Dormir en habitaciones separadas, ¿el secreto de una relación de pareja duradera?

Si bien la mayoría de las personas considera que compartir una cama es una expresión de intimidad y unión, las investigaciones demuestran que puede ser causante de serios problemas en la pareja

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Las parejas que duermen en
Las parejas que duermen en la misma habitación tienen más probabilidades de experimentar disturbios nocturnos como ronquidos, mala higiene, sacudidas y giros y diferentes horarios

Están quienes son nocturnos y quienes son madrugadores. Aquellos que necesitan sonidos relajantes para dormir y a los que les gusta el silencio. Los que prefieren un colchón duro, y los que optan por los suaves y blandos. Por eso es que a menudo, muchas parejas sostienen firmemente que dormir separados ha hecho que su relación sea más sólida.

Para la mayoría de los que optan por esta modalidad, pasar algunas noches en camas separadas no es tanto una opción, sino una solución práctica a sus dificultades para conciliar el sueño.

Las parejas que duermen en la misma habitación tienen más probabilidades de experimentar disturbios nocturnos como ronquidos, mala higiene, sacudidas y giros y diferentes horarios. Y todo esto puede conducir a problemas de salud, disfunción sexual y peleas maritales.

"Vivimos en una época menos rígida donde no hay mandatos tan estrictos como antes, lo que permite una mayor plasticidad en la pareja y relativizar cuestiones que antes eran impensables. La sociedad es una sociedad individualista que propone que el otro es peligroso, contagioso y que perjudica mi desarrollo y que para ser y realizarme en la vida tengo que estar a solas", aseveró en diálogo con Infobae la psicoanalista Fiorella Litvinoff.

Los malos hábitos de sueño
Los malos hábitos de sueño pueden aumentar la producción de la hormona del estrés, el cortisol, causando problemas que afectan a la pareja

Según un estudio de 2016 de la Universidad Médica Paracelsus en Nuremberg, Alemania, los problemas de sueño y los problemas de relación tienden a ocurrir simultáneamente. De hecho, una investigación de 2013 de la Universidad de California, Berkeley, descubrió que las noches de insomnio de un miembro de la pareja causadas por disturbios del otro puede dar lugar a conflictos en la relación.

Los malos hábitos de sueño pueden aumentar la producción de la hormona del estrés, el cortisol, causando problemas que afectan a la pareja. Sentirse descansado, sostienen los expertos, podría ayudar a manejar la vida con más enfoque y control, lo que a su vez puede hacer que las personas se sientan más contentas y más felices en su relación. Que ambos miembros consigan noches de sueño reparadoras, les permite sentirse emocional, mental y físicamente más saludables.

"Las causas más frecuentes que despiertan el deseo o la concreción de dormir en habitaciones separadas son: los ronquidos, los movimientos de uno o de ambos miembros de la pareja y los horarios laborales diferentes. Sin embargo, existen otros factores que poco a poco están ganando adeptos y tienen que ver con la influencia tecnológica que se entromete en la intimidad: quedarse jugando con el teléfono, subir fotos o mensajes a las redes sociales o esperar a que entre el sueño mirando series", sostuvo Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo.

El 46% de los encuestados
El 46% de los encuestados el año pasado por la empresa de investigación de mercado OnePoll dijo que deseaba poder dormir separados de su pareja

Una encuesta de 2012 realizada por el Better Sleep Council mostró que una de cada cuatro parejas duerme por separado para una mejor noche de sueño. Sin embargo, el 46% de los encuestados el año pasado por la empresa de investigación de mercado OnePoll dijo que deseaba poder dormir separados de su pareja.

Para el licenciado Santiago Gómez, psicólogo y director de Decidir Vivir Mejor y del Centro de Psicología Cognitiva, lejos de generar un clima romántico y de erotismo, dormir en la misma habitación con la pareja puede significar la aparición de conductas de rechazo, volviendo una pesadilla el tener que compartir el espacio con la otra persona. "En estos casos sería recomendable y hasta terapéutico que cada uno pudiese tener su propio cuarto, para evitar el caos y salvar la relación de pareja", indicó el experto.

Si bien a muchas personas les gustaría poder hacerlo, surgen diferentes temores y creencias irracionales alrededor de la modalidad, como que esta se trata de una forma de separación en la pareja o que como consecuencia trae una menor frecuencia sexual.

Sin embargo, las parejas felices a largo plazo están más inclinadas a tener habilidades y patrones de comunicación bien desarrollados, que son clave para que funcionen este tipo de acuerdos. Las parejas que duermen por separado pueden ser tan felices como las parejas que duermen juntas, parecen tener una vida sexual tan buena como las parejas que comparten la misma cama y a menudo se sienten muy cerca de su pareja, tal vez porque respetan el espacio personal del otro.

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