Las bananas suelen ser una de las frutas más condenadas dentro de las dietas por el mito que dice que aportan muchas calorías. Sin embargo, en realidad es una gran aliada a la hora de bajar de peso.
"Una banana chica de unos 100 g aporta 90 calorías, que es casi lo mismo que una manzana de unos 150 g. La diferencia está principalmente en que la banana posee almidón y carbohidratos, lo que da mucha saciedad", detalló la nutricionista Analía Moreiro (MN 1663) y agregó: "Como fruta es muy completa en vitaminas y minerales, principalmente magnesio, que ayuda a regular la función intestinal, mejorar el sistema inmune y los músculos. También aporta cantidades significativas de potasio, necesario para la transmisión de los impulsos nerviosos, interviene en el equilibrio del agua dentro y fuera de la célula y evita los calambres".
Desde la cuenta de Instagram de High Performance Nutrition Australia, formada por reconocidos dietistas australianos y nutricionistas del deporte, el especialista Ryan Pinto detalló los diferentes momentos de maduración de la banana, desde su estado verde de "poco madura", hasta marrón, "demasiado madura", a punto echarse a perder.
Banana poco madura: verde
Con almidón más resistente, puede hacer sentir gaseoso o hinchado. En este estadío, la banana contiene una gran fuente de prebióticos para la salud instestinal. Las bananas verdes elevarán los niveles de azúcar en la sangre lentamente. Estas suelen ser amargas, ya que contienen menos azúcar en cada bocado y su textura es cerosa.
"Si optamos por una banana verde tendremos un 80% de almidón y 7% de sacarosa, esto hace que sea más saciante, dado que el almidón es un carbohidrato complejo de absorción lenta que irá liberando energía de a poco", detalló Moreiro.
Bananas maduras: amarillas
En este estado, se da como resultado una banana más suave y dulce. La banana amarilla es alta en índice glucémico y es fácil de digerir (5% de almidón y 90% de sacarosa). Con menor almidón para descomponer, tiene altos niveles de altos niveles de antioxidantes y buen contenido de fibra.
"Las personas que tengan problemas en los niveles de azúcar como los diabéticos deben elegir las bananas un poco más verdes y en el caso de los que tengan problemas de digestión deben optar por las bananas más maduras", recomienda la nutricionista Ivana Chinelli (M.N 9390) .
Bananas manchadas
Las bananas manchadas muestran que el almidón se está transformando en azúcar y que la banana está envejeciendo. Cuantas más manchas, más azúcar contiene. Sin embargo, estas tienen menor contenido de vitaminas y minerales.
"Puede ser que una banana esté un poco más oscura por fuera, pero por dentro puede estar perfecta. Es fuente de hidratos de carbono de absorción lenta, vitaminas del complejo B, ácido fólico, es rica en potasio, magnesio, fibra y taninos. Además, las bananas más maduras son ricas en fructooligosacáridos (FOS), un compuesto que permite el desarrollo de bacterias que ayudan al proceso digestivo, y que estimula el tránsito intestinal. Naturalmente libre de colesterol, grasas y sodio es perfecta para cualquier plan de alimentación", agregó la licenciada en nutrición Ivana Chinelli.
Bananas marrones
El amidón resistente de la banana verde en este estado ya está convertido en azúcar. La descomposición de la clorofila es la razón por la cual los niveles de los antioxidantes aumentan y es por eso que las bananas envejecen.
Por último, Chinelli aclaró: "Cuanto más oscura esté por fuera, mejor es para hacer preparaciones en la cocina como budines o tortas. Una banana verde puede tener 80% de almidón y una banana madura un 5% de almidón, cambiando la composición y el almidón que es un hidrato de carbono no digerible se transforma en azúcar y hace que sea más fácil de digerir".
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