Blends blancos, la mejor tendencia en vinos para disfrutar en otoño

Los vinos elaborados a partir de dos o más uvas blancas fueron los más requeridos durante la época estival por los consumidores. Pero sus atributos van más allá de la originalidad y la frescura, convirtiéndose en una de las alternativas más interesantes para seguir disfrutando en otoño

Guardar
Los blends blancos ofrecen ventajas que sus pares tintos no tienen, son más refrescantes y vivaces (Shutterstock.com)
Los blends blancos ofrecen ventajas que sus pares tintos no tienen, son más refrescantes y vivaces (Shutterstock.com)

Sin dudas, cuando las temperaturas son elevadas, las ganas de tomar algo fresco se multiplican. Eso, en el universo del vino, significa que espumosos, rosados, dulces naturales y blancos, ganan protagonismo. Pero entre estos último, hay una categoría que viene creciendo a paso firme en los últimos años, y en estas vacaciones se consolidó como una de más elegidas, asomando ahora como alternativa, incluso cuando el sol ya no calienta tanto. Es que los atributos de los blends blancos de hoy son muchos. Es cierto que la legislación local permite etiquetar como vino varietal, aquel elaborado con al menos el 85% de una cepa. Esto significa que hay cientos de vinos “varietales” (desde siempre) que en realidad son blends.

Hay que recordar que en la década del setenta el consumo per cápita nacional era el más alto del mundo (90 l), y que en su mayoría el consumo estaba dominado por vinos blancos. Por aquel entonces no existían los varietales como categoría, más allá que todos los vinos estaban elaborados por uvas de diversas variedades. El foco de la enología no estaba puesto en la calidad sino en poder abastecer una demanda cada vez más creciente. Por eso predominaban los vinos de mesa por sobre los finos. Y todos ellos estaban elaborados por más de una cepa y, generalmente, combinando uvas de distintas zonas, y a veces también de distintos años. La idea no solo era poder cumplir con los volúmenes sino también mantener un estilo.

Con la llegada del nuevo milenio todo cambió, y las claves pasaron a ser las variedades, y más tarde los terruños. Aunque la legislación sigue siendo la misma; permitiendo etiquetar como varietal un vino con la menos el 85% de una uva; la razón de exponer las variedades en las etiquetas o contra-etiquetas tiene que ver con un mensaje claro.

Así es como los varietales irrumpieron en el mercado, acercando a muchos consumidores que se sintieron confiados por las características reconocibles de los Chardonnay, Torrontés y Sauvignon Blanc, por nombrar tres de los vinos blancos más consumidos a nivel nacional. Es decir que, si bien ese 15% es de otra cepa, el hacedor que pone un cepaje específico en la etiqueta, quiere que ese vino sea reconocido como tal. Esto significa que muchos varietales de hoy siguen siendo blends como antes. Pero en realidad más que blends se podría decir que son “cortes” de vino en pos de lograr un mejor equilibrio. Así, al Torrontés a veces se le agrega Chardonnay para domar sus ímpetus, lo mismo que al Sauvignon Blanc. Mientras que al Chardonnay se le pone un toque de Sauvignon Blanc para hacerlo más refrescante. Son secretos de enólogos y enólogas avalados por la ley. Así surgieron los vinos puros que deben confirmar en sus contra-etiquetas que son 100% de tal o cual variedad, aunque todos estén bajo el paraguas de los varietales. Luego vinieron los bi-varietales y los tri-varietales. Pero también, con el auge del vino argentino, muchos enólogos apostaron por los blends. No eran muchos, pero trazaron un camino que hoy se consolida.

La clave de los blends blancos

Los pioneros fueron combinaciones clásicas y no tan jugadas como Chardonnay con Semillón (Shutterstock.com)
Los pioneros fueron combinaciones clásicas y no tan jugadas como Chardonnay con Semillón (Shutterstock.com)

Para los winemakers, más allá de la variedad y del carácter del terruño -es decir la influencia de la naturaleza- está el arte de la mezcla. Combinar ingredientes (vinos) en pos de lograr un mejor vino. La idea no es mejorar un vino mediocre con otro de mejor calidad porque así el resultado final no será mejor, sino lograr un vino cuya suma de partes de cómo resultado algo superador. Eso es un blend que, si bien es sinónimo de corte, acá se incorpora la sensibilidad del hacedor, las intenciones y su memoria olfativa para crear un vino único.

Quizás la base de inspiración fueron esos vinos finos blancos del siglo pasado, los cuales merecen mucho respeto. Sin embargo, fue el gran resultado con los tintos lo que animó a varios a revitalizar la categoría, ahora con nombre propio. Motivados también por el carácter que adquieren muchas cepas en diferentes regiones en función al clima, al suelo y al manejo del viñedo.

Los pioneros fueron combinaciones clásicas y no tan jugadas como Chardonnay con Semillón, dos uvas que van por el mismo camino, austeras y de buen volumen, que se complementan bien porque son bastante similares. Uno solo de ellos se animó a poner al Viognier antes que el Chardonnay, y con un toque de Riesling. Por suerte hoy son muchos los blends blancos que hay para elegir, y seguir disfrutando a lo largo del año.

Ya no hay recetas ni tradiciones para respetar. Se pueden apoyar tanto en una zona de reconocimiento internacional como Burdeos, y así combinar Sauvignon Blanc y Semillón, o el Ródano y mezclar Roussanne, Marsanne y Viognier. Algunos apostaron a combinar dos de los cepajes más tradicionales del país, lo cual significa una revalorización histórica del Chenin y del Semillón. Que, si bien en varietales ya empezaban a ser vistos, ahora surgen varios blends blancos con ellos como protagonistas. Están también los que apuestan por combinar lo que tienen plantado en el viñedo y así exaltar las características del lugar a partir de un blend blanco. Y también los que van por la originalidad de concebir lo que aún nadie se animó.

Todos merecen la oportunidad de llegar a las copas porque las intenciones son buenas, y amplían la oferta de vinos blancos en un universo que sigue prefiriendo el tino en un 70%. Pero los blends blancos ofrecen ventajas que sus pares tintos no tienen, son más refrescantes y vivaces. Además, en general son expresivos, su trago puede ser ágil y consistente a la vez, siendo mucho más aptos para innumerables maridajes.

Y si bien es cierto que los blancos se lucen más de jóvenes, los buenos blends blancos también añejan bien, y eso no depende tanto de la crianza en barricas como si de la acidez natural. Es decir que estos flamantes vinos, elaborados a partir de dos o más uvas blancas, representan una gran alternativa para los consumidores de hoy.

20 Blend blancos para enamorarse de la categoría

Los buenos blends blancos también añejan bien, y eso no depende tanto de la crianza en barricas como si de la acidez natural (Shutterstock.com)
Los buenos blends blancos también añejan bien, y eso no depende tanto de la crianza en barricas como si de la acidez natural (Shutterstock.com)

Santa Julia Nacional Semillón, Torrontés 2020

Santa Julia, Mendoza $385

Es un blanco joven y vivaz, apoyado en el carácter del Semillón (70%), que proviene del Valle de Uco, con la expresividad que aporta el Torrontés (30%). De aromas limpios y equilibrados con algo de flores. Buen volumen y paso mordiente, en boca gana lo floral del Torrontés, pero el Semillón le pone el freno. Muy fresco y agradable, con energía y final amable. Buen tributo a dos cepajes emblemáticos. Puntos: 88,5

El Regreso Blend Semillón & Chenin 2019

La Liga de Enólogos, Argentina $435

En este flamante blend blanco participan uvas de Mendoza, San Juan y Salta. De aromas expresivos y densos, paladar franco con notas de frutas blancas, algo de pasto seco y manzana asada. Limpio y con un carácter más de vino serio que de blanco pensado para paladares jóvenes (de todas las edades), apoyado en la fruta y la estructura de la maceración pelicular. De final seco y casi firme. Puntos: 88,5

Amalaya Blanco de Corte 2020

Bodega Amalaya, Cafayate $450

Es uno de los secretos mejores embotellados del NOA, y un must entre los consumidores exigentes. Blend de Torrontés con toque justo de Riesling. De aromas frescos y florales, paladar franco y refrescante. Trago vivaz, con las notas florales típicas que dominan la boca, y cierta untuosidad que da profundidad, aportada por el Riesling. Mejor servir bien frío que igual se aprecia su carácter. Puntos: 88,5

Nieto Senetiner Blend Collection White 2020

Nieto Senetiner, Valle de Uco $470

Blend de Sauvignon Blanc, Semillón y Chardonnay, de aromas jóvenes y vivaces, con buen carácter de frutas cítricas. Paladar franco y mordiente, trago fresco y casi vibrante, con la acidez que marca su paso por boca. Sobre el final se perciben frutas blancas. Es un blanco ideal para acompañar ensaladas con pollo y platos de la cocina Thai, incluso con toque picante. Puntos: 89

Famiglia Bianchi White Blend 2020

Bodegas Bianchi, San Rafael $500

Original blanco a base de Moscato Bianco (36%), Chardonnay (32%) y Viognier (32%), elaborado por el winemaker Silvio Alberto y su equipo. De aromas intensos y bien frutales. En boca es sumamente expresivo y de trago ágil, con frescura y vivacidad que resalta su carácter. Sobre el final se sienten perfumes cítricos y florales. Por su estructura, acompaña muy bien sushi rolls y ceviches. Puntos: 88,5

Kaiken Estate Sauvignon Blanc-Semillón 2020

Bodega Kaiken, Agrelo, Luján de Cuyo $590

Con toda la fuerza de su juventud y también de la añada. Se nota la frescura en este vino, no tanto por el clima (que fue seco y cálido) sino por la acertada cosecha temprana. Bien frutado (ananá, manzana verde) en aromas y de paladar franco, vibrante y refrescante. Ideal para disfrutar como aperitivo o bien con sushi rolls. Puntos: 88,5

Pura Suerte Blend de Blancas 2020

Pura Suerte Wines, Mendoza $630

Los tres jóvenes y atrevidos winemakers detrás de este flamante blanco, a base de Viognier (Agrelo, 50%), Chardonnay (Cruz de Piedra, 40%) y Sauvignon Blanc (Agrelo, 10%), son Andrés Benites, Gabriel Portera y Leandro Río. Luego del éxito con su primer blend tinto (agotado) llegan con este blend muy bien logrado, con cuerpo y carácter. Expresivo y de trago amplio, bien equilibrado por la acidez. Puntos: 90

Cara Sucia Corte Blanco Legitimo 2019

Cara Sucia, Rivadavia, Mendoza $649

Los hermanos Durigutti proponen volver a los origines con vinos concebidos a la vieja usanza, pero con toda su experiencia acumulada. Es un blend blanco co-fermentado con variedades del mismo antiguo viñedo de Rivadavia, combinando Palomino, Pedro Ximénez, Ugni Blanc, Chenin, Moscatel Amarillo y Sauvignonese. De buen cuerpo y con volumen, poco profundo, pero de buen ataque, con madurez y frescura. Puntos: 88

Andeluna Ladera White Blend 2019

Bodega Andeluna, Gualtallary, Valle de Uco $755

Este blend de Chardonnay, Sauvignon Blanc y Torrontés es una de las etiquetas más nuevas de esta bodega que se dedica a elaborar “vinos de montaña”. De aromas bien herbales, muy del Sauvignon, con algo de frutas blancas (ananá). Paladar fresco y voluptuoso, con vivacidad, buen cuerpo y paso firme. Por su estructura es ideal para acompañar carnes blancas a la parrilla. Puntos: 89

Altos Las Hormigas Blanco 2020

Altos Las Hormigas, Valle de Uco $760

Precisa y refrescante mezcla de Chenin y Semillón de vides de más de 80 años. Sus aromas son austeros pero su paladar amplio, de buen volumen, con algo de pasto seco y notas de levaduras. Paso graso con cierto agarre de texturas vivaces resaltadas por la fermentación con pieles y hasta un 30% de escobajos. Paladar franco y refrescante, y final de frutas blancas. Puntos: 90

(Shutterstock.com)
(Shutterstock.com)

Salentein Corte de Blancas 2019

Bodegas Salentein, Valle de Uco, Mendoza $830

Blend de Chardonnay (62%), Gewurztraminer (28%) y Sauvignon Blanc (10%), de buen volumen y con leves dejos florales. Algo mordiente en su paso por boca, especiado y fresco, con algo de frutas exóticas (lichi). Paladar franco, con leves dejos maduros. Tiene fuerza y puede ganar más equilibrio en botella, no para lograr complejidad, pero sí más distinción en su carácter frutal. Puntos: 90

El Salvaje Blend de Blancs 2019

Casa de Uco, Los Chacayes, Valle de Uco $900

El joven enólogo Sebastián Bisole logra un blanco salvaje, como su nombre lo indica; mezclando Sauvignon Blanc, Torrontés, Chardonnay y Pinot Gris. SI bien sus aromas no son muy expresivos, en boca se hace sentir. De paso mordiente, limpio y fresco, con gracia y cierto carácter. Puntos: 88

El Esteco Blend de Extremos Torrontés- Torrontés 2019

El Esteco, Alto Valles Calchaquíes $950

Alejandro Pepa debe ser el enólogo que más Torrontés de alta gama elabora en el mundo (porque no hay en otros países), y desde hace tiempo. Aquí combina el carácter de dos terruños imponentes de los Altos Valles Calchaquíes; Chañar Punco y Cafayate. Así logra un blanco completo, con tipicidad de Torrontés pero un carácter diferente, de paladar amplio y franco, fresco y amable. Puntos: 90

Norton Altura White Blend 2019

Bodega Norton, Valle de Uco $1100

Desde su regreso a Norton, uno de los focos del enólogo David Bonomi fueron los vinos blancos. Este es un blend a base de Sauvignon Blanc (San Pablo), con toques de un viejo Semillón (La Consulta) y Grüner Veltliner. De aromas bien herbales, propios del Sauvignon. Paladar franco y amplio, con cierta acidez filosa. De trago directo e intenso, no tan profundo, refrescante y de buen volumen. Puntos: 90,5

Luigi Bosca Gala 3 2018

Luigi Bosca, Mendoza $1450

Con más de diez cosechas en el mercado, es uno de los pioneros entre los white blends. Elaborado a partir de una justa combinación de Viognier, Chardonnay (el único que fermenta y pasa por barricas hasta seis mesas) y Riesling. En esta cosecha, totalmente concebida por Pablo Cúneo, el vino mantiene su carácter floral y frutal, con más tensión. Voluptuoso y equilibrado, con una complejidad que ya asoma. Puntos: 91

Finca Bandini Los Muros Blanc de Blancs 2019

Finca Bandini, Los Árboles, Valle de Uco $1500

Elaborado a base de Viognier, Chardonnay y Sauvignon Blanc en partes iguales, con un 25% de cofermentación y crianza en barricas de primer uso y el resto en huevos de cemento. De aromas florales secos, con buena frescura y cierto cuerpo. Algo mordiente en su paso por boca, con dejos cítricos y final expresivo. Es un blanco con energía que va a ganar equilibrio con más tiempo en botella. Puntos: 90

45º Rugientes Corte de Blancas 2018

Otronia, Chubut, Patagonia $2100

Blend de Gewurztraminer (60%), Pinot Gris (30%) y Chardonnay (10%), de aromas integrados y austeros. Con buen volumen y una acidez marcada que forma parte del carácter. Hay algo floral con dejos melosos y una frescura que persiste y aporta profundidad a cada trago. Es uno de de esos blancos para servir en decantador e incluso se puede guardar un par de años más. Puntos: 91

BBBV Corte de Blancas 2018

Bodega Vistalba, Gualtallary, Valle de Uco $2375

Es una de las novedades de la bodega para este 2021, un blanco pensado para que perdure en botella. Blend de Chardonnay (40%), Sauvignon Blanc (30%) y Semillón (30%), con carácter propio. Paladar expresivo y refrescante, también franco y amplio, trago vivaz y un agradable final matizado por la crianza en barricas (de 500 l). Ideal para lucirse en la mesa acompañando pescados y frutos de mar. Puntos: 91

D.V. Catena Blanco Histórico 2019

Catena Zapata, Apelación Agrelo, Luján de Cuyo $2415

Hace tiempo que Alejandro Vigil viene siguiendo de cerca la evolución de dos de los cepajes blancos más tradicionales de la región; Semillón (60%) y Chenin (40%). Con ellos ha logrado un vino actual que enaltece el pasado. De aromas austeros, pero con dejos de frutas blancas nítidos y pasto seco, paladar franco y buen volumen. La acidez sostenida e integrada comanda su paso por boca. Puntos: 91,5

Proyecto Hermanas White Blend 2018

Pescarmona Wines, Mendoza $2650

Combinando Chardonnay, Sauvignon Blanc y Semillón, de diferentes viñedos mendocinos, se logró un blanco impetuoso y vivaz (bien del Sauvignon Blanc), con dejos de lías. Paladar franco y fresco, con la madurez propia de la cosecha. Los aromas y sabores se van integrando con el paso del tiempo en botella, y empiezan a brindar cierta complejidad. De buen volumen y final tenso. Puntos: 90,5

Fabricio Portelli es sommelier argentino y experto en vinos

Twitter: @FabriPortelli

SEGUÍ LEYENDO

Guardar