En muchas casas el domingo habrá un festejo que permitirá olvidar un poco la coyuntura. Y si bien, seguramente muchas familias no podrán juntarse a la mesa para celebrar el Día del Padre, no implica que no puedan celebrarlo a la distancia o de manera virtual.
Por lo tanto, hay que pensar en su obsequio y, como tal, debe ser único y recordable. Uno que nunca falla y no pasa de moda es el vino, sobre todo en un gran país productor como la Argentina. Porque la constante evolución de la vitivinicultura permite tener siempre vinos nuevos, no solo de marcas originales sino exponentes que llegan desde nuevos terruños y flamantes bodegas. Esto, sumado a la propuesta existente que siempre se está renovando con las nuevas cosechas, significa una gran variedad de alternativas para elegir.
Papá se merece lo mejor, y lograr sorprenderlo con un vino es más fácil de lo que se cree. Porque el quid de la cuestión no estará tanto dentro de la botella, sino más bien en la intención. Por eso, habrá que dedicarle un poco más de tiempo al tema e informarse bien para poder optimizar los recursos. Se puede elegir un vino para regalarle a papá y además ser original, porque si bien hoy existe una vinoteca en cada barrio y cientos de tiendas on-line de bodegas, y los vinos van y vienen, por suerte siempre quedan muchos buenos vinos por conocer. Aunque obviamente hay viejos conocidos de papá que tampoco fallan.
La idea es quedar bien causando un gran impacto sin que ello implique invertir lo que no se tiene. No obstante, la inmensa oferta de vinos locales propone alternativas destacadas en todos los segmentos de precio, a la medida de cada paladar y de cada bolsillo. Hay claves para dar con el vino indicado dentro de las posibilidades de cada uno. Simplemente hay que tener en cuenta que ya la calidad no es un valor agregado. Esto significa que todo vino en góndola ofrece la mejor calidad posible a ese precio. Por lo tanto, hay que pensar en otros aspectos para hacer la diferencia. No se trata de ir al supermercado más cercano y agarrar la primera botella que se encuentra, porque al vino regalado habrá que explicarlo, no tanto por su contenido sino para justificar su selección. Ahí es donde se nota quien pudo informarse e invirtió tiempo en la búsqueda. Y si bien este es el primer paso para quedar bien, hay muchos otros aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir un vino.
10 claves para elegir un buen vino para papá
Lamentablemente el precio termina siendo la principal variable para muchos a la hora de elegir un vino para regalar, aunque esa variable no tenga que ver con la concepción del vino. La buena noticia es que hay muchas opciones en todos los segmentos de precio, pero la mala es que hay que invertir más tiempo para causar un buen impacto, ahorrando unos pesos. Porque será necesario buscar alternativas y comparar precios antes de decidir. El precio suele ser una buena guía en términos cualitativos. Sin embargo, la “mejor” calidad tiene un límite, y a partir de cierto nivel de precios la competencia ya es por otras cuestiones como el prestigio de una etiqueta.
Si se aprovechan las ofertas, como un 2 x 1, no quedarse con la segunda botella y obsequiarle ambas. Sobre todo, si se va a compartir el almuerzo o la cena con él, ya que quizás descorche una para compartir.
Conocer sus gustos vínicos es básico para dar en el blanco, o en el tinto, o en el vino que sea, porque no es una fecha para improvisar o innovar. El vino para papá debería estar dentro de su espectro de preferencias, para que aproveche todo su conocimiento a la hora de disfrutarlo. Seguramente habrá una cepa preferida o un tipo de vino. También puede ser que haya una marca de la cual siempre habla. Todos esos datos sirven de pistas para encontrar un vino similar y poder sorprenderlo. En estos casos siempre será mejor ir a un lugar donde haya vendedores que sepan del tema, como las vinotecas o las tiendas virtuales. Aunque internet también es una buena fuente de consulta.
La novedad siempre es una aliada, porque a aquellos padres que gustan del vino siempre les interesará probar algo nuevo más allá de sus clásicas preferencias. Recordando que esto incluye a las nuevas añadas de los vinos. Acá se puede adjuntar una tarjeta con información sobre cómo fue esa vendimia y cómo el clima influyó en el carácter de ese vino en particular, con algún tip de consumo. Y en lo posible, hacer el esfuerzo y subirle la apuesta al vino que suele tomar y disfrutar.
Malbec siempre es una palabra clave, porque es el mejor vino que se hace en la Argentina, y por ende es siempre la etiqueta que reina en las estanterías. También es la cepa más elegida para innovar, ya sea en métodos de vinificación como en terruños. Por lo tanto, con la cepa más difundida del país también se puede ser original. También, se puede optar por uvas de moda como Cabernet Franc o Petit Verdot en tintos, o Semillón en blancos. La diversidad de varietales es muy amplia y, como todos los vinos, mejoran año tras año. Por eso también hay que tener en cuenta a los reyes, Cabernet Sauvignon y Chardonnay, al elegante Pinot Noir o al intenso Tannat, entre muchos otros.
Pensar en regiones por sus paisajes también es una alternativa entretenida porque sugiere viajar a través de las copas. Así, si le gusta el NOA o Patagonia -orígenes muy destacados por sus vinos- se lo puede sorprender. Hoy por hoy el origen es uno de los atributos diferenciales más importantes del vino, ya que se ha demostrado que es lo único imposible de replicar. Lo que pasa en una región, en un viñedo o incluso en una parcela, puede marcar la identidad de un vino.
En los tipos de vino también puede estar la botella buscada. Porque más allá del estilo dado por el hacedor, hay atributos que comparten vinos elaborados bajo la misma premisa. Como por ejemplo los Malbec Blends, vinos a base de Malbec combinado con otros cepajes. O los White Blends, que están en auge ya que son varias las bodegas que proponen vinos a partir de la mezcla de diferentes uvas blancas.
Las añadas también empiezan a tener peso más allá del paso del tiempo y la injerencia de la inflación. Acá hay que pensar en algún simbolismo atado a la cosecha sin que ello implique comprar un vino muy añejo para sorprenderlo. Se puede lograr un buen efecto con vinos de tres, cuatro o cinco años, mientras que esa cosecha recuerde a algo significativo para papá o para la familia.
El packaging es importante porque lo diferencia de las botellas tal cuál se exhiben en las góndolas y lo convierten en un regalo, aunque no hay que dejarse llevar solo por las apariencias. Mejor será un estuche con alguna utilidad. Por ejemplo, uno que venga con dos copas, o algún accesorio.
Buscando esa botella que signifique algo especial, otra opción puede ser por el nombre y, por lo tanto, pensar en marcas que puedan ligarse a él. Ya sea porque ostenta el nombre del padre en la etiqueta, o porque refiera a su lugar de nacimiento, o simplemente le traiga buenos recuerdos.
Pero hay un detalle que es el más importante y puede terminar marcado la diferencia, más allá del carácter, estilo y la calidad. Firmar y dedicarle el vino sobre la misma etiqueta/botella. Esto la convertirá en un trofeo y, además de asegurarse con ello que la descorchará seguro, también compartirá esa frase inolvidable con todos. Y lo más probable es que esa botella vacía pase a formar parte de la repisa de los buenos recuerdos. Porque en definitiva todo vino contiene un mensaje en la botella, pero siempre se lo puede personalizar.
10 vinos para regalar
Fabre Montmayou Reserva Cabernet Franc 2018
Fabre Montmayou, Luján de Cuyo, Mendoza ($690)
Si bien se trata de una de las clásicas variedades oriundas de Burdeos, como Hervé (propietario de la casa), es la etiqueta más reciente de esta reconocida línea. De buena fruta y con cierto paso mordiente, hay algo de tipicidad en sus dejos herbales maduros. Paladar fluido y texturas que se hacen sentir. Cuando se abre en la copa aparece la fruta negra de la primera zona. Puntos: 89,5
Nieto Senetiner Malbec D.O.C. 2018
Nieto Senetiner, Luján de Cuyo, Mendoza ($750)
Un Malbec para quedar siempre bien, porque siguiendo las pautas de la DO, el enólogo Santiago Mayorga Boakin ha logrado expresar lo mejor del cepaje, con frescura y vivacidad, pero manteniendo ese carácter de fruta roja amable, típica de la zona. Es un tinto expresivo, con texturas vivaces y un final matizado por la crianza. Puntos: 89
Festivo Malbec 2019
Monteviejo, Vista Flores, Valle de Uco ($850)
Este tinto ha crecido, no solo en cantidad sino en calidad, gracias al equilibrio de las plantas en el campo (Clos de los Siete). Y eso se nota porque en esta cosecha se muestra más jugoso, bien Malbec, fresco y frutado, de trago vibrante. Vinificado sin contacto con madera para preservar el carácter primario de la fruta, es ideal para descorchar seguido en casa. Puntos: 89
La Celia Elite Malbec 2019
La Celia, La Consulta, Valle de Uco ($990)
La dedicación de la enóloga Andrea Ferreyra en este vino se percibe. Es un vino que tiene una historia para contar, pioneros en la zona. Sus aromas son frescos y su paladar franco, con fruta y fluidez, y una frescura integrada. Las suaves notas ahumadas de la crianza conviven con el carácter equilibrado de este vino que estrena cosecha. Puntos: 90,5
Punta de Flechas Blend 2016
Flechas de los Andes, Vista Flores, Valle de Uco ($1120)
Pablo Richardi logra un blend totalmente diferente al vino top de la casa, a base de Malbec (50%), con aportes iguales de Cabernet Sauvignon y Merlot, y un toque de Petit Verdot (2%). Se concentrado, a pesar que la cosecha 2016 dio vinos más lineales y fluidos. Un carácter de buena fruta negra, pero se siente más especiado en boca. De texturas mordientes y trago ágil, se mantiene joven en su mensaje. Voluptuoso y de agradable profundidad. Puntos: 90,5
Finca Bandini Los Muros Blanc de Blancs 2019
Finca Bandini, Los Árboles, Valle de Uco ($1500)
Elaborado a base de Viognier, Chardonnay y Sauvignon Blanc en partes iguales, con un 25% de cofermentación y crianza en barricas de primer uso y el resto en huevos de cemento. De aromas florales secos, con buena frescura y cierto cuerpo. Algo mordiente en su paso por boca, con dejos cítricos y final expresivo. Es un blanco con energía que va a ganar equilibrio con más tiempo en botella. Puntos: 90
Colección Rutini Malbec 2018
Rutini Wines, Valle de Uco, Mendoza ($2025)
Este Malbec es un clásico de clásicos por fuera, pero por dentro es bien moderno, porque Mariano Di Paola; creador de la línea; ahora combina uvas de distintas zonas del Valle de Uco (Altamira, La Consulta y Gualtallary). Esto le da más intensidad y expresividad al vino, tanto en nariz como en boca. Equilibrado por el paso de los años, con un gran potencial gracias a su frescura y texturas finas, y la madera sumamente integrada. Puntos: 90,5
Luigi Bosca De Sangre Malbec Valle de Uco 2018
Bodega Luigi Bosca, Valle de Uco ($2600)
Elaborado a partir de parcelas especialmente de Finca Los Miradores (Villa Seca) y Finca Miralejos (Paraje Altamira). De buena fluidez, con frescura y textura de granos finos, la madera se siente tan bien integrada que pasa desapercibida. Voluptuoso y franco, con dejos especiados dulces, carácter actual, y una punta herbal que aporta frescura y personalidad al final de boca. Hay fuerza y potencia acá, y eso le garantiza potencial de guarda. Puntos: 91,5
Rosell Boher Brut
Rosell Boher, Los Árboles, Valle de Uco ($2700)
Pasan los años y este espumoso sigue siendo uno de los más elegidos en su categoría. Con el aval de la experiencia de Alejandro “Pepe” Martínez, y las uvas propias de un viñedo que cada vez se muestra más equilibrado. Blend de Pinot Noir (60%) y Chardonnay (40%), con tres años de contacto sobre borras, aproximadamente en segunda fermentación, botella por botella. Elegante por fuera y por dentro, de aspecto intenso y brillante, burbujas finas y persistentes. Sus aromas delicados, siempre reflejando un carácter frutal. De trago equilibrado, fresco y amable. También voluptuoso, llena la boca con estilo propio. Puntos: 91,5
Bianchi IV Generación Single Block Malbec 2018
Bodegas Bianchi, Los Chacayes, Valle de Uco ($4500)
Este Malbec irrumpe con personalidad propia y se hace un lugar en la alta gama de la tradicional bodega a fuerza de carácter propio. De aromas intensos a fruta roja fresca con toques herbales. Más moderno que el Particular (San Rafael) y con más cuerpo que el Gran (Valle de Uco). De texturas mordientes finas, buen volumen y cierta vivacidad. Dentro de su estilo actual y energía, su trago es equilibrado y profundo. Puntos: 92,5
Fabricio Portelli es sommelier argentino y experto en vinos
Twitter: @FabriPortelli
SEGUÍ LEYENDO