Los aspectos fundamentales en los vinos orgánicos son la certificación y el trabajo agroecológico. También, la gente de la finca, involucrada en el trabajar orgánico y bajo las normas del Fair trade (comercio justo) y, por último, el cuidado del medio ambiente: recuperar ese sistema natural del lugar, volviendo a la etapa previa a la explotación comercial, con foco en la parte aérea y subterránea.
El manejo agroecológico, con balance y equilibrio, permite entender y saber todo lo que pasa alrededor de la vid, y así buscar mejorar la calidad de los vinos. Porque más allá de la sustentabilidad, manejar el viñedo de esta forma permite lograr fruta con más carácter varietal y resaltar la esencia del lugar. Está comprobado que en los berries (arándanos, por ejemplo), los orgánicos son mucho más concentrados en sus componentes naturales (antioxidantes, por ejemplo). Y esto se empieza a validar en las uvas.
Juan Pablo Murgia, enólogo del Grupo Avinea (Argento, Otronia, Cruz de Piedra, Pacheco Pereda y Cuesta de Madero, etc.), es quizás el enólogo que más vinos orgánicos elabora en el país desde hace algunos años. “La misión y visión del grupo Avinea, es llevar el estandarte de la sustentabilidad más que de lo orgánico, siendo Argento la bodega más importante por volumen de producción y presencia en más de 50 países.
Argento, es una bodega con 20 años de historia, que desde hace más de una década viene apostando al vino orgánico. “Lo orgánico fue el puntapié inicial para pensar en la sustentabilidad”, afirma Murgia. Un concepto que incluye, además, el Fair Trade (comercio justo), un programa reconocido a nivel mundial y exigido por algunos retailers en ciertos mercados, en el que toda la cadena de valor, y las personas que trabajan en ella, tienen un trato justo y respetuoso.
Estas condiciones éticas forman parte de un contexto en el que se incluye la conservación de los recursos como la energía, el agua y, lógicamente, la sustentabilidad económica del negocio. “Sustentabilidad es un concepto integral y complejo, significa administrar bien los recursos, y son muchos puntos en el programa donde el manejo orgánico es el más vistoso y el que mejor se puede transmitir en las copas”, afirma el enólogo.
Con la cosecha de 2021, la empresa alcanzó las 355 hectáreas certificadas, distribuidas entre las provincias de Mendoza y Chubut. Posee un total de 5 fincas propias, 4 certificadas y 1 en proceso de certificación. Actualmente, poseen una capacidad anual de producción de 32 millones de litros, y planea continuar desarrollando viñedos, aumentando su capacidad y llevando sus vinos argentinos a más consumidores.
“Entre vinos orgánicos y los no orgánicos no hay diferencias cualitativas, pero a través de nuestra experiencia con los años podemos validar que hay un efecto sobre el terroir y que más temprano que tarde, el consumidor podrá percibirlo en los vinos”, explica el hacedor. Murgia sostiene que el suelo es una matriz viva, un organismo vivo como concepto. No son solo componentes y materia orgánica, porque hay micro-organismos, pool de bacterias y de levaduras, hongos, etc. que conforman un microambiente que trabaja, descomponiendo la materia orgánica y dejándola disponible para las raíces. Eso, en una viticultura intensiva, utilizando herbicidas, fertilizantes sintéticos y pesticidas, anula esa parte esencial del suelo.
La viticultura orgánica no es tan antigua como se cree, por eso es posible volver a imponerla. Se trata de lograr cultivo rentables y sustentables en el tiempo, con objetivos a 30 y 40 años, porque si la planta desarrolla defensas naturales puede llegar a durar más.
Si bien es una tendencia en nuestro país, el manejo sustentable del viñedo, también otras bodegas eligen el camino de la certificación y ampliación de superficies de viñedos orgánicos, como Santa Julia. Poco a poco, los Zuccardi están llevando todas sus viñas de Santa Julia a un manejo sustentable. En en Mendoza ya poseen certificadas orgánicas 180 hectáreas en Maipú y en Santa Rosa 120 hectáreas más, de las casi 500 hectáreas totales. Su manejo tradicional del viñedo no difiere mucho, ya que realizan la misma cantidad de curaciones, utilizando sulfato de cobre para la peronóspora (siempre dentro del límite anual del cobre permitido) y azufre para el oídio. Todas buenas prácticas que no impactan en el medio ambiente.
En el manejo de suelos orgánicos no se pueden utilizar fertilizantes químicos, y los han reemplazado por un compost que ellos mismos producen (orujos de uva y aceituna, y guano), incluso están estudiando cómo inocular algunos microbios específicos para que se reproduzcan. Además, en invierno se hace un verdeo entre las hileras de cebada más vicia, esto aporta materia orgánica y evita la compactación del suelo, lo airean, y así se fomenta la actividad biológica de los suelos. La microbiología es la que hace las grandes transformaciones del suelo.
El ingeniero agrónomo Edgardo Cónsoli y el enólogo Rubén Ruffo acompañan a la familia desde hace varios años. Ellos explican que ya están un escalón por encima de lo orgánico porque tomaron definitivamente el camino de la sustentabilidad. Con un uso eficiente del agua y la energía, con manejo de los residuos, y la reutilización del agua de la bodega. Antes nadie pensaba en la problemática de volcar esas aguas residuales a los cauces, pero hoy se sabe que eso vuelve al viñedo.
De ahí la importancia en recuperar el agua y aprovecharla para el riego de las viñas. Otro de los puntos fuertes es el vivero propio, con una producción anual de 500.000 plantas de vid sobre pies americanos (Polsen). En un lugar hostil, por ser caluroso y seco como Santa Rosa, pusieron aspersión, tela antigranizo, defensa de heladas y cámara frigorífica. Y para que sea una unidad de negocio sustentable, se venderán algunas plantas.
Trivento es otra de las bodegas argentinas que apuesta fuerte a los vinos orgánicos. Con foco en cuatro desafíos globales: educación, cambio climático, cuidado del suelo e integridad empresarial; la bodega ha ingresado a la comunidad B, reafirmando su compromiso en temas referidos al ambiente, la comunidad y la gobernanza empresarial. “El mayor desafío fue repensarnos. No da lo mismo considerar las necesidades de nuestra comunidad, proteger el ambiente y a la vez llevar adelante un negocio sano”, enfatiza Marcos Jofré, CEO de Trivento y gran impulsor de la sustentabilidad.
Domaine Bousquet es, de las pocas bodegas que solo elaboran vinos orgánicos, la más grande. Ubicada en Gualtallary, Mendoza, sus vinos de comercializan en los principales mercados del mundo. Alpamanta y Krontiras son pequeñas bodegas que apuestan 100% a los vinos biodinámicos, partiendo siempre de viñedos orgánicos. También, el manejo agroecológico de los dos viñedos que dan vida al Cheval des Andes es digno de destacar, ya que han levantado un paño de viñas en el centro de la icónica finca de Las Compuertas para plantar un bosque y alentar así la biodiversidad de la flora y fauna del lugar. No obstante, muchas bodegas tienen ya alguno de sus vinos orgánicos, y planean crecer en esa categoría. Esto quiere decir que, si bien los vinos orgánicos no van a reemplazar a los demás vinos, seguirán incrementando su presencia en el mercado.
12 vinos orgánicos para descubrir
1-Argento Finca Agrelo Organic Vineyard Malbec 2020
Bodega Argento, Agrelo, Luján de Cuyo $1900
La nueva cosecha de este Malbec orgánico by Juan Pablo Murgia llega con fuerza y concentración de color, paladar fluido con taninos algo firmes resaltados por una acidez sostenida. Joven de texturas, pero con su fruta madura, buen volumen y leves dejo especiados. Su mensaje cálido, más de frutas negras, habla de la cosecha, con final herbal. Beber entre 2022 y 2026. Puntos: 91
2-El Salvaje Malbec Orgánico 2021
Casa de Uco, Los Chacayes, Valle de Uco $1900
Tinto vivaz y expresivo, con energía, del lugar y de la variedad. Imposible saber si lo orgánico hace la diferencia, pero en la nitidez del carácter de este vino hay algo especial. Sus aromas van por el lado de las frutas negras y las hierbas silvestres. En boca es vivaz, ágil y con texturas incipientes que aportan profundidad. Hay fluidez con consistencia. Beber entre 2022 y 2024. Puntos: 90,5
3-Santa Julia El Zorrito 2021
Santa Julia, Maipú, Mendoza $1980
El trabajo que vienen haciendo el agrónomo Edgardo Cónsoli y su compañero Rubén Ruffo, Gerente de Enología de la bodega, en pos de llevar todos los viñedos a lo orgánico es sorprendente. Y se corono con esta línea joven y disruptiva formada por un Malbec (El Burro), un Torrontés (La Oveja), y este naranjo de Chardonnay. Un blanco especial, fresco y tenso, con un costado salino y un carácter de vino de flor (tipo Jerez), sorprendentes. Beber entre 2022 y 2023. Puntos: 90
4-Chañares Gran Reserva Malbec 2018
Chañares Wines, Luján de Cuyo, Mendoza, $4000
Este Malbec nace en un viñedo 100% orgánico en el corazón de la primera zona. De aromas intensos, a frutas rojas maduras y especias, con leves dejos ahumados de la crianza. De paladar compacto y mordiente, con buena fluidez y un carácter más especiado que sobresale en su persistente final de boca. Beber entre 2022 y 2024. Puntos: 90
5-Alpamanta Estate Malbec 2020
Bodega Alpamanta, Ugarteche, Luján de Cuyo $2500
La enóloga Victoria Brond vinifica sus vinos con cuerpo y alma, y de una manera muy consistente con su forma de vida. Es por eso que este joven Malbec biodinámico va un paso más allá. Limpio y con fuerza, de trago mordiente y paladar suelto, fresco y ágil. Hay fuerza en este vino fácil y agradable de beber, y eso significa un carácter distintivo. Beber entre 2022 y 2024. Puntos: 90,5
6-Krontiras Explore Petit Verdot 2017
Bodega Krontiras, Maipú, Mendoza $2700
Este tinto orgánico sorprende no solo por su variedad sino por el carácter logrado por la joven enóloga Maricruz Antolín. Si bien ya tiene sus años (5 para 6) y sus aromas son algo evolucionados, sus taninos mantienen el agarre. De Paladar franco, con notas de frutas maduras, especias y dejos herbales. De trago bien fluido, con texturas finas que resaltan su vivacidad y su final con cierta complejidad. Beber entre 2022 y 2024. Puntos: 91
7-BenMarco Sin Límites Orgánico Malbec 2019
Susana Balbo Wines, Valle de Uco $4200
Como toda la línea, elaborado bajo la visión del viticultor Edgardo Del Pópolo, llega este Malbec elaborado con uvas orgánicas. Sus aromas son expresivos y frescos. De buen volumen y paso consistente, trago jugoso con cierta concentración, pero también con bastante fluidez, taninos incipientes, y un carácter de frutos negros y dejos herbales que reflejan su origen. Beber entre 2022 y 2023. Puntos: 90
8-Chakana Estate Torrontés de Maceración Prolongada 2021
Chakana, Valle de Uco, Mendoza $4500
Muy interesante el trabajo biodinámico que viene haciendo desde hace años el enólogo Gabriel Bloise, y que es un constante aprendizaje, y sus vinos lo reflejan. Este blanco posee un aspecto nublado con leves dejos ambarinos (naranjo). De aroma floral y paladar con texturas incipientes. Paladar franco e intenso que revelan un carácter muy bien logrado, con fuerza y mucha energía, y un final cítrico. Beber entre 2022 y 2025. Puntos: 91
9-Otronia 45 Rugientes Merlot 2019
Bodega Otronia, Sarmiento, Chubut $4600
Es una de las novedades patagónicas del joven hacedor Juan Pablo Murgia, un Merlot orgánico certificado, con un carácter diferente. Aromas herbales y paladar fluido, también fresco. La madera y lo herbal se integran en boca, y posee cierta potencia que le da profundidad, aunque no sea un vino carnoso. Es más, sorprende por su paso liviano. Sobre el final asoman algo de tierra mojada y especias. Beber entre 2022 y 2023. Puntos: 90
10-Apuntes Orgánico Malbec 2021
Luigi Bosca, El Peral, Valle de Uco $5350
Es el primer vino certificado orgánico (Letis) de la casa. Un Malbec de buen cuerpo, jugoso y con texturas incipientes. Algo maduro en su mensaje, con tonos herbales, pero generoso en su fruta, casi madura. De trago amplio no muy profundo y con ciertas especias que aportan profundidad. Voluptuoso y expresivo, para disfrutar hoy o en los próximos años. Beber entre 2022 y 2025. Puntos: 91
11-Ameri Red Blend 2019
Domaine Bousquet, Gualtallary, Valle de Uco $9250
Es el vino top que elabora el joven enólogo Rodrigo Serrano en esta bodega dedicada íntegramente a los vinos orgánicos. Se trata de un blend de 65% Malbec, 20% Cabernet Sauvignon, 10% Syrah y 5% Merlot, que puede ir cambiando con las añadas. De aromas equilibrados y paladar franco. Paso fluido, pero también consistente. Hay un carácter frutal con buena frescura de lugar y todo en armonía con las notas de crianza, bastante integradas. Se notan sus intenciones y tiene buen potencial. Beber entre 2022 y 2025. Puntos: 91
12-Trivento Eolo 2018
Bodega Trivento, Luján de Cuyo, Mendoza $15650
Es uno de los grandes exponentes varietales, y proviene de una parcela de 4 hectáreas en un viñedo plantado a principios del siglo XX, con manejo orgánico. Su nariz es intensa y equilibrada, con capas que se van soltando a medida que el vino permanece en la copa. Hay fruta roja madura, especias y notas de crianza. Su paladar es amplio y envuelto, con taninos finos y suavizados por el paso del tiempo. Beber entre 2022 y 2026. Puntos: 92
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