Una persona inteligente puede ser además sabia. Y para esto no se trata de ser un matemático o un científico, el tema va más allá: tiene que ver con adquirir una serie de conductas que, puestas en práctica, hacen que la vida sea mucho más llevadera.
De acuerdo con el experto en salud mental Eric M. Brown, se han encontrado 5 singularidades fundamentales que sirven para reconocer la sabiduría de la gente.
Porque uno puede ser inteligente en ciertos aspectos pero no sabio. Algunos expertos creen que la sabiduría es la “inteligencia práctica”, la tienen aquellos que saben tomar decisiones correctas y que también aconsejan bien a los demás para que consigan lo que desean.
5 máximas de las personas sabias
1. Manejar las emociones
Para empezar, conviene no se dejan llevar por las emociones. Las personas sabias las reconocen, pero saben regularlas para que no nuble su juicio y poder tomar la mejor decisión en cada caso.
“El bienestar es la ausencia del miedo. Cuando el miedo se va, aparece en su lugar la alegría, la calma, el regocijo, la contemplación y todas aquellas emociones que nos hacen sentir plenos o felices. Enfrenar nuestras debilidades y temores es el camino, pero para lograrlo tenemos que trabajar duro. No hay recetas mágicas para estos casos. La fe, la esperanza o los buenos deseos no nos serán de gran ayuda. Solo necesitamos trabajar mucho para enfrentar nuestras debilidades y comenzar a dominarlas”, dijo en una nota reciente con este medio la psicóloga y escritora Celia Antonini.
2. Consideración
Los sabios siempre tienen en consideración a los demás a la hora de decidir o aconsejar, no optan por la vía fácil si supone hacer daño a otra persona. Desde este lugar aparece la confianza.
Para la sociología, la filosofía, la pedagogía y la psicología, la confianza es la creencia de que una persona será capaz de actuar de manera adecuada ante una determinada situación. Para muchos es una hipótesis sobre la conducta futura del otro.
La confianza estará reforzada en función de las acciones. Según la psicóloga Adriana Guraieb, es uno de los cimientos sobre los cuales se edifican las relaciones humanas. Creer en el otro otorga la posibilidad de confiar sin que ello signifique una garantía de veracidad. “Si los seres humanos fuéramos totalmente transparentes ni siquiera haría falta la confianza, pero como no siempre somos del todo sinceros, es necesario apelar a este sentimiento”, aseguró a Infobae la experta.
3. Adaptarse a las situaciones
Este tipo de gente sabe adaptarse a las situaciones incómodas mejor que los demás. Son capaces de reconocer distintos tipos de vías para mejorar el ambiente, ya sea dejándolo atrás, adaptándose al contexto o cambiando el entorno.
Este tiempo de incertidumbre que atraviesa la humanidad a partir de la pandemia puede ser difícil. Requiere flexibilidad para explorar nuevos enfoques y encontrar nuevas soluciones. Pero la investigación del laboratorio de Joseph Gogos, MD, PhD, sugiere que los animales mejoran su capacidad para adaptarse cuantos más nuevos lugares y nuevas caras encuentran.
“La capacidad de aprender con flexibilidad en situaciones nuevas hace posible adaptarse a un mundo en constante cambio -señala Joshua A. Gordon, autor principal del estudio y director del Instituto Nacional de Salud Mental (NIH) de Estados Unidos-. Comprender la base neuronal de este aprendizaje flexible en los animales nos da una idea de cómo este tipo de aprendizaje puede interrumpirse en los seres humanos”.
Publicado en Nature, el documento fue cosupervisado por el doctor Gordon junto a los especialistas Joseph A. Gogos y Alexander Z. Harris, ambos de la Universidad de Columbia. En él se demuestra el poderoso impacto que la novedad puede tener en el cerebro y su capacidad para resolver problemas. Y podría inspirar a probar algo nuevo cada día. La capacidad de adaptarse rápidamente a situaciones nuevas es esencial para la supervivencia, y esta flexibilidad se ve afectada en muchos trastornos neuropsiquiátricos.
4. Retrospección
Igualmente, las personas sabias tienen en cuenta situaciones pasadas para entender las presentes, logrando así reconocer patrones que los ayudan en la toma de decisiones.
5. Sacar lo mejor
Los sabios tienen la habilidad de sacar siempre lo mejor de cada circunstancia, incluso, y sobre todo, de las malas. Para esto, aquietar la mente suele ser una de las mejores prácticas.
“El único modo de quitar de nuestra mente lo que nos hace mal es a través de un acto voluntario, consciente y elegido por nosotros”, explicó a Infobae en una nota la psicóloga y escritora Celia Antonini. “De lo contrario, los pensamientos que tenemos nos acompañarán el tiempo que decidamos conservarlos. Una persona puede mantener un pensamiento que le hace daño durante toda su vida y dejarlo ahí, sin hacer nada con ello”.
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