Quedan muy pocos días para que lleguen las Fiestas y el (ansiado) fin de año. Y aunque muchos cuidados contra el COVID-19 llegaron para quedarse y la vuelta a la normalidad está muy lejos aún, las ganas de celebrar siempre están. La lista de regalos que incluye a miembros de familia, amigos y clientes puede ser cada año más corta. No obstante, la necesidad de agasajar es más fuerte que nunca. En ese sentido, el vino ofrece siempre muchas alternativas novedosas para que los “winelovers” queden bien con sus conocidos.
Al parecer, en este año de pandemia, las bodegas han tenido más tiempo para pensar y soltar su creatividad. Y no solo hay etiquetas nuevas que salen al mercado justo ahora, sino también propuestas impactantes. Hay elegantes estuches de madera, vinos de todo tipo en botellas magnum (1 litro y medio), cofres de vinos y chocolates, espumantes especiales, cajas de vinos intervenidas por artistas, y muchas cosas más.
Pero para dar con un buen regalo vínico hay que tener en cuenta ciertos aspectos. Primero, no dejarse llevar por la imagen de la estuchería ya que muchas veces es más vistosa (y costosa) que el vino en sí mismo. Ante eso, es mejor un buen vino con una buena bolsa. Sin embargo, hay regalos interesantes que combinan botellas y copa. Acá siempre regalar uno con dos copas, ya que el vino es para compartir y no para beber solo. Los kits de accesorios pueden ser muy atractivos, pero en general nunca se llegan a usar todos. Y si al destinatario le gusta mucho el vino, es mejor regalarle un buen sacacorchos, de dos stops (el que usan los sommeliers profesionales) o uno de láminas, para descorchar vinos añejos.
El típico regalo empresarial de fino de año es la clásica caja de vinos de seis botellas, pero es mucho mejor regalar las de cuatro, donde las botellas vienen acostadas y se saca la tapa por arriba. Así se aprecian mejor las botellas que generalmente vienen envueltas en papel sulfito.
Las botellas magnum, que contienen el doble de una botella clásica, son muy vistosas y pueden significar un regalo importante, pero ocupan mucho lugar en casa. Por eso, mejor que sea una de espumantes así se puede descorchar a fin de año, ya que si es un tinto de guarda hay que prever que se pueda guardar en un lugar adecuado, lo más parecido a una cava.
Por último, hay combos tan ricos como atractivos que combinan productos frescos, como tablas de fiambres y quesos, con vinos. Y también, colección de bombones que salen con vinos pensando en el maridaje, una combinación ideal para disfrutar al final de la comida. En todos estos casos hay que tener certeza que la ocasión de consumo coincidirá con el momento del regalo.
Es decir que regalar vinos en las Fiestas va mucho más allá de la botella, y puede ser mucho más divertido tanto para el que lo brinda como para el que lo recibe.
Regalos divinos
Los rosados del año recién llegan al mercado con toda su frescura a cuestas. A la evolución cualitativa le siguió el diseño impulsado por varios pioneros en cuanto a botellas se refiere (Rutini, Susana Balbo, Catena Zapata, Alfredo Roca, etc.). Hoy abundan los rosados de aspectos tenues y brillantes, con nombres atractivos. Pero la última, y muy llamativa, novedad llega de la mano de las botellas magnum. Sí, ahora hay vinos rosé en imponentes botellas de litro y medio de vidrio transparentes que sirven luego para florero, servir agua o adorno. Al Divine Creatinos de Mythic (60% Malbec, 30% Syrah y 10% Merlot) ahora se le suma el flamante rosé de Finca La Anita, Pétalo de Rosa ($4500). A base del afamado Malbec de Agrelo y elaborado por la joven enólogo Soledad Vargas, llega en una botella (importada) nunca antes vista y en estuche de madera. Es una partida limitada de 400 botellas, de las cuales varias van a quedar para le mercado interno. El vino es voluptuoso y vibrante, y si bien ese tipo de botellas se estila para tintos y blancos de guarda, porque la evolución en estiba es más lenta que en la botella tradicional de 750cc, vale para llamar la atención, no solo del agasajado sino de los que tengan el placer de estar acompañándolo cuando la descorche. Si las cosas entran por los ojos, estos nuevos rosados van a enamorar a todos.
Otro vino que llama mucho la atención por fuera es el nuevo Semillón 2020 ($1100) de Andeluna. Un blanco de montaña elaborado con uvas provenientes de viñedos ubicados en Tupungato, Mendoza, aproximadamente a 1.300 msnm. Implantada en Argentina desde fines del siglo XIX para elaborar blancos de mesa, el Semillón llegó a ser una de las cepas más plantadas del país, pero hoy cubre menos de 710 hectáreas. Esta cepa con tanta historia está de vuelta gracias a exponentes de alta gama como este, una edición limitada que viene en una botella Cartier, diferente a todas.
Otras novedades ya en botellas clásicas pero que también se venden en una exclusiva caja de madera de cuatro botellas llega de la mano de Pulenta Estate. Palma Carola, con tan solo 22 años, junto a Angelo Pulenta, dejan la milenaria tierra italiana en Ancona, buscando un sueño en el nuevo continente. Sin descanso, transitando mil fronteras, finalmente en 1902 llegaron a la Argentina. No se detienen en Buenos Aires, sino que su destino fue Mendoza a trabajar la viña. Luego de unos años deciden trasladarse a San Juan continuando su dedicación a la vitivinicultura.
Así se inició en 1912 lo que en principio fue una modesta bodega familiar. Palma Carola muere el 28 de mayo de 1923 a los 42 años, habiendo forjado una férrea unión de 9 hijos. Por eso han elegido su nombre en forma de homenaje a ella, madre de Antonio y abuela de Hugo y Eduardo, los propietarios de la bodega. La flamante línea Palma Carola refleja la pureza de Agrelo y Valle de Uco con dos exponentes: “Red Blend” ( 44% Malbec, 25% Cabernet Sauvignon y 19% Merlot) y “White Blend” (55% Semillón, 36% Viognier y 9% Chardonnay).
También hay que ser ingeniosos para ser originales sin gastar tanto, y aprovechar novedades en los segmentos más accesibles, y también vinos curiosos.
Mastrantonio Wines es el emprendimiento personal de Diego J. Mastrantonio, el cual nació para honrar a sus antepasados que trabajaron la viña en Italia, tanto en Calabria como en Sicilia. La bodega, que nació en 2015 acaba de lanzar los Vito Corleone, un Malbec y Red Blend, justo con el extremo de la remake de El Padrino III. Si bien Vito Corleone es uno de los personajes centrales de la famosa película, además era el nombre de un vecino de la familia Mastrantonio allá en Italia. Son vinos accesibles ($530) y con una impronta descontracturada, apuntada a un público joven que disfruta del vino en situaciones más informales. Tintos fáciles de tomar, pero con presencia en la copa, y que no pasan desapercibidos en la mesa.
Si hay vinos que están llamando la atención de los amantes del vino, y más en épocas de calor, son los flamantes vinos “naranjos”, blancos vinificados como tintos. Como el que Lamadrid Estate Wines incorporó a su línea ZUNZUN (también hay un tinto y un rosado). 100% Sauvignon Blanc ($600), creado por Gabriela García, hija de Guillermo García Lamadrid, e inspirada tanto en sus raíces cubanas como en el picaflor que le da su nombre.
Otro concepto muy actual y que puede ser diferencial a la hora de regalar es el de “orgánico”. Los vinos elaborados a partir de viñedos orgánicos (sin utilización de pesticidas) y más sustentables van tomando fuerza, y por eso ya dejaron de ser algo de nicho. Y si bien no hay diferencias cualitativas organolépticas entre un vino orgánico y los otros, es algo muy valorado por ciertos consumidores. Argento, la bodega que más hectáreas certificadas posee en la Argentina ha lanzado en el mercado interno dos de sus vinos más aclamados en los exigentes mercados de exportación (Estados Unidos y Reino Unido). Se trata de los Artesano, Malbec y Cabernet Franc, dos vinos muy expresivos y de excelente relación calidad-precio, con una etiqueta sobria pero muy llamativa.
Y justo para las Fiestas llega la última novedad de Bodega Puna, la más importante de Cachi (Salta). Un Malbec Dulce Natural ($1100) logrado a partir de la cosecha tardía de las uvas. Ideal para disfrutar por copa al final de las comidas, acompañando los postres.
Pero también hay regalos que combinan grandes vinos con colecciones de bombones, muchos de ellos inspirados en los vinos argentinos. Así es el Coffret de Purocacao ideal para hacer un regalo que exprese emociones a través de los sabores. La exclusiva caja contiene todas las colecciones de Purocacao, una variedad deliciosa de bombones de dulce de leche, almendras, licor christallino, menta, entre otros increíbles sabores. Además, podes sorprender y elegir la opción con una botella de Bramare 2018, de Viña Cobos.
Burbujas para regalar y quedar muy bien
Los espumantes son las estrellas del momento, porque todo gira alrededor de las celebraciones de fin de año, y así algunos se convierten en verdaderos regalos inolvidables. Mas allá de calidades y estilos, hay propuestas llamativas basadas en la creatividad y, por que no, en la solidaridad.
Rosell Boher impulsó a lo largo de un año tan especial, en el que se mostraron en las Redes Sociales de la bodega, talleres y obras de artistas argentinos emergentes y consagrados (material que seguirá on line). Así fue que se decidió encarar esta última etapa a modo de cierre solidario en el cual, 14 artistas intervinieron estuches de cedro, transformándolos en obras únicas e irrepetibles. Lo recaudado por la venta de cada una, será donado a una institución elegida por los artistas participantes. Cada estuche contiene en su interior, otras dos obras de arte firmadas por sus autores: un Rosell Boher Encarnación y un Rosell Boher Brut autografiadas por los enólogos de la bodega, Alejandro Martínez Rosell y Nicolás Calderón. El costo de cada estuche es de $20.000, serán exhibidos en vinotecas y se podrán adquirir desde cualquier punto del país.
Con la exposición y venta de 28 estuches intervenidos por artistas argentinos, se donarán $560.000 a instituciones benéficas elegidas por los propios protagonistas. Las obras, con dos botellas de espumante firmadas por los enólogos estarán a la venta en vinotecas y a través de la página web de la bodega.
Los artistas participantes (por orden alfabético), son: Luis Altieri, Ana Borzone, María Paula Caradonti, Ricardo Celma, Ricky Crespo, Marcelo Gaggino, Adrián Lirman, Luis Munitz, Alejandro Parisi, Renatta, Flor Salas, Luciana Targise, Laura Tarsitano y Daniel Vidal.
Baron B lanza una edición especial de fin de año ($1075). Se trata del tradicional Extra Brut presentado en un estuche que representa los emblemáticos portones de los castillos del Valle del Loira, lugar de nacimiento del fundador de Baron B y conocido como “El Jardín de Francia” por sus suntuosos jardines. Nacido en el seno de una aristocrática familia del Valle del Loira, el barón Bertrand llegó a la Argentina en 1959 con el sueño de elaborar, en el árido desierto mendocino, un espumante que expresara como ninguno la fineza, la sofisticación y la calidad del mejor espumante fuera de Francia. Heredero de un espíritu de burbujas, Baron B es un homenaje a un hombre, a su nombre y a su historia, es por eso que en esta edición especial se busca plasmar la elegancia de su tierra de origen.
El Cruzat Millésime 2014 es el último lanzamiento y la nueva añada del vino ícono de la bodega. Elaborado por método tradicional y con la variedad Chardonnay, tuvo una crianza de 80 meses sobre lías. Sus uvas provienen de IG Gualtallary, Mendoza. Viene en un elegante estuche ($3200) y su creador, Pedro Rosell sostiene que en nariz sobresalen notas a frutos secos como avellanas y almendras, diferentes especias entre ellas canela, vainilla y menta, sutiles notas a pan tostado y levaduras. Esa complejidad se logra gracias a sus 80 meses con las lías en la botella, que además aporta una suave cremosidad en el paladar. Es elegante, con muy buena estructura y persistencia en boca.
De todos los espumantes de Escorihuela Gascón, que elabora el joven Matías Ciciani Soler, el Pequeñas Producciones y el MEG vienen en botellas con elegantes collarines. El primero es un 100% Pinot Noir, que viene de El Cepillo, de una finca biodinámica, que le confiere una acidez natural, mineralidad y una frescura típica del terroir. La crianza prolongada sobre lías le aporta la estructura y complejidad necesarias para lograr un balance perfecto. Mientras que el MEG Brut Nature es el espumante icono donde se busca la mayor complejidad, lograda gracias al gran respeto por los métodos tradicionales de elaboración y a una sensibilidad y experiencia adquirida a través de los años. FOTO 11
Fabricio Portelli es sommelier argentino y experto en vinos
Twitter: @FabriPortelli
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