Escuchar a los protagonistas permite imaginar estilos y calidades, pero también entender la verdadera influencia que el clima y el suelo tienen en los vinos, más allá de la interpretación de quienes los elaboran. En definitiva, es eso lo que imprime un carácter único a cada vino, porque si bien los hacedores planifican la vendimia, siempre dependen de la naturaleza para cumplir con sus objetivos.
De la cosecha 2021, primero llegarán en primavera los rosados y blancos simples, más tarde los tintos jóvenes y blancos con más cuerpo, y por últimos los tintos de alta gama, entre mediados de 2022 y 2024, dependiendo del tiempo de crianza.
La mayoría de los consumidores desconoce todo el esfuerzo que hay detrás de una botella de vino y la cantidad de manos que trabajan para llevar placer a las mesas. Infobae entrevistó a varios referentes, agrónomos y enólogos, para que expliquen cómo vienen los vinos de la cosecha 2021, y qué debe esperar el consumidor.
En general la cosecha fue entre muy buena y excelente, dependiendo de la zona, fresca y húmeda, similar en ese aspecto a la 2016, con lluvias entre enero y febrero mayores que la media anual de 200 mm en algunas zonas. Sin embargo, acá hay que tener en cuenta que, más allá del factor clima, los vinos argentinos cada vez son más precisos, y eso incluye a su origen. Además, los winemakers ya le van encontrando la mano a las elaboraciones, cada vez menos invasivas. Esto resulta en vinos más consistentes, que reflejan un paisaje y una tipicidad varietal, pero también que hablan del año.
Cabe destacar que el vino nace en el viñedo y que se conciben en función a la calidad deseada. Pero los mejores vinos se logran con un mayor conocimiento del lugar, con información estadística y buenos pronósticos climáticos. Así, las viñas se pueden adaptar para expresar de la mejor manera posible la añada.
Las zonas más destacadas del año
Luis Reginato (Catena Zapata) destaca a Pampa El Cepillo, porque lo ve “como una bomba de concentración de sabores y aromas”. Y de allí, el Malbec de sectores donde tienen suelos muy pobres, porque las uvas permitieron vinos concentrados, pero con una fineza difícil de igualar. Por su parte, Casa Petrini es un emprendimiento enoturístico que integra una bodega, alojamiento, restaurant y spa, ubicado en Agua Amarga, Cordón del Plata (Tupungato), corazón del Valle de Uco. “Me quedo con una pequeña y nueva parcela, pegada contra el río Las Tunas, que produjo uva por primera vez en este 2021 con un perfil y potencial más que interesante”, cuenta Ariel Angelini, enólogo de la casa.
Para Gustavo Sánchez (Bodegas Chandon) la zona a destacar en 2021 por sus vinos es Gualtallary, en especial los blancos para bases espumosos. “Serán de gran elegancia y complejidad, manteniendo una frescura que les dará longevidad”. A Roberto de la Mota (Mendel y Revancha) le resulta difícil elegir una sola zona, pues sus viñedos viejos de Luján de Cuyo les han regalado nuevamente vinos súper intensos de color, aromas frutados y buena concentración. “Y nuestros Malbec de Altamira, cosechados a partir del 5 de abril, ya tienen un color, una intensidad aromática y un equilibro que prometen mucho”, afirma.
Gustavo Hormann (Bodega Kaiken) no duda en jugársela que este año Luján de Cuyo (con Vistalba y Las Compuertas como estrellas) se comportó mejor que el Valle de Uco, “algo más débil que en los años anteriores”, afirma. Según el enólogo chileno, Vistalba y Las Compuertas se destacaron porque las uvas llegaron a la mejor madurez, con el Malbec bien típico de fruta negra y alta concentración, “pero como fue una vendimia fresca también destaco a Los Chacayes, porque los vinos están más frescos y de bajo alcohol ya que no hubo grandes acumulaciones de azúcar”. Y si bien los vinos se fueron redondeando a medida que avanzaba el proceso, tuvieron mucho cuidado con las extracciones por el retraso de la madurez fenólica, “por eso este año hicimos menos de la mitad de los remontajes y pisoneos”.
Para el agrónomo Edy Del Popolo (Susana Balbo Wines y PerSe), todas las zonas del Valle de Uco, desde Altamira hasta El Peral, se van a destacar en 2021. Pero en especial Monasterio en Gualtallary, porque lograron profundizar mucho, lo conocen muy bien a casi 10 años de plantado, y cada año entienden mejor al lugar y eso les permite adelantarse y, sobre todo, tener paciencia. “Cuando el año pinta raro se pueden tomar decisiones raras, y ahí es cuando el conocimiento del terroir se vuelve fundamental para tener templanza y esperar para sacar lo mejor”.
A Silvio Alberto (Bodegas Bianchi), este año lo ha impresionado el Valle de Uco, especialmente Los Chacayes, porque lograron una maduración en las uvas soñada, con una muy buena expresión aromática de fruta fresca, son vinos expresivos, con una muy buena estructura en boca. “Todos los días quedo impresionado por la intensidad de color, la potencia de los aromas y la complejidad. Estoy feliz con la cosecha 2021”.
Para Edgardo Cónsoli (Santa Julia y Familia Zuccardi) no hubo una zona muy relevante sino tres o cuatro. “Pero me quedo con Altamira, ya que probando los vinos ya los vemos con mucha fruta, jugosos e intensos de aromas, con mucha estructura y nervio. Veo un gran potencial esos vinos”. Al tiempo que su compañero Martín Di Stefano (Familia Zuccardi) destaca Paraje Altamira, porque tuvo un ritmo de madurez muy particular este año. “En general en la zona los rendimientos fueron un poco más bajos que la media, y quizá eso ocasionó que la madurez en azúcar se alcanzara mucho más rápido que en otras regiones del valle. A pesar de que la madurez era lenta en general, en particular los viñedos de esta zona maduraron mucho más rápido que en otras”. Además, cuenta que cosechó la mayor parte de los Malbec entre el 10 y el 20 de marzo, con los granos bien firmes y turgentes, y el follaje del viñedo en perfectas condiciones. “Ya en la uva sentíamos una muy buena acidez y taninos más firmes que los que habitualmente encontramos en la zona. Creo que los vinos van a tener una gran expresión de fruta y muy buena estructura este año”.
Para el joven agricultor y winemaker Sebastián Bisole (Casa de Uco, Paso a Paso y Familia Mastrantonio), Los Chacayes en Tunuyán (Valle de Uco) es el terruño más destacado de 2021. “Creo que va a estar divididos en dos estilos diferentes de muy buena calidad: a) vinos más frescos, de bajo alcohol, buena acidez natural, con taninos salvajes y aromas en general más herbáceos que frutales. b) Vinos redondos, con buen volumen de boca, fruta entre fresca y madura, alcohólicos (14.5 o 14.8) y no tan fresco como los anteriores, pero sí con taninos más dulces.Otro que se inclina por Gualtallary es Martín Kaiser (Doña Paula), “como siempre dará vinos distintos”, aunque afirma que Los Indios en El Cepillo también puede sorprender.
En el Valle de Pedernal (San Juan) la madurez no fue homogénea en todo el viñedo a causa de las lluvias, pero los resultados son muy buenos, con muy buena concentración y alcoholes potenciales no tan altos, lo que denota en muy buena acidez, gran expresión de fruta, taninos sedosos, gran tipicidad varietal y elegancia. “Si bien hay que esperar un par de meses, creo que los resultados finales serán muy buenos y percibo que esta añada será diferente a lo típico que obtenemos en la zona”, afirma Paula González (Pyros Wines). Para Eduardo Casademont (Finca Las Moras), la cosecha en todos los valles sanjuaninos fue entre muy buena y excepcional, con buena intensidad y frescura que permitirán elaborar vinos frescos y frutados. Por su parte, su compañero en El Esteco, Alejandro Pepa tiene muchas expectativas en esta cosecha, y viendo los vinos que están saliendo asegura que será una cosecha excepcional, entre las mejores que el recuerda en los Altos Valles Calchaquíes (Salta y Catamarca).
¿Cuáles serán las cepas sobresalientes de 2021?
Elegir una cepa en un lugar determinado no es tan fácil, y varía en función al desarrollo climático de cada añada. Es por ello que Ariel Angelini (Casa Petrini) destaca este año de Cordón del Plata -una zona plural y elástica-, el Chardonnay, el Malbec, el Merlot y el Cabernet Franc. Para Gustavo Sánchez (Bodegas Chandon) el Chardonnay dará vinos que serán de gran complejidad, expresando notas frescas y frutales, acompañado de toques florales y tiólicos. Y en boca serán de gran elegancia, frescura y untuosidad.
Para jugársela por el Cabernet Franc o el Cabernet Sauvignon, Roberto de a Mota (Mendel y Revancha) necesita más tiempo, “pero hasta ahora el Malbec nos demuestra que es un cepaje excepcionalmente adaptado a nuestra zona”. A Gustavo Hormann (Bodega Kaiken) le encantó el Cabernet Franc de Los Chacayes, y los Malbec de Vistalba y Las Compuertas.
“El Malbec siempre es para destacar, como variedad y actor principal de todas estas tierras y especialmente en Gualtallary, porque es diferente debido a que no es el mismo del corazón de Mendoza (en referencia a los de la primera zona; Maipú y Luján de Cuyo), de suelos más profundos y arcillosos que brindan otras características. El de acá es de taninos firmes de granos finos, especial y distinto”, asegura Edy Del Popolo (Susana Balbo Wines y PerSe). Y resalta que dentro de la misma IG Gualtallary hay diferencias notables entre los de arena, piedra y suelos muy calcáreos, y los de suelos limosos, porque es una cepa que sabe leer y copiar muy bien esas diferencias y las expresa en los vinos de una manera única.
“Puedo afirmar que el Malbec, hasta el momento, es la gran estrella porque observo una combinación perfecta que te atrae, color profundo y vivo, fruta roja, flores y una boca con sus taninos muy agradables. Y creo que el Cabernet Sauvignon y el Cabernet Franc van a seguirlas de cerca, por su gran expresión pirazínica y una estructura en boca sorprendente, carnosa y sabrosa”., resalta Silvio Alberto (Bodegas Bianchi). La variedad más destacada para Edgardo Cónsoli (Santa Julia y Familia Zuccardi) es la Malbec, “son una bomba de aromas, de colores y de intensidad de fruta. Un muy lindo año en general, y particularmente en Altamira. Martín Di Stefano (Familia Zuccardi) también elige al Malbec de Paraje Altamira como la variedad más destacada por ser la que mejor se adapta a los distintos tipos de suelo y traduce mejor lo que pasa con el lugar. Sebastián Bisole (Casa de Uco, Paso a Paso y Familia Mastrantonio) resalta el Petit Verdot para salir del Malbec, aunque considera que su potencial va a ser excelente. “Pero al ser el Petit Verdot una variedad de ciclo más largo, la madurez fue mucho más homogénea y constante, lo que conllevó a una concentración y madurez polifenólica reflejando el mayor potencial de expresividad de este varietal”.Martín Kaiser (Doña Paula) sueña con ver listo su Sauvignon Blanc de Gualtallary (Sauvignon Blanc Estate), “creo que va a ser un año especial para esta variedad”.
Si bien el Malbec es la cepa que todos los años sorprende en el Valle de Pedernal, y fue capaz de adaptarse a las condiciones de un valle extremo a 1400 m, este año se destaca por su frescura y redondez en boca, afirma Paula González (Pyros Wines). “El Malbec nos va demostrando que esta añada tendrá una expresión súper elegante y refinada, típico de suelos calcáreos. Pero no quiero dejar de lado a las variedades blancas como Chardonnay, que tienen un perfil cítrico y mineral, con buena acidez y longitud en boca”.
En Cachi (Salta), Luis Asmet de Bodega Puna logró en los blancos una expresión más fresca, con acidez natural muy marcada, “tal vez en Sauvignon Blanc termine más notoria su expresión vegetal por esta madurez en condiciones de temperaturas medias más bajas”. Sin dudas, allí fue una vendimia particular, diferente a la homogeneidad de años anteriores, y esto permitirá vinos de acidez natural bien marcada, con nervio y estilo, y de mejor tiempo de guarda. “Le veo un perfil al año para Malbec de altura, por alargar un poco su ciclo”.
Vinos 2021: ¿para descorchar de jóvenes o para guardar?
En general los vinos se convierten en grandes vinos cuando trascienden en el tiempo, es por ello que muchos quieren saber si los 2021 serán vinos para disfrutar más de jóvenes o con una guarda de algunos años.
Si bien para Luis Reginato (Catena Zapata) varía mucho con la zona, “donde yo trabajo, que es Luján de Cuyo y Valle de Uco (Mendoza), veo que serán vinos para guardar”, asegura. Para Ariel Angelini (Casa Petrini), “serán vinos que darán amplitud de estilos”. En general los vinos 2021 serán vinos de muy buena calidad, ideales para disfrutar más jóvenes, según Gustavo Sánchez (Bodegas Chandon). “pero para determinados terruños, se puede decir que tendremos exponentes con características especiales y que tendrán un potencial de guarda muy importante, expresando su complejidad en contacto con las levaduras y el paso del tiempo; en blancos bases es el caso de Gualtallary y el sector alto de El Peral”, advierte.
Sin dudas, el estilo de cada vino depende de los distintos vinificadores y la forma en que cosecharon, el momento y como lo vinificaron. “En mi caso lo que veo hasta ahora es que serán vinos de buena concentración y equilibrio y tendrán potencial para envejecer por mucho tiempo”, asegura Roberto de la Mota (Mendel y Revancha).
“Son vinos frescos que van a estar bien tanto para beberlos jóvenes por su carácter frutal agradable, pero además el mismo proceso de madurez lenta y los pH más bajos van a permitirles que envejezcan muy bien”, asegura Gustavo Hormann (Bodega Kaiken). “En este tipo de años, fríos y húmedos, los aromas son muy delicados y la expresión de los vinos adquieren fineza, pureza y una delicadeza destacable. Son vinos muy transparentes en sus mensajes, con taninos finos y delicados, a diferencia de una añada cálida en la que los vinos resultan más obvios, de fruta casi más forzada por el clima. En esta añada 2021 el clima dejó que las cosas pasen y por eso hay un matiz especial en los vinos”, define Edy Del Popolo (Susana Balbo Wines y PerSe). También destaca que es una añada para guardar si los vinos son muy especiales y de lugares especiales. Pero también se pueden beber y disfrutar de jóvenes, solo hay que resistir a la tentación de descorcharlos y guardarlos algunos años para ver que pasa. “Es una añada para guardar porque los años fríos dan longevidad en taninos que se conjugan entre súper delicados y firmes, con un potencial muy superior a la de los años cálidos”.
Silvio Alberto (Bodegas Bianchi) asegura que con esta cosecha el consumidor podrá disfrutar de grandes vinos en cada uno de los segmentos. Por su parte Edgardo Cónsoli (Santa Julia y Familia Zuccardi), se basa en el potencial de los taninos para asegurar que los vinos 2021 “se van a poder guardar muy bien y por varios años”.
Fabricio Portelli es sommelier argentino y experto en vinos
Twitter: @FabriPortelli
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