¿A qué se le llama maratón? A una competencia de calle de 42Km 195mts. No más, no menos. Cualquiera que use la palabra maratón para otra distancia, está equivocado. Sin embargo, cuando vemos los distintos maratones que hay en el mundo, vemos que no son todos iguales. Incluso vemos que algunos tienen un promedio de velocidad en los corredores notablemente mayor o sensiblemente menor.
Es que la distancia es la misma, pero es lo único que tienen en común. Vayamos entonces por partes, enumerando los diferentes tipos de maratones.
1 - Circuitos planos
Estas son las mejores porque el maratonista es el responsable de mantener el ritmo deseado y el recorrido no lo afecta en nada. La única estrategia es correr, sabiendo que no hay que hacer ajustes. Claro, son rápidas justamente por eso. Algunas tienen pequeños desniveles que no cambian nada o son muy breves. A veces, incluso, tienen un casi imperceptible desnivel a favor. El maratón de Berlín es un ejemplo de eso.
Los récords mundiales se hacen en estos circuitos, ya que un desnivel mayor a un metro por kilómetro no está homologado para dichos récords. En las páginas donde se analizan las altimetrías se puede ver que algunas diferencias de plana a mayormente plana. En ambos casos son circuitos sin mayores inconvenientes.
2 - Con subidas y bajadas
Acá es importante estudiar la altimetría antes de anotarse. Empinadas o muy empinadas es una diferencia. Y en qué lugar del recorrido también. Es muy raro que una carrera sólo sea con pendiente ascendente, pero si los últimos diez kilómetros lo son, entonces hay que tener una estrategia muy clara. Son desafiantes y requieren mucha preparación, pero quien no busca una mejor marca, puede disfrutarlas.
Hay maratones famosos, como Boston, que tienen mucho desnivel a favor, pero un par de millas de subida que no por nada reciben el nombre de “La colina rompecorazones”. En las zonas de montaña es donde se desarrollan estos circuitos que, a pesar de lo dicho, siguen siendo siempre de ruta, nunca de tierra.
3 - Cuesta abajo
Los circuitos llamados downhill, son muy codiciados porque aquellos que desean realizar un mejor tiempo, en particular para clasificar para el maratón de Boston. Si se los corre con inteligencia y buena preparación, son ideales para ir mucho más rápido. Tienen, como advertencia, que las rodillas y la espalda reciben un impacto diferente que no todos los cuerpos pueden resistir.
Todos los circuitos cuesta abajo tienen en algún momento una subida, por lo que hay que estar atentos al ritmo que se lleva y cómo se lleva. No sirven para ser considerados récords profesionales, incluso aquellos que no son tan en bajada o tienen varias subidas. En el oeste norteamericano hay muchas de estas carreras, ya que la clasificación para Boston es muy importante en Estados Unidos.
4 - Varias vueltas
Tal vez uno de los circuitos menos queridos por los maratonistas. Dos o incluso cuatro vueltas para completar los 42 Km 195 mts. Un desafío mental muy grande, pero a la vez una repetición de paisaje alrededor, lo que no les causa gracia a los corredores.
Aunque permite pensar la estrategia de forma clara, repitiendo lo mismo que se acaba de hacer, la mayoría de los maratonistas rechazan esta clase de eventos. Son ideales cuando el número de corredores es muy bajo, como pasa en un mundial de atletismo, por ejemplo, donde además permite al público alentar más de una vez a los competidores.
5 - Vuelta al punto de inicio o alejándose
Para que un maratón esté homologado tiene un requisito extra: el comienzo y el final de una carrera no pueden estar separados por más del 50% de la distancia total del circuito. Es decir que un viento a favor no beneficiaría a los atletas durante todo el recorrido. También tiende a equilibrar las curvas y las bajadas.
Si una carrera empieza y termina en la misma zona es mucho más sencilla para la organización y el movimiento de los corredores. Los guardarropas pueden dejarse justo antes de la largada y el horario en el cual los atletas deben prepararse suele ser mucho más cómodo. Cuando el inicio de la carrera es alejándose de la llegada de los 42 Km 195 mts, suelen llevarse a los atletas en micros hasta el lugar o, por el contrario, se los trae con micros si se ha alejado de la ciudad.
6 - No todo el recorrido es en cemento o asfalto
Para que un maratón sea considerado de calle no es necesario que hasta el último metro sea en cemento o asfalto. A veces un corredor se encuentra con 200 o 300 mts de ripio, lo que no tiene mucho peso en el final pero es algo que altera brevemente la experiencia. A veces es más, pero siempre recordar que no pueden ser homologadas si un par de kilómetros son por tierra.
Lamentablemente muchas veces descubrimos esto en la carrera, ya que no suelen estar cerca de la largada o llegada. En cualquier caso, se puede averiguar leyendo los comentarios en los foros, un recurso siempre útil.
7 - Escénicas
Estos maratones pueden ser planos, en bajada, con subidas y bajadas, pero los que las define es el paisaje del entorno. Alguien podrá decir que un maratón en Londres tiene lindos paisajes urbanos y tiene razón, pero las escénicas suelen referirse a aquellas que tienen paisajes naturales y vistas abiertas muy espectaculares.
A veces incluso son de dudosa inclusión en la categoría maratón de calle, pero si la palabra escénica aparece, lo que vamos a ver es inolvidable. Son las favoritas de aquellos que priorizan la belleza por encima de cualquier otra cosa.
*Santiago García es maratonista, autor del libro “Correr para vivir, vivir para correr” y “Volver a correr”. Completó la Six World Marathon Majors dos veces. En Instagram: @sangarciacorre.
* Producción: Dolores Ferrer Novotný / Realización: Gastón Taylor / Edición: Mariano Llanes
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