Los gatos no tienen 7 vidas, tienen una y hay que cuidarla. Por eso desde la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal comparten una serie de curiosidades acerca de los hábitos alimenticios que tenés que saber si tenés estos animales en casa. Una forma interesante y responsable de conocer más a los felinos, en el mes de su aniversario, para promover una alimentación saludable y nutritiva.
Hasta 20 porciones por día
Los gatos tienden a comer varias veces en el día, ingieren pequeñas cantidades, sobre todo, en alimentos secos. Pueden llegar a comer entre 10 ó 20 porciones por día, esto representa aproximadamente 23 calorías por comida. Por este motivo el gato puede comer “ad-libitum”(a voluntad), ya que ellos mismos se regulan la ingesta.
El sabor que no conocen
Los felinos detectan 4 sabores de los 5 que detectan el perro y el hombre: salado, amargo, agrio, umami o sabroso, pero no distinguen el dulce. Esto se debe a la cantidad de papilas gustativas que poseen. Los gatos tienen 473 papilas gustativas.
Ácido y crujiente
Estos animales comen cuando el aroma, el sabor y la textura son de su agrado, por eso es importante tener en cuenta estos parámetros. Los gatos prefieren texturas crujientes y sabores ácidos aunque también suelen preferir otros sabores, siendo el agrio el que menos aceptación tiene.
La temperatura, clave
Los gatos prefieren alimentos a temperatura ambiente, o sea ni calientes, ni fríos. Y con los alimentos húmedos, toman primero las “salsas” y después la porción sólida.
El tamaño sí importa
Además, el tamaño de la croqueta o la porción puede influir al momento en que el gato elije un alimento.
Qué no debe comer
La leche es uno de los alimentos prohibidos para gatos. Los gatos empiezan a desarrollar intolerancia a la lactosa según van creciendo por lo que no es recomendable darles la misma leche que consumimos nosotros ya que les puede producir diarrea. Tampoco deben ingerir pescado con espinas o carne con huesos pequeños. No es que tengan alguna sustancia tóxica para estos animales pero su tamaño y forma puntiaguda puede provocar daños en el aparato digestivo si el animal se los traga. El gato no debe tener una dieta estrictamente vegetariana ni ingerir alimento balanceado para perros.
Sobras peligrosas
Con las sobras debemos tener mucho cuidado. La tentación de premiar a nuestro gato con algo de nuestra comida es grande, pero hay que saber bien qué podemos darle y qué no. Las uvas y las pasas pueden afectar al riñón del gato si se consumen en grandes cantidades, aunque también pueden causar malestar físico y diarrea en cantidades pequeñas. Los cítricos como limones, naranjas y pomelos también causan diarreas y malestar estomacal. En el caso de los limones su aceite esencial resulta especialmente peligroso. Por su parte las paltas tienen Persina, una sustancia fungicida que resulta tóxica para los felinos.
En dosis altas y reiteradas, el tiosulfato de la cebolla, el ajo, los puerros pueden llegar a destruir los glóbulos rojos de la sangre y causar anemia. La papa en sí no resulta perjudicial para los gatos, pero debe estar bien cocida, sino puede ocasionar diarrea. El tomate tiene un componente tóxico para los gatos es la tomatina.
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