El libro sobre el arte de crear el Malbec perfecto

Malbec Mon Amour es una obra entretenida que bien vale leer este verano. La reconocida bodeguera Laura Catena, una de sus autoras, dialogó con Infobae sobre este completo recorrido para conocer la uva más importante de la Argentina

Laura Catena y Alejandro Vigil, directora y enólogo respectivamente de la bodega Catena Zapata, y dos de los referentes más destacados del vino argentino, lanzaron recientemente su libro en coautoría, Malbec Mon Amour, que combina información técnica y precisa con hermosas ilustraciones, imágenes, anécdotas y datos de color, que permitirán al lector recorrer de manera amena y entretenida los diversos momentos de la historia y la evolución del Malbec, así como los distintos territorios mendocinos en los que la cepa encontró suelo fértil para su producción. A través de las páginas de Malbec Mon Amour los autores dan pistas acerca de cómo y porqué el Malbec se transformó en una marca de identidad y de excelencia del vino argentino en el mundo.

En una entrevista con Infobae, la creadora de Catena Institute of Wine habló sobre el libro que al Malbec le faltaba. La bodeguera reparte su tiempo entre San Francisco (Estados Unidos), Buenos Aires y Mendoza. Autora de otros dos libros, “Vino Argentino” (dedicado al Malbec, su cultura y maridajes) y “Gold in the Vineyards” (referido a las grandes familias del mundo del vino), vive con su esposo e hijos entre Argentina y Estados Unidos, y en la ciudad californiana trabaja como médica voluntaria para el Departamento de Salud Pública.

El desafío fue hacer un libro dedicado a una sola variedad. Todo nació como respuesta a la pregunta constante que les hacen a los autores alrededor del mundo sobre qué sigue en Argentina después del Malbec. Y como todavía hay mucho para hablar y aprender de la cepa emblema, se les ocurrió volcar en un libro todas esas charlas que se dieron arriba del auto, recorriendo los viñedos mendocinos.

Laura Catena y Alejandro Vigil, autores de Malbec Mon Amour

Ambos son técnicos, pero también románticos y creativos, y por eso se les ocurrió hacer un libro, muy divertido, que sea apto para todo público, pero que a la vez pueda reflejar todo el estudio que vinieron haciendo en el Catena Institute of Wine desde 1995. Y entendieron que la mejor manera de mostrar tanta información era combinando ilustraciones, cuadros, gráficos y hasta e-mails que se han enviado.

Alejandro Vigil inició su carrera en el universo vitivinícola como especialista en suelos, en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en Argentina. Ha trabajado con Laura Catena en la bodega Catena Zapata desde el año 2002 y juntos han colaborado estrechamente en un objetivo común: elevar el vino argentino.

Por su parte, Laura Catena es reconocida internacionalmente como el “rostro” del vino argentino por su activo papel en la promoción de la región vitivinícola de Mendoza y el Malbec. Es bióloga y médica graduada en Harvard y Stanford, fundadora del Catena Institute of Wine, desde donde colabora con instituciones de todo el mundo, desde UC Davis (EE.UU.) hasta la Universidad de Dijon (Francia), además de otros centros de investigación locales. Bajo su dirección, los vinos de Catena Zapata obtuvieron seis calificaciones de 100 puntos y la bodega fue elegida “best in the world” por “Vivino Wine Style Awards”.

Malbec Mon Amour reúne dos décadas de investigación de suelos, estudios de altitud y experimentación en la bodega por parte de la dupla Vigil/Catena

Malbec Mon Amour reúne dos décadas de investigación de suelos, estudios de altitud y experimentación en la bodega por parte de la dupla Vigil/Catena.

La bodeguera está convencida de que el Malbec es único y por eso sobrevivió 2.000 años, desde la época de los romanos. Sostiene que hoy, al menos para el Malbec, el Viejo Mundo es la Argentina y no Francia, su cuna, por el capital genético y la cantidad de hectáreas plantadas (45.000) en el país.

Sin dudas, este nuevo libro pone en valor la historia y el desarrollo del Malbec, y aporta un eslabón fundamental en el camino de este cepaje a la consagración mundial, junto a los grandes vinos que surgen cosecha tras cosecha. Malbec Mon Amour fue editado por Catapulta y ya se encuentra a la venta.

—¿Al Malbec le faltaba un libro como este?

Si, el Malbec necesitaba un libro. El tema es que por mucho tiempo pensábamos ¿se puede hacer un libro solo sobre un varietal, de una variedad, algo tan específico? Por qué necesitábamos hacer ese libro, porque me preguntaban sin parar “qué viene después del Malbec en la Argentina”. Tenemos muy buenos Malbec en Patagonia y otras regiones, como Salta, La Rioja, y también hay otras variedades como Bonarda y Torrontés. Pero del Malbec tenemos todavía mucho para decir. Y la realidad es que nada dura 2000 años si no es muy bueno, desde la época de los romanos. ¿Por qué lo reemplazaríamos? Y ahí surgió la idea con Alejandro Vigil de escribir un libro, para que después de leerlo digas, el Malbec es tan complejo e interesante que podríamos solo tomar Malbec el resto de nuestra vida sin cansarnos.

Los autores presentaron su libro en diciembre en un encuentro en el Hotel Four Seasons Buenos Aires

¿Cómo se les ocurrió hacer un libro técnico y divertido a la vez?

Alejandro Vigil y yo somos técnicos, yo fundé el Catena Institute en el año 1995 y él empezó en el INTA estudios de suelos, pero también somos híper románticos. Y creemos en esta mezcla del arte y la ciencia con el vino, que tiene algo súper artístico. Casi diría que el arte es más importante que la ciencia en el vino. Pero parte de lo que queríamos decir del Malbec trataba de terroir, de altura, estos suelos y particularidades de Mendoza que hacen que el Malbec sea tan interesante como, por ejemplo, el Pinot Noir de la Borgoña, que si vas a la Borgoña te muestran unos perfiles de suelo y unos mapas, y eso hace parte del por qué cada vino de cada lugarcito es tan especial.

Pero toda esta historia cómo la contamos de una forma divertida. La tapa del libro es Alejandro y yo dentro del auto, que es donde tenemos nuestras conversaciones. Cómo hacemos para que el libro sea como uno de esos viajes divertidos que hacemos por los viñedos. Quisimos reflejar esto con las ilustraciones, y después Alejandro y yo estamos a través del tiempo, en la Edad Media, pasamos al siglo XIX cuando llega el Malbec a la Argentina, luego en los ‘70 el Juicio de París, y así llegamos al día de hoy.

—¿En el libro también combinan al Malbec con el arte y la música, cómo es eso?

Siempre te piden que hagas maridajes de vinos y comidas, lo cual es importante. Pero con Vigil nos gusta mucho hablar de arte y música. Y empezamos a tirar arte y vino y fue muy divertido, él tiraba rock and roll y yo clásica. Y si esto nos divierte a nosotros capaz que le divierte a un lector. Por eso el libro tiene un código QR que te lleva a una lista de música de Spotify con temas elegidos por cada uno de nosotros.

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