Hace 33 años, en la planta baja del Pabellón 3 del Mercado Central de Buenos Aires, nació un puesto al paso que se destaca por sus exquisitos platos caseros. Este lugar esconde detrás una gran historia familiar que llegó a la pantalla chica y se convirtió en un capítulo de Street Food, un documental gastronómico estrenado recientemente en Netflix.
De “Pizzas Pato”, se pasó a llamar “Las Chicas de la 3”, y quienes están detrás de este puesto de comidas tan famoso son Patricia Rodríguez Real y Romina Moore. Ellas son pareja desde hace ya más de 10 años y comparten además de la casa y la familia su pasión por la gastronomía.
La historia de este puesto al paso comenzó tres décadas atrás como un emprendimiento familiar del padre de “Pato”, quien también es dueño de la confitería en el nivel superior del Mercado Central, donde sirve café, minutas y hay un espacio con sillas y mesas para sentarse y comer. “De aquella época, el puesto fue cambiando paulatinamente. Hoy claramente tiene otra impronta porque las que decidimos, pensamos e inventamos somos dos. Antes decidía y lo hacía como a mí me parecía y mi familia me confiaba todo a mí”, cuenta Pato. “Al entrar Romi a trabajar codo a codo, estamos en el detalle, y al tener forma de ver las cosas muy distintas, todo cambió y para bien”.
Se conocieron jugando al fútbol. Romi cuenta que le hizo una barrida y Pato se cayó encima de ella y automáticamente se enamoraron. “Lo que más me gusta de trabajar con Romi es que me siento segura y confiada. Es difícil confiar en alguien cuando tenés un comercio de la manera en la que yo vivo el negocio. Necesito alguien como ella a mi lado porque entiende lo que significa esto para mí”. Para Romi, lo que más le gusta de trabajar con Pato es que se van cubriendo en la cocina si alguna no tiene ganas de hacer algo: “Nos complementamos muy bien”.
Pero como muchos saben, trabajar con tu pareja no es siempre color de rosas. “Ninguna puede esperar a la otra con la comida preparada en la casa”, reconocen.
El nombre “Las Chicas de la 3” surgió una vez que Romina se unió. “Me costó convencerla, aunque ella ya era parte del proyecto en mi cabeza. Le pedí que cambiara primero la cuenta de Instagram y no quería saber nada. Estábamos buscando un nombre para poner y no lo definimos nosotras, sino escuchando la radio, Narda Lepes nos nombró como ‘Las Chicas', diciendo que tenían que ir a probar la tortilla de papas y ahí se me prendio, y ahora somos, ‘Las Chicas de la 3’”.
“La estrella de la casa es la pizza de mozzarella, pero la tortilla de papas vino a desbancar”, dice Pato un poco triste. “Igual nosotras siempre la cuidamos, tiene su lugar siempre en la mesa”. En el menú no solo tienen la famosa tortilla de papas que recomendó Lepes, que está rellena con jamón y queso y puede tener variantes como cebolla, sin jamón, o solo con queso, de papas o también de verduras, sino también tienen empanadas, bombas de papas y milanesas.
Pato explicó que hace un tiempo largo hicieron hincapié en enseñarles a comer a sus clientes, a que comiencen a incorporar verduras y hortalizas en su alimentación, por eso también sumaron empanadas de verduras y tortilla de verduras en su menú.
¿Qué hay detrás de la mejor tortilla de papas de Buenos Aires?
“El ingrediente estrella es el queso. La cantidad de queso que se le pone en el interior, mucho queso. Para la cantidad que nosotras le ponemos, lo ideal es que también lleve más de seis huevos. La diferencia con el resto es el tamaño, hacerla en el momento, y que está recién salida del horno, y eso hace que la papa esté tierna y que el impacto visual sea tremendo”, cuenta Pato.
Un secreto para quienes quieran prepararla en sus casas, aunque parezca una frase armada, dice Romi, es que hay que hacerla con mucho amor, sino no sale. “Ya desde el momento que vas a la verdulería, hablar con el verdulero, consultarle qué papas conviene para que fríen bien. Muchas personas esquivan la papa negra, pero es excelente para freír. Después, investigar sobre el manejo de las temperaturas del aceite para que las papas salgan lindas, es todo un proceso que lleva su tiempo”.
La tortilla que llegó a un documental
“Que nos hayan recomendado, a mí me significó cosquillas en la panza todo el tiempo, nervios y orgullo. Para uno que es un cocinero autodidacta, que alguien hable de nuestros productos es un recontra premio”, dijo Pato.
Además de Narda Lepes, otros de los reconocidos cocineros que pasaron por el puesto de las Chicas de la 3 fueron Leo Lanussol, dueño de Proper, Mónica Marinaro, Javier Urondo, Augusto Mayer, Rodrigo Castilla, Mecha Solís, los chicos de Café San Juan, entre otros.
Quién tuvo un rol importante fue Leo Lanussol, y recomendó a las Chicas a Sorrel Moseley Williams, una periodista gastronómica que estuvo a cargo del scouting de Street Food Latinoamérica para los seleccionados del capítulo de Buenos Aires.
“El destino quiso que fuéramos nosotras. Leo nos recomendó, ella nos hizo un montón de preguntas y nos volvimos a ver en varias oportunidades. La cantidad de preguntas y cómo se interesaron en nuestra historia fue impresionante”.
El documental de Netflix en el que aparecen Las Chicas de la 3 se basa en Street Food de las ciudades de Latinoamérica. Aparecieron en el primer capítulo y pudieron contar la historia de cómo nació el puesto al paso.
“Esta experiencia nos dejó una sensación de asombro. En lo personal, haber logrado que nos vean en el mundo entero y que nos conozcan, que millones de personas sepan quienes somos y que cualquier persona que tenga Netflix nos pueda conocer”.
Entre risas, las chicas dicen que hoy les piden “La tortilla de Netflix”.
¿Cómo es hoy la situación de Las Chicas de la 3, por el coronavirus?
Si bien el documental fue filmado antes de la pandemia del coronavirus, por lo que se ven filas y filas de gente esperando para probar sus delicias, las chicas confiesan: “Los meses de la pandemia sí afectaron. Si se mira el episodio y se mira el local de hoy son locales totalmente diferentes. Nosotras estábamos acostumbradas a atender como mínimo 10 personas al mismo tiempo sentadas en las banquetas, alguno que otro parado atrás, otro llevándose una empanada, o una pizza, y ahora es solo la modalidad de “solo para llevar”.
“Y ahora las reglas cambiaron, hay que hacer una fila antipática y nadie quiere esperar tanto tiempo, sobre todo si estás acostumbrado a nuestro negocio, y eso se vio reflejado también en nuestros ingresos. Hay gente que viene acá y no puede esperar y se va, porque está trabajando”.
Las chicas cuentan que al principio de la cuarentena, cerraron por decisión propia para cumplir con la medida que decretaron desde el Gobierno para respetarla, pero luego el Mercado siguió trabajando por su cualidad de esencial. Las confiterías no pudieron abrir por ser un punto de reunión. Luego de dos semanas de estar cerrados les permitieron volver para abastecer al mismo personal que trabaja dentro del mercado, pero solamente con la modalidad del “solo para llevar”.
“Para cuidarnos entre todos, invertimos dinero en mamparas, alcohol en gel, alcohol de primera calidad, lavandina, desinfectantes buenos, y transmitir esto de la responsabilidad social porque por más que uno tenga la necesidad de trabajar hay que comprometerse con eso también”.
Es por eso que Pato y Romi, los esperan a todos en el Pabellón 3 del Mercado Central para probar la mejor tortilla de papas de Buenos Aires. Y claro, la pizza.
Video: Lihue Althabe/Fotos: Franco Fafasuli/Edición de video: Bruno Rattazzi y Alan Craig
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