabor amargo, se asocia a la cultura del apéro francés, ese momento privilegiado que los franceses practican varias veces a la semana como preludio de una comida entre amigos, en bares o terrazas. La base del producto combina Chardonnay, Pinot Noir y Semillón –elaborados con uvas de viñedos de más de 1000 metros de altura de Mendoza, que aportan fineza aromática, elegancia en boca y buena acidez– a la que se le agrega, a través del licor de expedición 100% natural, un macerado de naranjas de la variedad Valencia, provenientes de Entre Ríos.
Además, se maceran por separado distintas especias de los mejores terroirs como Madagascar, India, Centroamérica y Brasil que le dan mayor complejidad aromática y un amargor natural. Luego se realiza un assemblage entre el macerado de naranjas, los macerados de especias y el dosage, formando un licor de expedición único. El resultado es un espumante inédito que se destaca por su frescura y un característico sabor bitter, y que se sirve con hielo y una rodaja de naranja o pomelo rosado.
Por su parte, los que estén veraneando, a partir de esta semana van a poder disfrutarlo en los principales paradores, porque #APÉRITIFMOOD desembarca en los lugares más exclusivos de la costa uruguaya y Argentina con distintas actividades: el sábado 7 de enero la nueva locación de Fabric en el parador Casa Mar en el corazón de la Barra de Punta del Este, será el lugar elegido para vivir esta experiencia de 16 a 20hs con Dj Bambi & Santi Pechieu acompañando con su música.
Además, habrá una propuesta de precio especial por copa y por botella de cualquier variedad de Chandon en distintos paradores, bares y restaurantes. En la costa argentina, El Calamar Loco en Chapadmalal será uno de los puntos elegidos dónde Chandon estará presente con su #APÉRITIFMOOD.
El viernes 6 de enero OLA en la calle Olavarría será el point elegido para el desembarco en Mar del Plata que continuará su recorrido por Ogham el domingo 8, Estación Central el jueves 12, Samsara los viernes 13 y 20, Cava Federal el domingo 15, y Bruto Playa Grande, el domingo 22, entre otros.
Chandon Apéritif será además el espumoso elegido para recibir con una copa de bienvenida a quienes visiten algunos de los más de 100 bares y restaurantes entre Punta del Este, Costa Argentina y Bariloche donde estará presente Chandon durante enero y febrero. En la costa esteña serán recibidos con una Copa de Chandon Apéritif en La Susana, Fabric, Osaka, Legua, Namm, La Huella, El Abrazo, entre otros.
En Mar del Plata estará en The Wine Bar, Caldo, Lo de Fran, Lo de Tata, Torreón del Monje, Quba, Ogham Alem, entre otros lugares. También se podrá encontrar en Kai Bar de Costa Esmeralda y UFO Point de Pinamar. Por último, Chandon también estará presente con su ciclo de fiestas, y el 19 de enero en Bruto Playa Grande, Chandon Supernova, la fiesta inspirada en su estrella de 7 puntas, sorprenderá a todos los invitados con distintas experiencias únicas cómo lo hizo en Buenos Aires.
Seguir leyendo