Vinos Bonarda: las 10 mejores etiquetas de la segunda variedad tinta de la Argentina

En el cierre de la Semana del Bonarda, destinada a promover una de las cepas más plantadas de Argentina, Infobae elaboró una lista de los más destacados

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El Bonarda la “viene remando” hace tiempo, al punto de haber sido hasta hace poco el varietal tinto más plantado,
El Bonarda la “viene remando” hace tiempo, al punto de haber sido hasta hace poco el varietal tinto más plantado,

Nadie duda del reinado del Malbec argentino, su propuesta ha acaparado la atención de la prensa internacional y ha conquistado los paladares del mundo. Pero eso no implica dejar de hacer otros vinos. Y la Semana del Bonarda es una buena oportunidad para reencontrarse con este varietal tan o más argentino que el Malbec, ya que ahora se denomina Bonarda Argentina y no existe en ningún otro lugar del mundo, más allá de que genéticamente desde su origen local sea la Corbeau Noir de Francia.

La evolución del Malbec a manos del terruño (lugar de origen de las uvas) es admirable. Pero lo mejor es todo lo que aún resta por hacer. Es decir que su potencial es inimaginable. Esto significa que es (y deberá seguir siendo) el gran vino nacional. Por atributos, por diversidad, por calidad, por prestigio y por cantidad de hectáreas plantadas: más de 45.000. Una superficie mucho mayor a la de cualquier otro país productor.

Es por eso que todo aquel consumidor global que se interesa más por el vino, entiende que Malbec es sinónimo de Argentina, algo que no pasa con ninguna otra cepa. Y es tal su potencial que las oportunidades en el mundo del vino son infinitas. Por eso, hay que seguir apostado.

Se trata de una serie de varietales con muchas intensiones, pero sobre todo con la pretensión de demostrar un lugar y su cultura
Se trata de una serie de varietales con muchas intensiones, pero sobre todo con la pretensión de demostrar un lugar y su cultura

Pero el Bonarda la “viene remando” hace tiempo, al punto de haber sido hasta hace poco el varietal tinto más plantado, y por eso empezaron a surgir vinos importantes desde el inicio del nuevo milenio, pocos, pero importantes. Es una cepa que por un lado posee historia, y eso significa cultura. La zona Este mendocina es su cuna y, desde allí, deberían llegar los próximos referentes, más allá de los buenos vinos de todos los días.

Zuccardi lo anticipó y Nieto Senetiner lo confirmó, en Dante Robino siempre fue una cepa distinguida, como también en Altos Las Hormigas con su Colonia Las Liebres. Más tarde, los hermanos Durigutti y Bodega Argento, entre otros, lo amplificaron. Pero fue Alejandro Vigil, enólogo de Catena Zapata, desde su proyecto personal, Aleanna, que promovió un desafío mayor con sus flamantes Bonarda de Parcelas.

Se trata de una serie de varietales con muchas intensiones, pero sobre todo con la pretensión de demostrar un lugar y su cultura. El foco no estuvo puesto en hacer un vino agradable y vendible, sino en mostrar lo mejor que el Bonarda puede dar en su terruño de origen. Y a partir de eso imaginar su potencial en otras zonas como en el Valle de Uco; algo en lo que Zuccardi ya dio muestras con su Emma. Esto es una gran noticia porque le faltaba al Bonarda, responsable histórico de los tradicionales Borgoña tinto locales, ese aval de confianza.

Fue recién, hacia fines de 1980, que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) encaró un trabajo que refundaría la vitivinicultura argentina
Fue recién, hacia fines de 1980, que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) encaró un trabajo que refundaría la vitivinicultura argentina

A partir de esto, surgió una nueva generación de Bonarda que promete cambiar la historia del varietal para siempre, esperando que los ojos de la prensa, el retail y, seguramente del consumidor, le presten más atención. Es la gran noticia que estaban esperando muchos pequeños y medianos productores de la zona Este, y también de San Rafael, dos de los terruños con más carácter para la Bonarda.

El futuro de la Bonarda Argentina

Si bien es una cepa muy identificada con nuestro país, por eso se la denomina Bonarda Argentina, su historia es italiana pero su origen, francés. Cuenta la historia que, los inmigrantes italianos que llegaron a la Argentina a fines del siglo XIX y se dedicaban a la vitivinicultura, no trajeron sólo baúles llenos de sueños y esperanzas al fin del mundo, también viajaron con esquejes de vid provenientes de distintas regiones vitivinícolas, una de ellas fue la región de la Saboya francesa, que limita con el Piamonte italiano separada por los Alpes.

Fue recién, hacia fines de 1980, que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) encaró un trabajo que refundaría en gran medida la vitivinicultura argentina: con el ingeniero Alberto Alcalde a la cabeza, el INTA se propuso identificar y registrar todas las variedades cultivadas en el país y principalmente dilucidar varios casos de confusión en la denominación u origen genético de determinados cepajes.

El foco no estuvo puesto en hacer un vino agradable y vendible, sino en mostrar lo mejor que el Bonarda puede dar en su terruño de origen
El foco no estuvo puesto en hacer un vino agradable y vendible, sino en mostrar lo mejor que el Bonarda puede dar en su terruño de origen

Fue así que Alcalde y su equipo determinaron que la variedad Bonarda no tenía nada que ver con la variedad Barbera, también cultivada en Argentina. Por las características ampelográficas tampoco tenía semejanza con la variedad Bonarda mencionada en los libros italianos.

Es el mismo Alcalde, quien en su libro Cultivares vitícolas argentinas, escribe: “esta denominación ha sido motivo de confusión entre cepajes cultivados en el Piemonte italiano (…) Consideramos, entonces, que sería prudente aceptar para nuestra Bonarda, la correcta denominación de Corbeau”.

Finalmente, en el año 2000 la cátedra de Viticultura de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo presenta el informe genético que determina que en Argentina la variedad Bonarda corresponde al cepaje francés Corbeau. La denominación definitiva llegó el 15 de abril de 2008 cuando el Instituto Nacional de Vitivinicultura reconoció al varietal Bonarda Argentina como sinónimo de Corbeau-Douce Noire. Sin embargo, el auge interno del cepaje y la necesidad de comunicarla con mayor definición, llevó a su nueva denominación: Bonarda Argentina.

El 15 de abril de 2008 cuando el Instituto Nacional de Vitivinicultura reconoció al varietal Bonarda Argentina como sinónimo de Corbeau-Douce Noire
El 15 de abril de 2008 cuando el Instituto Nacional de Vitivinicultura reconoció al varietal Bonarda Argentina como sinónimo de Corbeau-Douce Noire

Si bien la idea no es reemplazar al Malbec, si se buscan variedades que puedan seguir alimentando la diversidad de vinos argentinos, tanto en el mercado interno como en el externo. Es ahí que la Bonarda asoma como una de las uvas con mayor potencial. Principalmente por la cantidad de hectáreas, ocupando el segundo lugar en superficie cultivada, después del Malbec, con más de 18.500 hectáreas, lo que representa aproximadamente el 17% del total de las uvas tintas para vinificar y 8,5% del total de vides en el país.

Según datos de 2019 del Instituto Nacional de Vitivinicultura, la mayor superficie cultivada de Bonarda está en Mendoza con el 83,3%, seguida por San Juan con el 12,4% y el 4,3% distribuido en el resto de las provincias, entre las que se destacan La Rioja y Salta. Los departamentos mendocinos que cosecharon más quintales de Bonarda en 2019 fueron San Martín, Lavalle y Rivadavia; en San Juan, fueron Sarmiento, Caucete y 25 de Mayo. En el mercado externo los principales importadores de Bonarda argentina como varietal son Canadá con el 44,9% de hectolitros, seguido por Brasil con el 13,5% y EEUU con el 9,2%.

Hoy, 7 de agosto, cierra la segunda Semana del Bonarda, en Mendoza
Hoy, 7 de agosto, cierra la segunda Semana del Bonarda, en Mendoza

Ya se puso en marcha “El Plan Bonarda”, una estrategia de promoción y difusión del departamento de General San Martín, Mendoza, creadores de la Semana del Bonarda, pero también hay otras zonas que se posicionan muy bien gracias al carácter que ese varietal adquiere en esos lugares, como San Rafael, el Valle de Uco, Agrelo y Rivadavia, entre otros.

Hoy, domingo 7 de agosto, está haciendo su cierre la Semana del Bonarda 2022, esta iniciativa del Fondo Vitivinícola que por segundo año consecutivo involucró a bodegas y diferentes actores del sector con la intención de promocionar esta variedad. Y a partir de esta celebración poder hacerla más conocida entre los amantes del vino que buscan un frutado y de paladar amable, pero a la vez con carácter propio y muy identificada con la Argentina.

Y si bien su proyección internacional no se pude comparar a la del Malbec local, o a la del Cabernet Sauvignon, Chardonnay o Cabernet Franc, tiene mucho espacio para crecer en el mercado interno, no solo con vinos jóvenes y afrutados, fáciles de beber, sino también con vinos un poco más pretenciosos y con potencial de guarda. Eso sí, los hacedores van a tener que demostrar que quieren (y pueden) subir la apuesta con vinos de terroir, y que ya le encontraron la vuelta a la crianza, porque son muchas hectáreas plantadas y posee atributos más que suficientes para sorprender al consumidor.

Ya se puso en marcha “El Plan Bonarda”, una estrategia de promoción y difusión del departamento de General San Martín, Mendoza
Ya se puso en marcha “El Plan Bonarda”, una estrategia de promoción y difusión del departamento de General San Martín, Mendoza

10 etiquetas destacadas para cerrar La Semana del Bonarda

1- Quara Reserva Bonarda 2018

Finca Quara, Cafayate, Salta $650

Este cepaje tan arraigado en la Argentina también demuestra su plasticidad con este exponente del NOA. De aromas expresivos y buen cuerpo, pero con mucha fluidez en su paso por boca. Su carácter frutal generoso con leves toques de madera se percibe nítido y agradable, y sus taninos incipientes invitan a otro trago. Puntos: 88,5

2- Vía Blanca Bonarda 2022

Bodega Iaccarini, San Rafael, Mendoza $990

El trabajo que viene haciendo el joven enólogo de la casa, Daniel Pomar, empieza a reflejarse en las copas, y este flamante Bonarda especialmente se destaca por su perfil. Sus aromas son intensos, a buena fruta, con agarre y texturas finas que equilibran los tonos maduros. Hay frescura y un carácter varietal con muy leve confitura final. De buen volumen y agradable profundidad. Un tinto generoso y bien logrado que supera las expectativas. Beber entre 2022 y 2023. Puntos: 89

El Bonarda ocupando el segundo lugar en superficie cultivada, después del Malbec
El Bonarda ocupando el segundo lugar en superficie cultivada, después del Malbec

3- Alambrado Bonarda 2020

Bodega Santa Julia, Valle de Uco $1060

Manteniendo el estilo de la línea, este Bonarda resulta fresco y expresivo, bien apoyado en la fruta. De aromas y paladar amable, con texturas incipientes que resaltan la frescura y equilibran su carácter maduro. Sobre el fina, se perciben suaves notas de crianza. Es un vino completo, ideal para servir en la mesa con carnes rojas o pastas. Beber entre 2022 y 2023. Puntos: 89

La Semana del Bonarda 2022 es una iniciativa del Fondo Vitivinícola que por segundo año consecutivo involucró a bodegas y diferentes actores del sector
La Semana del Bonarda 2022 es una iniciativa del Fondo Vitivinícola que por segundo año consecutivo involucró a bodegas y diferentes actores del sector

4- Nieto Senetiner Patrimonial Bonarda 2021

Bodega Nieto Senetiner, Agrelo, Luján de Cuyo $1440

Un 100% Bonarda y con crianza en madera por ocho meses, elaborado por enólogo Roberto González, uno de los grandes expertos en el cepaje. De aromas intensos y paladar franco, concentrado y a la vez fluido, con dejos de frutas negras, especias y suaves ahumados finales. Y si bien no está concebido para la guarda, se lo siente joven y vivo. Beber entre 2022 y 2024. Puntos: 90

El Nieto Senetiner Patrimonial Bonarda 2021, de Agrelo, Luján de Cuyo, es un 100% Bonarda y con crianza en madera por ocho meses
El Nieto Senetiner Patrimonial Bonarda 2021, de Agrelo, Luján de Cuyo, es un 100% Bonarda y con crianza en madera por ocho meses

5- Galileo Bonarda Pura 2020

Bodega Galileo, Zona Este, Mendoza $1500

Norberto Páez ha logrado un vino de aromas vegetales, con algo salino en su entrada en boca. De buen cuerpo y con taninos que aportan cierto carácter, más allá de sus toques rústicos. La fruta se siente madura, es jugoso en su paso por boca, también voluptuoso y con un final con un leve amargor. Un Bonarda diferente con muy buenas intenciones. Beber entre 2022 y 2023. Puntos: 89

6- Pala Corazón Bonarda 2020

Niven Wines, Junín, Mendoza $1650

Buen Bonarda con toque (15%) de Tempranillo de Lucas Niven, con fuerza y un carácter entre frutas rojas y dejos vegetales. Taninos casi firmes que resaltan su parte vegetal en boca. De buen volumen y cierto potencial, aunque la gracia de este vino está en su presente. Incluso, le quedan bien sus texturas casi rústicas. Beber entre 2022 y 2023. Puntos: 90

La intención de promocionar esta variedad. Y a partir de esta celebración poder hacerla más conocida entre los amantes del vino
La intención de promocionar esta variedad. Y a partir de esta celebración poder hacerla más conocida entre los amantes del vino

7- Sobrenatural Bonarda 2021

Bodega Chakana, Luján de Cuyo, Agrelo $1980

Hacer solo vino con uvas es la premisa del enólogo Gabriel Bloise en este vino, que nace en Finca Nuna, situada en Agrelo rodeando a la bodega, y que está certificada orgánica y biodinámica por Demeter. Sus aromas son diferentes, y su paladar frutal y herbal también. Jugoso, fluido y refrescante, con carácter y dejos de confituras en el final. Servirlo frío. Puntos: 89,5

8- Gran Dante Bonarda 2018

Dante Robino, Agrelo, Luján de Cuyo $3180

La enóloga Soledad Buenanueva, con asesoramiento de Jorge Riccitelli, selecciona uvas de un antiguo parral (60 años) para elaborar este ya tradicional exponente varietal. De aromas expresivos y paladar equilibrado, fresco y especiado con texturas finas que resaltan su buena fluidez. Hay agarre, pero es classy en su mensaje, y con un delicado final con las notas de crianza bien integradas. Beber entre 2022 y 2024. Puntos: 91

El Bonarda en un frutado y de paladar amable, pero a la vez con carácter propio y muy identificada con la Argentina
El Bonarda en un frutado y de paladar amable, pero a la vez con carácter propio y muy identificada con la Argentina

9- Malbec-Bonarda Black Label 2019

Algodón Wine Estate, San Rafael, Mendoza $3500

Blend que nace en un viñedo de 1946 con dos hileras de Malbec y una de Bonarda, el primero se cosecha algo maduro y el segundo un poco adelantado, y se cofermentan directo en barricas nuevas, donde se micro vinifica y se cría por 18 meses. De aspecto brillante, no muy profundo. Sus aromas son equilibrados, con notas de frutas maduras y especias, y con un carácter terroso. De paladar franco y amable, con taninos finos que resaltan los tonos de crianza. Beber entre 2022 y 2024. Puntos: 90,5

El Algodón Wine Estate, de San Rafael, Mendoza. Es un blend que nace en un viñedo de 1946 con dos hileras de Malbec y una de Bonarda
El Algodón Wine Estate, de San Rafael, Mendoza. Es un blend que nace en un viñedo de 1946 con dos hileras de Malbec y una de Bonarda

10- Saint Felicien Bonarda 2019

Catena Zapata, El Mirador, Mendoza

Sus aromas son densos y definidos, a frutas rojas maduras y especias. En boca es algo jugoso, con taninos casi firmes pero integrados. De buen volumen, con fuerza y un carácter bien logrado, sin dejos vegetales y con buena madurez frutada. Se nota es un vino proveniente de viñedos históricos porque su mensaje en la copa es muy claro. Beber entre 2022 y 2025. Puntos: 91

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